Se acercaba mi primer día de colegio cuando mi padre se puso manos a la obra, corrían principios de los setenta. Recuerdo como llegó a casa con el cuero, las hebillas, sacó la guita y cerote, agujas, una cuchilla y se puso manos a la obra. Tras el patrón, parece que le estoy viendo cortar la piel, y reconozco que, al ver mi preciosa cartera finalmente hecha, más que un regalo, fue toda una lección la que me enseño con ello. Con nuestras propias manos, ganas y un poco de método, se pueden realizar piezas típicas, complementos de los que utilizamos en caza habitualmente. Piense en cinturones, correas, fundas, cajas para la munición, cananas, horquillas o simplemente morrales o bolsos. La ventaja es que nosotros mismos las diseñaremos en función de nuestro gusto personal y necesidad, consiguiendo por fin un producto de mucha calidad por muy poco dinero.
PODRÁN LEER EL ARTÍCULO COMPLETO EN LA REVISTA CAZA Y SAFARIS DEL MES DE MAYO DE 2015, QUE YA ESTÁ DISPONIBLE EN SU PUNTO DE VENTA HABITUAL.