En la prensa

Desconcierto de los cazadores navarros ante la obligación de contratar guardas

Fuente: diariodenavarra.es

Desde el pasado 1 de febrero, los 200 cotos de caza existentes en Navarra deben contratar a un guardia que realice labores como la relación de especies o el control de los daños a la agricultura. Según la Asociación de Cazadores de Navarra (ADECANA), esta medida supondrá un desembolso inasumible por los acotados, por lo que destaca la importancia de que tenga carácter voluntario. 

 

Estos cambios están regocidos en la Ley Foral 17/2005, de 22 de diciembre, de Caza y Pesca de Navarra, la cual establece la obligatoriedad de la contratación de Guarderío de Caza por parte de las Asociaciones y Sociedades de Cazadores. Esta norma ha sufrido cuatro moratorias desde su aprobación en 2005, la última de las cuales finalizó el pasado 31 de enero. 

Esta ley obliga a los cotos navarros a disponer de guardias por cada 15.000 hectáreas de terreno en el sur de Navarra y por cada 25.000 en el norte de la Comunidad. El terreno puede pertenecer a varios cotos, con independencia de que sean o no colindantes.

Según el presidente de ADECANA, Carlos Irujo, la puesta en marcha de esta ley «supondría un coste de unos 37.000 euros al año» para cada coto. Este desembolso, según Irujo, sería inasumible para la mayoría de los cotos de caza de Navarra y conllevaría el «cierre» de los mismos, que en su mayoría son públicos, y su devolución a los ayuntamientos. 

La postura que defiende ADECANA es la «no obligatoriedad» de la medida, es decir que los cotos que lo deseen, como ocurre en la actualidad, puedan disponer de guardias si lo estiman oportuno para realizar labores de control de depredadores, llevar una relación de daños a la agricultura, recuento de ejemplares y otras tareas administrativas.

El presidente del coto del valle de Anué, Gregorio Urdániz, asegura que esta labor ya se realiza de forma «voluntaria» por los cotos de caza y agentes del Seprona de la Guardia Civil y de la Policía Foral, así como los técnicos de Medio Ambiente se encargan de comprobar su ejecución.

Urdániz destaca el importante impacto económico que esta medida supondría en los bolsillos de los acotados. Según él, conllevaría un aumento del 40 por ciento, lo cual, sumado al aumento del impuesto municipal sufrido este año, que por ejemplo en Anué ha pasado de 6.000 a 14.800 euros, daría pie a que muchas personas tengan que dejar de cazar, lo que convertiría la caza en una actividad elitista. 

La pérdida de cazadores en un coto, según Urdániz, tendría repercusión en su función de mantenimiento del equilibrio ecológico de poblaciones como el jabalí, el ciervo o el conejo, cuyo aumento afectaría tanto a la agricultura como al medio ambiente, así como a la accidentabilidad. 

Gregorio Urdániz desgrana en el blog de ADECANA la opinión de esta asociación sobre la ley, así como algunas propuestas de mejora.

Además, desde ADECANA se ha enviado un correo electrónico a representantes de decenas de cotos navarros para explicar las repercusiones de la puesta en marcha de esta ley, y en los útlimos días numerosos cazadadores se han puesto en contacto con ellos para recibir información. 

La temporada de caza, que en estos momentos se reduce al jabalí, toca a su fin, el próximo día 24 de febrero.

 

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