Fuente: laregion.es
El crecimiento incontrolado del número de corzos causa cuantiosos daños a las plantaciones de árboles nuevos del oriente ourensano. ‘Hai moitísimo corzo. Nas plantacións novas o estragan todo’, protestó un ganadero de Viana. José González, propietario de una plantación de olivos en Petín, corroboró la importancia de los daños causados por estos animales y explicó que tuvo que construir un cierre para evitar la amenaza.
Los corzos arrancan la corteza de los árboles jóvenes y tiernos. La muerden o se restriegan con ella desprendiéndola y provocando la muerte del árbol. ‘Ríllanlle a cortiza e matan a árbore porque non sube a savia’, explicó María Páez. La secretaria comarcal de Unións Agrarias en Viana criticó la falta de ayudas de la Xunta y, más concretamente, de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras.
María Páez afirmó que el aumento de la población de corzos contribuye a crear un problema que agravan los ataques de jabalíes y lobos. Añadió que la explotación ganadera que posee en Viana fue una de las que sufrieron agresiones del lobo, un animal que tiene más fácil matar un ‘becerro’ de pocos días a enfrentarse al jabalí. ‘Alguén terá que facerse cargo dos danos!’, protestó.
‘Estase rompendo a cadea natural. Isto xa é a selva’, afirmó Pedro Rodríguez, coordinador de Xóvenes Agrícultores en Trives. Mostró su preocupación por el aumento del número de estos animales y confirmó el cambio de los hábitos del lobo. ‘Ten máis facilidad para matar os becerros’, dijo.
Agricultores y ganaderos únicamente disponen del Agroseguro para paliar los daños causados en sus huertas o plantaciones de árboles por corzos y jabalíes o bien para suplir los animales muertos por los lobos. Sin embargo, son muy pocos los suscriptores de estas pólizas.
Caza
Los propietarios de explotaciones agrarias o ganaderas solo pueden recurrir a las esperas y recechos para detener el avance de estas especies. Los cazadores pueden realizarlos en determinados periodos y siempre con el permiso de la Xunta. ‘No hay superpoblación de corzos, pero sí hay mucho’, aseguraron fuentes valdeorresas de un tecor (territorio cinegéticamente ordenado), el equivalente a los antiguos cotos. Añadieron que la Unión de Tecores e Cazadores Galegos (Unitega) planteó una alegación al anteproyecto de Lei de Caza de Galicia, de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza. Solicita variar y ampliar los periodos en que se permite su caza.
La prohibición es total en el caso del lobo. La especie está protegida por la directiva europea 92/43CEE de conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres. Pero el aumento de ejemplares en los montes gallegos también preocupa a Unitega, que reclamó un censo a la Xunta. El último, que data de hace una década, reflejaba un máximo de poco más de 600 lobos en Galicia, un número que, según el colectivo, es inferior al real.