El último día de la temporada, 16 de febrero, elegía Cazamontex para finalizar su temporada. En esta ocasión se desplazaba a Alburquerque, cuartel general de esta joven organización, para cazar la finca próxima de Maldonado. Esta finca cuenta con una mancha de unas quinientas hectáreas donde se iban a meter diez rehalas para mover las reses.