Fuente: agrodigital.com
Los ganaderos de la provincia de Jaén llevan años sufriendo el problema de los ataques que sufren sus animales por parte de perros asilvestrados, zorros y jabalíes en las fincas en las que pastan. Sin embargo, lejos de obtener una solución, siguen indefensos a merced de las agresiones de estos animales salvajes a su cabaña ganadera, sin que puedan luchar contra ellos.
Según denuncia el responsable de Ganadería de COAG-Jaén, Emilio Gómez, para poder “hacer frente a los perros asilvestrados, zorros y jabalíes, el ganadero debe cumplir una serie de requisitos que son prácticamente imposibles de reunir”. Entre ellos, están el que el ganado paste en una finca dentro de un coto de caza y que exista un plan técnico de caza. En tal caso, habrá que solicitar un control de daños a Medio Ambiente y una autorización al titular del coto. Sólo si además el ganadero está en posesión de una licencia de caza y de armas, podrá matar a los animales salvajes que atacan su ganado.
Las pérdidas por esta causa son cuantiosas en un sector que, además, ha sufrido hasta hace poco la sequía y la falta de pastos, así como el retraso en el pago de subvenciones. Para un rebaño de unas 500 ovejas, si tenemos en cuenta que pueden padecer bajas de entre 20 y 30 animales, las pérdidas pueden rondar los 2.000 euros anuales.
Ante esta situación de indefensión, Emilio Gómez solicita a la Junta de Andalucía que tome cartas en el asunto y facilite las medidas oportunas para poder defender los rebaños. “Este tipo de ataques lo único que contribuyen es a acentuar la crisis en la que se haya inmersa nuestro sector, mientras que la Administración mira para otro lado”, subraya.