En la prensa

La liebre y el conejo reaniman la campaña

Fuente: diariodeleon.es

Las malas sensaciones recogidas en la apertura de la temporada de caza menor se van confirmando a medida que se conocen nuevos resultados en los acotados que abrieron una semana mas tarde.

Tras las primeras jornadas en las que la lluvia y el viento acompañaron a los cazadores, parece que el otoño se prolonga. De nuevo estos dos meteoros son la nota dominante y, si bien el agua caída no encharca todavía los campos ni dificulta el tránsito por los mismos, si resulta molesta, especialmente en el monte.

Pese a todo, los aficionados siguen saliendo a cazar en estas primeras jornadas en las que los bandos de perdiz ya han sufrido merma considerable. Quedan lejos las piñas de seis y hasta siete perdices que se veían hace años. Con suerte una o dos «patirrojas», pues en algunos acotados la media es sensiblemente inferior.

No se podría afirmar categóricamente que nos encontramos ante un pésimo año de perdiz, pues las diferencias son notables según las comarcas. Sí que se puede afirmar en los cotos más emblemáticos de Tierra de Campos, los bandos están menos nutridos que otros años y además se están cobrando pájaros viejos, lo que permite diagnosticar que no han criado bien.

Sin embargo, tanto la liebre como el conejo de monte se han mostrado generosos desde Algadefe a Villaquejida o Toral. El deseo de conservar las perdices está llevando a restringir los días de caza a los domingos en bastantes acotados e incluso a salir cada quince días, también a limitar los horarios de caza. La liebre es otra historia. Tras la veda a que se sometió en gran parte de los acotados parece que se ha conseguido recuperar definitivamente.

Con galgo

En muchos pueblos de la provincia de León existe todavía una notable afición por la caza de la liebre con galgo. En este tipo de caza es imprescindible que la acción de cazar se realice en campos abiertos, sin maleza ni obstáculos que impidan una carrera limpia para los perros. Pues bien, es precisamente en estas zonas de secano, con barbechos y rastrojeras, donde menos liebres se veían en pasadas temporadas y donde mejor se están recuperando. Tampoco la liebre es un animal que prolifere y se reproduzca tan rápido como el conejo. A lo largo del año puede tener dos o tres partos a lo sumo, con dos lebratos de promedio. En el mejor de los casos es cuestión de tiempo y privaciones recuperar a la veloz y simpática «rabona». Las alegrías de nuevo las está dando el conejo de monte. Parece que las epizootias de la mixomatosis y hemorragia vírica, que le llevaron a extinguirse en muchos «pagos» conejeros, están remitiendo o los conejos se están haciendo inmunes, pero lo cierto es que el roedor campea y montea de nuevo para satisfacción de los cazadores y, a veces, indignación de los agricultores.

Y mañana sábado, día 9 de noviembre, se celebrará en los acotados de Bustos y Tejados el campeonato provincial de caza menor con perro. Entre dieciséis y veinte participantes, representando a sus clubes federados, competirán en este difícil terreno para conseguir el preciado título y de paso poder acudir al autonómico. En pasadas ediciones bastaba a veces una perdiz para conseguir la clasificación. En esta ocasión las previsiones apuntan de forma parecida.

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