Montería

Con Saga Caza en las estribaciones de los Universales

¡Quién dijo miedo! ¡Qué algarabía de gente joven! ¡Qué gusto estar tan bien rodeado! Cazamos en abierto, en abierto de verdad. Y vamos a darle una mano a la caza salvaje, caza de verdad. Y estamos a las órdenes de jóvenes, de chavales con pocas canas y mucho nervio. No podemos ser pesimistas con el futuro de la caza, ya no. Un servidor fue testigo de un acontecimiento que –aún se me pone la carne de gallina– ha marcado mi trayectoria de cazador.

Mis amigos de Saga Caza, representados por Fran Carabel, Gonzalo Zamácola y Nacho Saenz me avisan a cazar las sierras de las estribaciones de los Montes Universales. Nieve de dos palmos. Aire. Frío… ¿y qué? De los cobardes nunca se ha escrito. Y allí que fuimos medio centenar de puestos. Todos jóvenes, todos valientes. Todos con ganas de cazar. 

Pero la montería no empieza con el rezo. Tampoco con la cena del día anterior. La montería, cuando se siente de corazón, comienza el día que recibes esa llamada para avisarte de que esa fecha has de cerrarla. Y la ilusión crece. Y luego la llegada al hotel, la cena, alguna copa, el obligado mus… Risas, chistes… ¡Qué ambientazo! El futuro estaba allí, lo juro.

Pero pude ver el gesto del trío de capitanes; intentaban disimular, ser amables con todos… Pero sufrían lo que todos sufrimos en el previo cuando nos toca dirigir a una legión de hombres y canes. Qué mal se pasa… 

Desayuno, rezos, vivas… Instrucciones lógicas, esas que todos sabemos y que siempre tenemos que recordar. Enseñanzas. Firmeza. El capitán de montería no ha de serlo, también parecerlo. Ahora no hay risitas ni cánticos. Ahora vamos de caza. Y todos lo presentimos. Antes de dar paso a las armadas pude analizar a los tres cómplices de aquello: punteras caladas y pantorrillas también. Ojos cansados del velatorio. Una pequeña cojera de uno de ellos, que intenta disimular que desde temprano llevan oteando la mancha desde la distancia. Van bien vestidos, porque la caza les merece respeto. Y sus amigos también. Se da salida a los 70 puestos. Todos colocados en lugares perfectos. Fui examinando uno por uno, todos los de mi larga armada. Ni un pero. 

Soltaron, lloviendo a mares. Aquí se viene a cazar. Aguantamos lo que pudimos, intentamos soportar la nevada. Ladras, frío, carreras, más frío… Y allí cada mochuelo en su olivo, soportando lo que nadie soportaría.

El resultado es lo que menos importa. Pero el Polvorilla os da la enhorabuena, en nombre de perreros, de cargueros, de postores, de guías y de monteros. Olé vuestros botos y delantales, olé vuestro ímpetu y viva vuestra entrega con la gente del entorno. Porque en la caza se cuenta con todos, y bajo un mismo techo me alegré de estar allí, de verme rodeado de cachorrones que ya gastan más maneras que cualquier perro viejo. 

Saga Caza, ahí te dejo mi aplauso, de reconocimiento y amistad. De agradecimiento y apoyo. De admiración.

Contad conmigo en lo sucesivo. A tus órdenes, mi capitán.

Tras estas más que ciertas palabras de mi buen amigo Manuel de Juan, Polvorilla, he de decir que y también  tuve la inmensa suerte de participar en la citada cacería y sin pensarlo dos veces, repetiría la experiencia.

Saga Caza nació bajo un leit motif que describe perfectamente su esencia: caza joven en abierto.Y es que, nuestros amigos saben perfectamente que ponerle barreras al campo, desvirtúa bastante la esencia del término caza. Ellos con su corta edad y cada día más experiencia, han sabido rodearse de un grupo increíblemente bueno, tanto en calidad humana como en cantidad y transmitir la belleza de cazar salvaje. Aunando afición, tradición y pasión por las cosas bien hechas, las citas con Saga Caza se han vuelto ineludibles en el calendario cinegético de muchos, muchísimos jóvenes. 

“De cada jornada sacamos cosas positivas,” me contaban estos tres chicos, que en vez de cómo tales, se comportan como auténticos señores y experimentados orgánicos. Cada salida al al campo supone para ellos la posibilidad de mejorar y crecer como monteros y como personas. Amigos incondicionales de los suyos, amantes encarnizados de sierras, dehesas y valles los chicos de Saga Caza se perfilan cada vez más como la orgánica más puntera para los jóvenes aficionados y es que, con ellos no sólo se disfruta del campo sino que saben darle la importancia que merece a la parte social ¡diversión asegurada!

A todos los que aún no hayáis tenido el privilegio de montear con ellos sólo puedo deciros que no dudéis ni un segundo… “Caza joven y salvaje”. Enhorabuena, chicos, sois el presente y el futuro de la montería nacional.

Ya que nosotros contamos con espacio limitado, os dejamos un vídeo que resume a las mil maravillas lo que es cazar con Saga Caza.

https://www.youtube.com/watch?v=SbjbZGEWqUk

Por Lolo de Juan y María Romero. Fotografía Mario Aparicio

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