En la prensa

Las guerras del marfil conducen a China

Fuente: BBC Mundo – 12/04/2012

A pesar de una prohibición vigente desde hace 23 años al comercio internacional de marfil, los elefantes siguen siendo cazados por sus preciados colmillos. Gran parte del material termina siendo vendido en China.

El futuro del elefante africano, el animal terrestre más grande, podría estar en riesgo. El año pasado se registró el mayor número de incautaciones de grandes cantidades de marfil ilegal en más de dos décadas. De Kenia a Zambia, las autoridades africanas se enfrentan a una continua batalla con los cazadores furtivos.
Por ejemplo, en la República Democrática del Congo, donde el Gobierno es más débil, la población de elefantes está siendo más afectada, con miles de ejemplares muertos cada año.
Los conservacionistas advierten de fuertes caídas en la población y temen que menos de 20.000 elefantes de bosque de la región sobreviven en la cuenca del Congo.

China, destino atractivo para el marfil furtivo
En Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo, el marfil cazado furtivamente está abiertamente a la venta en grandes mercados no regulados.
Aunque los comerciantes se resistían a ser filmados por un equipo de reporteros de la BBC, un periodista chino encubierto trabajando para el programa Panorama de la BBC atrajo rápidamente la atención de los vendedores al usar la palabra “China” para el marfil.
En uno de los mercados, al reportero le ofrecieron colmillos completos de marfil en bruto, incluyendo una pieza gigante de alrededor de 1,5 m de largo, por 10.000 dólares.
Tom Milliken, un activista en campañas contra el comercio ilegal de marfil, no se sorprendió por los resultados de Panorama. «Estos mercados son frecuentados por comunidades de expatriados y empresarios de China», dijo.

Kenia como ‘centro logístico’
«Hemos estado en el mercado de Kinshasa, donde hemos estimado que en un solo día el marfil de más de 200 elefantes ha estado en las mesas para la venta», agregó.
El marfil cazado furtivamente en el Congo o en otros países a menudo se envía a través de Kenia. A pesar de los esfuerzos policiales, casi el 85% de marfil confiscado en todo el mundo que puede ser rastreado llegó o pasó a través de África oriental, en gran parte a través del aeropuerto internacional de Nairobi.
Los funcionarios de Kenia no tienen ninguna duda de su destino. «El noventa por ciento de todas las personas que hemos detenido en los aeropuertos transportando marfil son chinos», aseguró Julius Kipngetich, director del Servicio de Protección Natural de Kenia. «Los destinos de todo el marfil de contrabando son siempre los países vecinos alrededor de China.»

Hasta mediados del año pasado Malasia no había hecho una sola confiscación grande de marfil en casi una década. Desde entonces se han realizado varias incautaciones que suman un total de seis toneladas de marfil, procedentes, aproximadamente, de 700 elefantes.

Las irregularidades en las tiendas de marfil ‘legales’ en China
Pero Malasia es apenas uno de una serie de puestos de aprovisionamiento para el marfil. La mayor parte está en camino a China, donde se ha comercializado y atesorado durante siglos y sigue estando disponible legalmente a causa de un acuerdo internacional aprobado.
Una prohibición de 1989 impide el comercio internacional, pero en 2008 a China y Japón se les permitió hacer una compra única de marfil de origen legal de África, siempre que se diera una adecuada regulación del mercado interno.
Cada tienda de marfil debe ser registrada oficialmente con las autoridades, y se supone que todos los elementos expuestos en las vitrinas deben tener su propia tarjeta de identificación, para que cada pieza de marfil se pueda rastrear después de la venta.
Pero los periodistas del programa Panorama de la BBC no tuvieron dificultad para comprar marfil sin certificación en una de las tiendas aprobadas por el Estado, con licencia de las autoridades para vender marfil, que existen en un buen número de ciudades chinas.
En la Tienda de la Amistad, en Guangzhou, un equipo encubierto de la BBC encontró muchos artículos sin certificado en la vitrina. El equipo compró un broche de collar de la tienda, que cuesta alrededor de 25 dólares, pero la tienda no emitió una tarjeta de identificación con él, por lo que es imposible probar que el marfil era legal.
Los resultados están en línea con otros informes sobre las ventas de marfil en China, incluyendo al experto en el comercio de marfil Esmond Bradley Martin.
«Lo que encontramos en Guangzhou fue que el 63% de los artículos no tienen la debida identificación», señaló.
De acuerdo con la Tienda de la Amistad, todos sus productos de marfil cumplen con las regulaciones, y tenían toda la documentación necesaria en el día en que la BBC filmó.

El mercado negro
Lejos de las tiendas legales, el equipo del programa Panorama de la BBC también pudo acceder a marfil en el mercado negro chino. Un comerciante ofreció 15 artículos de marfil por un valor de casi 75.000 dólares, diciendo además que podrían ser entregados en 24 horas.
No se ha encontrado hasta ahora un enlace directo entre las ventas legales y el aumento de las muertes de animales o el comercio. Pero los activistas temen que la existencia de un comercio legal está ayudando a dar cobertura a un mercado negro mucho más extenso.
La decisión de permitir que más marfil legal entrara al país en 2008 empeoró la situación, de acuerdo con Grace Ge Gabriel, del Fondo Internacional para el Bienestar Animal.
«Hemos encontrado que cada actividad legal viene con casi seis actividades comerciales ilegales. Así que este mercado interno ofrece oportunidades para el blanqueo de marfil obtenido ilegalmente», dijo.
En un comunicado, el gobierno chino dijo que tenía una «posición coherente y firme para luchar contra el comercio ilegal de marfil». Dijo que las posibles infracciones individuales no deben ser usadas para negar «los esfuerzos y avances que China ha hecho».
El debate sobre el comercio legal de marfil está al borde de reiniciarse a finales de este año, cuando se espera que más países africanos presenten solicitudes para vender marfil almacenado.
Los partidarios dicen que los países que protegen adecuadamente sus elefantes deberían poder sacar provecho de ello. «Es vital que la población local y los países donde los elefantes están presentes en grandes cantidades obtengan un beneficio, un beneficio económico del uso de marfil», dijo Robin Sharp, del Grupo Especialista Europeo en Uso Sostenible.
Pero los opositores sostienen que las ventas impulsarán aún más la demanda, y temen además que el auge económico chino haga que continúe existiendo un mercado en constante crecimiento. «¿Qué está en el corazón de la matanza ilegal de elefantes en África? Dinero», concluye el Dr. Bradley Martin.
Asegurar el futuro de los elefantes de África significa no sólo derrotar a los cazadores furtivos, sino también luchar contra el mercado negro de venta en el otro lado del mundo en China.

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