Nuestras cacerías a rececho, sobre todo de alta montaña, nada tienen que envidiar a una jornada de trekking o alpinismo, en las cuales lo ideal […]
Rececho
La práctica físico-deportiva de la caza a rececho: requisitos físicos
La práctica físico-deportiva de la caza a rececho, junto a la espera o el aguardo son modalidades selectivas, pues se seleccionan el animal a abatir […]
La suerte… en Navidad
El año pasado, por estas mismas fechas, esta publicación organizaba un sorteo venatorio, coincidiendo con el Sorteo de la Lotería de Navidad, en el que, […]
Reflexiones sobre la caza del corzo
A punto ya de comenzar la temporada del corzo, ese trofeo que a todos nos gusta tanto, quisiera hacer unas cuantas reflexiones.
Un muflón en difícil época
A pesar de la distancia que nos separaba, el animal se mantenía con la vista fija en nosotros. Quizás, al contrario que los anteriores, se sentía seguro en la lejanía y protegido por el jaral y los lentiscos entre los que se encontraba y por eso no había puesto tierra de por medio o, simplemente, sólo fuese por el hecho de no estar rodeado de las inquietas hembras que hasta ahora siempre habían arrastrado a los machos lejos de nuestro alcance.
Un venado en ‘La Zarzuela’
Nos quedaba una deuda pendiente… A lo largo del pasado año 2012, en ocho números de nuestra revista realizamos un impresionante sorteo para premiar a nuestros lectores. Nada menos que un espectacular venado medalla de oro, de Lagunes Selección Genética, entraba en el ‘bombo’ de la suerte y se fue a parar, como ‘el Gordo’, a las levantinas tierras de Gandía.
Por Equipo Caza y Safaris/CazaWonke
Tiempo de duendes
Cuando los días comienzan a crecer, las temperaturas a suavizarse y los oscuros ocres del largo invierno tornan hacia suaves verdes que, día a día, ganan en intensidad, se inicia un nuevo periodo cinegético: la caza del corzo.
Por Equipo Técnico de Ciencia y Caza (www.cienciaycaza.org)
Fotografías Alejandro Serrano, Stock F. Images y Redacción
Pasión por el monte
Por algún extraño motivo el destino ha querido premiarme. No sé si estaba en deuda conmigo desde la montería que organicé junto a mi primo en ‘La Peralosa’. Quizás sí. Es posible que últimamente las cosas no hayan salido como esperaba. Lo cierto es que he penado lo indecible en la semana previa a la montería y el día de la misma tampoco ha sido distinto. Para colmo de la mala suerte me he llevado de regalo una lesión en el tendón de Aquiles que no sé si me va a dejar cojo de por vida, aparte de algunas decepciones pos montería. Pero, en fin, cosas del destino, pasadas un par de semanas desde entonces, la casualidad ha querido que se me presente una de esas oportunidades que uno no puede ni debe dejar pasar: recechar un arruí macho en una de las fincas más bonitas y espectaculares que existe para practicar esta modalidad de caza. Evidentemente, el nombre del coto es secreto de sumario.
La Berrea: Obertura libre de la imagen y la palabra
Por Antonio MataRezuma la tierra fragancias de abundancia… aromas a pan recién hornado, a mosto azucarado y espeso que chorrea en los lagares, a oliva […]
Un día de caza tras los arruis en Sierra Espuña
Por Alberto Núñez Seoane
Ya sabemos, los cazadores, que nuestra pasión siempre nos tiene reservada alguna sorpresa. Lo imprevisible de un buen lance es uno de los condimentos fundamentales que hacen de la caza un tesoro para las sensaciones. Lo inseguro del resultado, en una práctica tan noble como lo es la nuestra, introduce un componente de incertidumbre sin el cual, la caza, no tendría razón de ser.