En la prensa

Los dueños del podenco muerto de Chiva acusan a la concejala de Podemos de intento de robo

Los propietarios de Opaca, la cachorrita de podenco portugués que falleció horas después de ser entregada a sus dueños, han denunciado ante la Guardia Civil a la responsable de Huellas Callejeras Chiva, Cristina Suárez –que también es edil de Podemos en el mismo municipio– por, supuestamente, haber intentando apropiarse de su perra.

El animal fue perdido el pasado martes 20 de junio y, según la narración de una de los propietarios, María José Soler, estuvieron buscándola hasta que una mujer se puso en contacto con ellos el jueves al verla en un cartel y les dijo que, tras haberla cuidado, había dejado el can en manos de Cristina Suárez, de la protectora Huellas Callejeras Chiva. Entonces contactaron con Suárez y quedaron en que el viernes por la noche se la devolverían.

Cinco minutos antes de la hora citada para la entrega del perro, Suárez se habría puesto en contacto con la propietaria para decirle que se les había escapado en un despiste, según explican. Sin embargo, los dueños desconfían por completo de que eso ocurriera así.

Al hablar de nuevo con la primera persona que dicen que se encontró a Opaca, ésta les envió una serie de mensajes de voz por Whatsapp en los que la concejala, al parecer, sugería la idea de llevarse el perro a Ciudad Real, colocarle un microchip de la protectora y enviarla incluso al extranjero. Según denuncian, el motivo es que había descubierto que los propietarios pertenecen a la sociedad de cazadores, por lo que no querría devolverles el animal, algo que insisten que corroboran las grabaciones que ya han puesto a disposición de la Guardia Civil de Chiva.

No obstante, al final, afirman que Suárez accedió a devolver el perro y lo depositó el domingo por la noche en la Policía Local, donde pasó la noche metido en un transportín. El lunes, los dueños intentaron hacerse con él, pero no tenían todavía la documentación oportuna para poder dárselo. En ese período, indican que, al parecer, el can fue trasladado a la perrera El Corralet, en Vinaròs. El martes, finalmente, Opaca volvió con sus dueños, que advirtieron de su mal estado. Horas después falleció.

Suárez defiende su actuación

La concejala Cristina Suárez explicó en un extenso comunicado en las redes sociales que ella misma salvó a la perra el pasado miércoles y que tardó en entregársela a sus dueños porque no tenía microchip –aunque sí un tatuaje de identificación, que según explica, es insuficiente según la legislación actual–.

Tras seguir el protocolo accedió a devolverla cuando la Policía Local aseguró que el dueño traería la documentación de la compra del animal en Portugal, pero reafirma que el can se escapó. Una vez lo encontró de nuevo, insiste en que cuando la llevó a la Policía «estaba perfectamente bien, contenta y alegre». También cargó contra la perrera en la que estuvo antes de la recogida: «No está nada claro cómo estuvo en la perrera, en qué condiciones y cómo salió».

Fuente: levante-emv.com

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