En la prensa

El rinoceronte, al borde de la extinción por las mafias asiáticas

Fuente: abc.es

Ha sido la imagen del 2012 en Sudáfrica: rinocerontes agonizando de dolor tras despertarse del dardo de los cazadores furtivos. Le han arrancado los cuernos, desde la base, muy por debajo de la carne. Las mafias asiáticas rebañan hasta el hueso; cada centímetro cuenta cuando la mercancía se paga a precios mayores que el oro o la cocaína.

 

Convertido en polvo, los cuernos se venden después en Vietnam, China o Tailandia, para su uso en la medicina tradicionaly en nuevos y más sofisticados tratamientos, como una supuesta cura contra el cáncer.

La caza furtiva de rinocerontes ha alcanzado niveles alarmantes, y de continuar la progresión ascendente, 2013 pulverizará el récord de más de 600 animales del año pasado hasta alcanzar las 850 piezas. “Es un año crucial. Si las cosas siguen así, estamos hablando de 2.000 rinocerontes menos en los próximos dos años”, alerta Pelham Jones, portavoz de la Asociación de Propietarios de Rinocerontes de Sudáfrica (PROA).

Por primera vez desde que comenzaron los esfuerzos de recuperación de la especie desde mediados de los setenta, el número de rinocerontes podría descender en el país africano, que cuenta con la mayor población de rinocerontes del mundo, cuantificada en unos 20.000 ejemplares.

El Parque Nacional Kruger, la mayor reserva natural de Sudáfrica, castigada especialmente por el furtivismo, ha anunciado la posibilidad interrumpir la venta de rinocerontes a cotos y zoológicos ante el declive de la especie.

Nuevas medidas como el uso de aviones no pilotados, “drones”, utilizados para la lucha contra el terrorismo, más vigilantes para parques y reservas privadas, perros de rastreo o la suspensión de permisos a ciudadanos de Vietnam, principal foco del tráfico de cuernos, comenzarán a funcionar en este año que empieza.

Prohibición de la caza

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), máxima autoridad reguladora de la fauna y flora salvaje, abordará en su conferencia de marzo a propuesta de Kenia la prohibición de la caza deportiva del rinoceronte, único comercio permitido en estos momentos.

Solo Sudáfrica y Suazilandia están autorizados por la convención a exportar cuernos de rinoceronte, siempre que vayan destinados a la ornamentación y no sean revendidos en ningún caso. En julio de 2011, la Policía de Sudáfrica desmanteló una mafia asiática que utilizó permisos legales de caza para conseguir al menos 40 cuernos de rinoceronte, sirviéndose de prostitutas que se hacían pasar por cazadores, con el objeto de vender después las astas en el mercado negro.

El cabecilla de la organización, el tailandés Chumlong Lemtongthai, fue condenado el pasado mes de noviembre a 40 años de prisión, en la mayor pena impuesta por caza furtiva hasta la fecha en Sudáfrica. Desde 2003, Sudáfrica ha exportado 657 cuernos de rinoceronte a Vietnam, de los que un 75% no fueron declarados por las autoridades locales, según el último informe de TRAFFIC, la red mundial de control de tráfico de vida salvaje.

Los vietnamitas pagaron hasta 22 millones de dólares para cazar rinocerontes desde 2003 hasta 2010, según TRAFFIC, y los precios por pieza han llegado a cifras astronómicas como un macho de una reserva en el este del país, que fue subastado por unos 96.000 euros en 2011.

Las autoridades sudafricanas y los propietarios privados ya han anunciado su rechazo a la propuesta keniana. «El éxito de Sudáfrica para asegurar la población ha venido de la legalización de la caza y la ganadería. Si se aprueba esta propuesta habría muy pocos incentivos para los propietarios, el único ingreso sería el turismo, que no alcanza para cubrir los costes», asegura Jones.

La organización ecologista WWF también ha mostrado su rechazo porque representa «una distracción del verdadero problema «. «La prohibición tendría un impacto muy negativo en los propietarios privados de rinocerontes, que poseen el 25% de la población», explica la doctora Jo Shaw, coordinadora del programa de rinocerontes de WWF Sudáfrica. «El verdadero problema que debemos abordar es la demanda ilícita de cuernosde rinoceronte en Asia”, reclama Shaw.

Los españoles han abatido un centenar de piezas en seis años

Los cazadores de rinocerontes españoles han abatido más de un centenar de rinocerontes sudafricanos en los últimos seis años, de acuerdo con los datos de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), máxima autoridad reguladora de comercio de fauna y flora salvaje.

Según los permisos de exportación de trofeos emitidos por Sudáfrica entre 2004 y 2010, las escopetas nacionales se cobraron un total de 126 trofeos, de los que 64 corresponden a los años 2005 y 2006.

En 2010, último período del que se disponen datos, solo tres privilegiados españoles pudieron cazar un rinoceronte en Sudáfrica. El precio de cada ejemplar se ha doblado desde 2005, llegando a 30.000 dólares por un trofeo en 2010, aunque se ha llegado a pagar hasta 96.000 euros por un animal.

Los cazadores nacionales han llegado a ser el segundo grupo más numeroso en 2006 por detrás de los estadounidenses, según el informe de TRAFFIC, y solo han sido desbancados tras la irrupción de los cazadores vietnamitas.

El Gobierno de Pretoria interrumpió a finales del año pasado la concesión de permisos a ciudadanos vietnamitas, y endureció los requisitos para el resto de cazadores, que ahora deben acreditar experiencia contrastada en este deporte.

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