En la prensa

El cerdolí: el laboratorio de Frankenstein en los montes de España

El jabalí (Sus scrofa) es una especie que lleva conviviendo con el hombre prácticamente desde siempre. La captura y selección de ejemplares atendiendo a características útiles para su aprovechamiento, como la ausencia de pelo o colmillos, llevó a la aparición de los cerdos que se crían para alimentación, publica cienciaybiologia.com.

Existen numerosas variedades de cerdos, pero todas ellas siguen perteneciendo a la misma especie que la variante silvestre, el jabalí, y por tanto pueden reproducirse entre ellos. El cerdolí es uno de estos híbridos, fruto de la unión amatoria entre un cerdo vietnamita y un jabalí salvaje.

Los cerdos vietnamitas no supondrían un problema al medio ambiente si se hubieran quedado en Vietnam, pero su popularidad como mascotas y los posteriores abandonos de los animales llevaron a que hibridaran con ejemplares salvajes de jabalí, dando lugar a cerdolíes.

El cerdo vietnamita como mascota

Los cerdos, pese a que puedan parecer animales sucios por su tendencia a comer residuos y darse baños de lodo (los cuales tienen la finalidad de mantener la piel libre de parásitos), son unas mascotas bastante populares. Se trata de animales dóciles y con una inteligencia relativamente alta en el reino animal.

No obstante, el gran tamaño que alcanzan los ejemplares adultos no los hace recomendables como mascotas en pisos o casas pequeñas. Existen algunas variedades de cerdos que son criadas para su venta como mascotas, una de las cuales es el cerdo vietnamita.

La popularidad de estos animales se debe en parte al actor George Clooney, que tenía un cerdo vietnamita llamado Max como mascota. Tras la aparición de Max en la alfombra roja de Hollywood, las ventas de estos animales se dispararon.

Lo que poca gente sabía entonces era que los cerdos vietnamitas no son pequeños durante un tiempo indefinido, sino que crecen. Cuando Max murió, a la respetable edad de 18 años (el récord mundial para un cerdo son 21 años de edad), pesaba casi 140 kilos y tenía numerosos problemas de salud derivados de su peso.

Los abandonos de mascotas son un problema que se repite año tras año en nuestro país, especialmente en la época vacacional. Uno de los principales motivos para esto es que las mascotas crecen y sus dueños se ven incapaces de mantenerlas.

Algunos animales van a parar a protectoras, mientras que otros no tienen tanta suerte y son dejados en libertad. Esto supone un gran problema para los animales, ya que no son capaces de adaptarse a la vida salvaje y pocos logran sobrevivir.

En el caso de los cerdos vietnamitas, que son abandonados al alcanzar su tamaño adulto, la supervivencia en la naturaleza no supone una dificultad. Su dieta les permite alimentarse de cualquier cosa, son corpulentos y no tienen depredadores. No más que los jabalíes, cuyas poblaciones en España se han disparado debido a la desaparición de los lobos y únicamente son controladas mediante la caza.

El cerdolí como especie invasora

Pese a que el cerdo vietnamita y el jabalí pertenecen a la misma especie, la hibridación de ambas variedades de cochino produce una serie de problemas ambientales.

El primero, relacionado con el crecimiento de las poblaciones de jabalí en ausencia de depredadores, es que la hembra de jabalí tiene uno o dos periodos de apareamiento al año, mientras que la hembra del cerdo vietnamita tiene uno cada mes. Esto aumenta el número de crías que se producen y contribuye a que las poblaciones crezcan sin control.

En segundo lugar, la mezcla de caracteres entre ambas subespecies da lugar a la degradación genética de los jabalíes silvestres. Es decir, se pierden con el paso de las generaciones aquellos caracteres que han sido seleccionados de manera natural por permitir al jabalí adaptarse a su hábitat de una forma óptima. Esto puede poner en peligro a la especie a largo plazo, dando lugar a poblaciones híbridas mal adaptadas.

Además, existen diferencias de comportamiento entre el jabalí y el cerdo vietnamita que se transmiten a los descendientes híbridos. Por una parte, los jabalíes tienden a ser animales de vida nocturna, mientras que los cerdos domésticos desarrollan sus actividades de día.

Como consecuencia de su hibridación, los cerdolíes están activos de forma irregular a lo largo de las 24 horas. Otra diferencia entre ambos es que los jabalíes son animales huidizos, mientras que los cerdos vietnamitas están acostumbrados a los seres humanos.La consecuencia de estos dos rasgos es que los cerdolíes tendrán una mayor actividad durante el día y serán más propensos a acercarse a las zonas de cultivo para alimentarse, por lo que podría aumentar el número de accidentes de tráfico debido a que los animales invaden las carreteras.

Esto ya supone un problema en la actualidad, con varias víctimas mortales al año debido a atropellos de jabalí, y podría empeorar si aumentan las poblaciones de ejemplares híbridos. Aunque, claro está, por ahora esto es pura teoría.

Finalmente, una diferencia interesante entre el jabalí y los ejemplares híbridos es que estos últimos apenas tienen aprovechamiento culinario, al ser su carne muy grasa. Por este motivo, la efectividad de la caza a la hora de erradicar a los ejemplares híbridos silvestres está mermada.

Diversas asociaciones de cazadores han solicitado a las administraciones que se les permita eliminar a los ejemplares silvestres de cerdo vietnamita y a los híbridos de cerdolí, fácilmente distinguibles de los jabalíes.

Por ahora la caza parece la única forma de lidiar con este problema. Sin embargo, las administraciones públicas no lo ven completamente claro. En la Comunidad Valenciana y Aragón se ha autorizado la caza de cerdolí sin ningún tipo de limitaciones, ya que los ejemplares silvestres suponen un problema medioambiental y este debe atajarse antes de que las poblaciones aumenten.

Por otro lado, en Galicia la Xunta ha desestimado la petición de los cazadores de realizar batidas de cerdolí, al no estar clasificado como especie de interés cinegético. Por otra parte, puesto que el cerdo vietnamita está catalogado como especie doméstica, su caza está prohibida.

Quien mate un ejemplar durante una cacería se expone a multas de hasta 6.000 euros. En este caso, las administraciones no sólo no ayudan a solucionar el problema sino que ponen trabas.

Las especies exóticas puestas en libertad pueden convertirse en invasoras si las condiciones son las apropiadas. Por este motivo, la gente que adquiera un animal exótico debe ser consciente de la responsabilidad añadida que esto supone al mantenimiento de una mascota.

En cualquier caso, se trate de una especie exótica o no, el abandono de mascotas es reprobable y está perseguido por la ley.

Fuente: 
cienciaybiologia.com
Frantz, L (2015). “Evidence of long-term gene flow and selection during domestication from analyses of Eurasian wild and domestic pig genomes”. Nat. Genet. 47: 1141–8.
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/pontecaldelas/2016/08/20/cerdolin-amenaza-fauna-salvaje/0003_201608P20C5991.htm
https://www.diarioinformacion.com/benidorm/2016/03/27/cerdoli-pone-peligro-mayores-purezas/1743387.html

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.