La Conselleria de Medio Ambiente confirmó ayer que no descarta conceder este año los 33 «paranys científicos» que ya autorizó en 2013 a pesar de que los permisos tuvieron que ser posteriormente anulados por la propia Generalitat tras una advertencia de la Unión Europea y de la Fiscalía, que abrió incluso diligencias de investigación penal.
En pleno año preelectoral, y ante la presión de la Asociación de Paranyers de Castelló (Apaval), la conselleria sigue estudiando las solicitudes y buscando fórmulas que posibiliten la autorización de este tipo de caza de aves. No obstante, los técnicos de Medio Ambiente son conscientes de que la frontera es delicada y que podrían exponerse a nuevas denuncias ante la Fiscalía o ante la Unión Europea.
Además, en esta ocasión la Universitat Politécnica de Valencia (UPV) se ha desmarcado claramente de la solicitud de Apaval, lo cual hace desaparecer el principal aval científico que el año anterior esgrimieron tanto Apaval como la Generalitat Valenciana.
De hecho, el año anterior la UPV ya negó cualquier relación con la petición y subrayó que la solicitud que el Consell atribuía a la universidad provenía sólo de algunas personas vinculadas a un departamento de la UPV que actuaban a título individual.
En su defecto, Apaval solicita indirectamente el permiso para cazar en «paranys científicos» en colaboración con el Instituto Mediterráneo del Patrimonio Cinegético y Faunístico de Francia y el instituto también francés OMPO (Oiseaux Migrateurs du Paléarctique Occidental).
El objetivo que expone Apaval es «recabar más datos que demuestren que el parany puede ser selectivo y estudiar la migración de los zorzales». Al igual que el año anterior, sobre el papel la asociación de «paranyers» no hace la solicitud de forma directa y se limita a «ceder las instalaciones» a los dos institutos científicos interesados.
Sin embargo, Apaval sí actúa como parte organizadora de los experimentos y no esconde que su intención es utilizar los datos recogidos para defender la legalización del «parany sin muerte».
Además, de aprobarse su solicitud, alrededor de 200 «paranyers» podrían cazar de forma autónoma e ilimitada sin ninguna vigilancia o supervisión presencial de técnicos ambientales o de los dos institutos colaboradores. Esta falta de monitorización científica se supliría con la cumplimentación de unas plantillas en las que los datos serían introducidos por los propios cazadores.
A este respecto, la respuesta de la Unión Europea que forzó a la Generalitat Valenciana a revocar la autorización de 33 «paranys científicos» advierte que esta modalidad resulta injustificable incluso para «capturas científicas» –ya que existen métodos alternativos menos lesivos– y cerraba tácitamente la puerta a la alternativa del «parany sin muerte» que proponían Apaval y la Generalitat como última salida para legalizar esta controvertida modalidad de caza.
vía El Consell no descarta más «paranys científicos» pese a la UE y la Fiscalía – Levante-EMV.
