En la prensa

Los cotos, acorralados por el alto precio de los seguros y la subida de tasas

Fuente: laopiniondezamora.es

La actividad cinegética está pasando una situación crítica. Al alto coste de los seguros que tienen que afrontar los cotos, se une la subida de tasas de la Administración (más de un 60%), la merma de las poblaciones y la falta de relevo generacional.

 

Tomás Yanes, gestor cinegético, advierte que «muchos cotos de la provincia ya no pueden hacer frente al coste de los seguros» y por este motivo, augura, se van a producir cierres: «En los próximos años muchos cotos van a quedar como terrenos libres, es imposible aguantar la presión, en una época, además, donde cada vez hay menos cazadores».

Explica Yanes que «España es el único país europeo donde los accidentes de tráfico provocados por fauna salvaje los pagan las sociedades de cazadores, en otros países es el propio seguro del automovilista quien se hace cargo de la situación; aquí, en esto somos diferentes a todos los demás y nos estamos cargando la caza».

Insiste Tomás Yanes en la necesidad de realizar una buena gestión. «Las especies cinegéticas son muy sensibles y sufren una alto grado de depredación y también de intoxicaciones por consumo de sustancias que hay en el campo; hay que cuidar el medio ambiente y ser, todos, muy responsables».

Por su parte, José Antonio Prada, delegado provincial de Caza, subraya que «la agricultura moderna es incompatible con la caza». Y cita algunas labores «que hacen mucho mal», como por ejemplo «empacar y cosechar en horario nocturno».

Va más allá y apunta al uso de plaguicidas, «como una lacra para algunas especies cinegéticas». Resalta que los cazadores «llevan años denunciando algunas situaciones que nos parecen sangrantes y nadie nos ha hecho caso; ¿dónde están los ecologistas, qué pasa, acaso perdices o liebres no importa si mueren o no?».

José Antonio Prada denuncia que hay productos «extremadamente dañinos». En este sentido, cita algunos insecticidas y fungicidas. Las peores sustancias, según él, para las especies cinegéticas «son algunas que se utilizan en el blindaje de semillas, esas son muy peligrosas».

La Delegación Provincial de Caza hace un llamamiento a «quienes diseñan la Política Agrícola Común», para que «se incluyan primas o subvenciones especiales dentro de las ayudas PAC, dirigidas a quienes cumplan unos requisitos medioambientales que beneficien a las especies cinegéticas, sería la única manera de mantener viva la actividad y toda la riqueza que genera, sobre todo en el ámbito rural».

Lorenzo Masero, presidente de la Asociación del Galgo de Castilla y León, se queja de la poca consideración de la caza con galgo. «Parece que la Administración no se de cuenta de la gran cantidad de personas que mueven las competiciones galgueras; miles de personas asisten todos los años a las carreras; y sin embargo, esta actividad no es apoyada como corresponde, cada año hay más requisitos y la actividad se encarece, eso supone un tapón insalvable para el relevo generacional».

Masero reivindica «un mayor aprecio social» de la caza con galgo. «Esta modalidad siempre ha servido para seleccionar dos especies y hacerlas más fuertes, asegurando su continuidad». Insiste en la necesidad de controlar el robo de galgos; «una lacra que está ahí y que va a más».

Los galgueros de toda España llevan años reivindicando una cambio en la legislación para endurecer las penas que castigan a los ladrones de galgos. «Estamos permanentemente en vilo, no es justo que tengamos nosotros más miedo que quienes roban animales».

 

 

 

 

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