Como cacé el macho montés número 15 del mundo

“Como cacé el macho montés número 15 del mundo”

La experiencia de Donnie Young, un norteamericano en su primera visita a España

 

Conocí Great Spanish Hunts en mi visita a la convención del Grand Slam Club OVIS en Reno. Buscaba una cacería que supusiera un desafío tanto personal como físico y visitando varios stands fui haciéndome una idea de la cantidad de especies diferentes que se pueden cazar en España, por no hablar de la variedad cultural, gastronómica y turística que ofrecía el país.  Me decanté por Great Spanish Hunts por la profesionalidad que me transmitió la organización y allí contraté una cacería de macho montés de Gredos, a la que añadiría otro de Sierra Nevada para completar la mitad del “gran slam” de especies de macho.macho montés

Cuando llegamos a Madrid mi mujer y yo, nos recibieron en el aeropuerto para ayudarme con los trámites de aduanas relacionados con los permisos de armas y licencias. Tras una breve estancia en Madrid, partimos hacia la finca de Gredos donde nos alojábamos. Una casa de campo propiedad de la familia de Ignacio Navasqüés, uno de los socios de Great Spanish Hunt,  con un ambiente muy acogedor, donde nos sirvieron una comida magnífica, vino y disfrutamos de una agradabilísima conversación.

Primer día de caza y conseguido el macho montés número 15 del mundo

Cuando desperté la mañana siguiente, llovía mucho. Sabía que iba a ser un día duro, seguía cayendo agua, mojándome el visor del rifle, y a medida que avanzaba la mañana la temperatura no hacía más que bajar. Los machos monteses también habían notado este descenso de la temperatura y vi a dos que habían bajado por debajo de las nubes buscando un punto más bajo de la montaña. Ambos se podían tirar pero uno de ellos era un macho espectacular. Tenía unos cuernos largos, curvos y pesados. Llevaba mucho tiempo deseando cazar un macho de este calibre. El viento tan revuelto no iba a jugar a mi favor. Había que tener paciencia, los segundos parecían horas, pero sabía que iba a tener la ocasión de tirar si el viento no me delataba alertando a los machos de mi presencia.  Los dos estaban cerca pero mi macho se colocó en un claro y me dio cuartel mientras se giraba para subir por la montaña. Le encajé un tiro entre las costillas para alcanzarle los órganos vitales y tras dar unos pocos pasos se desplomó. Los cuernos eran más grandes de lo que esperábamos. Ni me podía imaginar cuánto iban a medir. Después de dejar preparado el macho en medio de la tormenta, nos refugiamos en una cabaña de pastores donde descansamos junto a un fuego. El macho midió 259 CIC, convirtiéndose en macho montés de Gredos número 15 del mundo del SCI. Buen comienzo.

A por el segundo macho montés

macho montésTras esa cacería decidimos viajar hacia el noreste, donde habita el macho montés de Beceite. Llegamos al área de Beceite por la noche. A la mañana siguiente, antes del amanecer escalamos una cima para tener una excelente vista panorámica. El día estaba totalmente despejado y la visibilidad era inmejorable, pero ni rastro de los machos viejos. A media mañana vimos algunos pero estaban demasiado lejos como para hacer una estimación del tamaño. Se tumbaron, así que tomamos nota de donde estaban y nos dirigimos a otra cresta más cercana. Después de mediodía el calor bajó y se empezó a ver movimiento en los arbustos. Apareció un macho joven pero el de la cornamenta grande no se dejaba ver. Cuando por fin apareció el grande, decidimos que queríamos cazar un macho mayor. Regresamos al lodge para disfrutar de una riquísima paella, jamón serrano y postres para finalizar la jornada.

Disparo certero a 400 metros

El tercer día, empezamos dirigiéndonos a un punto desde donde se podían estudiar muchas zonas con los prismáticos. Vimos bastantes crías pero ningún macho. Mirando una montaña lejana con los prismáticos vi que un árbol se movía. Seguí mirando pero no veía qué es lo que creaba el movimiento del árbol porque había mucho follaje. Seguí oteando la montaña y encontré dos machos. Después apareció el que estaba moviendo el árbol y era un macho viejo, con los cuernos en forma de una gran V, típico de los machos monteses de Beceite. El macho decidió tumbarse a la sombra de unos pinos, así que era el momento de aprovechar. Después de una larga caminata hasta la cresta de la montaña opuesta del valle donde seguía descansando el macho. Las condiciones eran muy buenas pero había crías mirando hacia donde estábamos y si nos acercábamos más a lo mejor lo espantábamos. Estábamos a 400 metros y como no era fácil acercarse, decidí sentarme, ponerme cómodo y observar al macho y llegaría mi oportunidad. Tras mucho mirar y esperar, no me falló la intuición. El macho se levantó y se estiró y yo aproveché el momento. Di justo en el blanco.  Cargamos nuestro equipo y emprendimos la marcha por el valle. No encontramos sangre cuando llegamos al punto donde había disparado pero buscando un poquito lo encontramos a escasos metros. Era un macho fantástico.

Magnífica experiencia la caza del macho montés

Fue increíble cumplir el sueño de cazar dos machos monteses en las preciosas montañas de España. Que además fueran dos medallas de oro sube el listón para el próximo macho. Muchísimas gracias a Great Spanish Hunts  por la aventura de mi vida.

Donnie Young