EL gran kudu (Tragelaphus strepsiceros) es, sin lugar a dudas, el más impresionante de los antílopes que tienen sus cuernos en forma de espiral. Un auténtico mito, tanto para el cazador que comienza su andadura por territorio africano, como para aquel que, a base de experiencia, ha llegado a conocer mejor a este bellísimo animal color ceniza.
Por su abundancia y precio es casi obligado ofrecer, por parte de las orgánicas especialistas en el continente negro, un primer safari en el que el primer el animal, podíamos llamar «estrella» del mismo, es el protagonista de estas líneas. Por otro lado, el experto cazador safarista siempre soñará con un macho cuyos cuernos, en forma de sobredimensionado sacacorchos, que sobrepasen las sesenta pulgadas. Es, así, un trofeo ‘para todos los públicos’ que tendrá un rincón, siempre importante, en nuestros sueños africanos.