En la prensa

La ‘ruina’ de capturar monteses: Madrid pasa de pagar 221 a 1.375 € por ejemplar al usar drones

Una empresa privada cobró en dos años 45.600 euros por coger 206 bóvidos en la sierra de Guadarrama. La empresa pública Tragsa ha cobrado 71.500 euros por capturar 52 en solo un año.

Desde octubre de 2016, la Comunidad de Madrid no puede abatir ningún ejemplar de cabra montés en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. El juzgado de lo contencioso administrativo número 32 de Madrid paralizó entonces el plan que había diseñado el Gobierno regional para controlar la población de bóvidos, disparada en la sierra madrileña, y que preveía sacrificar unos 3.200 ejemplares en cinco años. La medida judicial sigue vigente y el Ejecutivo autonómico solo puede capturar ejemplares vivos para venderlos o matar aquellos que están enfermos.

El problema es que los costes de estos trabajos se han disparado, según la documentación a la que ha tenido acceso El Confidencial. La Comunidad de Madrid lleva años firmando encomiendas de gestión con Tragsatec, filial de la empresa pública Tragsa, para «el seguimiento y control de la población de cabra montés en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama». En 2015 y 2016, Tragsatec percibió 124.997 euros cada año (249.995 euros en ese bienio) por ese encargo, aunque subcontrató la captura en vivo de las cabras a una empresa privada especializada, Tracani, que cobró 45.600 euros en esos dos años por coger 206 animales.

Cada ejemplar capturado salió así a 221,3 euros. En noviembre de 2016, la Comunidad de Madrid nombró como director general de Medio Ambiente a Diego Sanjuanbenito (su primo es director del parque nacional), que renovó la encomienda de gestión con Tragsatec para el año 2017 por 190.986 euros (un 52% más cara que la anualidad anterior, los 124.997 euros pagados en 2016). Tragsatec ya no ha subcontratado el trabajo de captura, sino que lo hace con personal propio. Del presupuesto total, Tragsatec destina 71.500 euros a la captura de los animales. A punto de finalizar 2017 se han cogido 52 cabras, por lo que cada ejemplar ha salido a 1.375 euros, seis veces más que cuando lo hacía la firma privada.

Tragsatec es una empresa líder en nuestro país en el ámbito de la sanidad ganadera, agrícola y forestal y lleva años trabajando para la Comunidad de Madrid. Dentro de poco, el Gobierno de Castilla-La Mancha va a firmar una encomienda de gestión con esta filial de Tragsa para que también lleve todo lo relacionado con sanidad animal en parques públicos y protegidos dependientes del Ejecutivo autonómico.

Para la Consejería de Medio Ambiente las cuentas no son tan sencillas, ya que la encomienda de 2017 a Tragsatec «incluye trabajos adicionales y no solo el control de la población de cabras mediante captura». Según un portavoz de la consejería, la filial de Tragsa también está haciendo «un nuevo planteamiento para el control de la población, que debido a la decisión judicial no puede incluir el sacrificio; está rehaciendo capturaderos; está elaborando un censo completo junto a expertos de la Universidad Complutense, y está ultimando una estrategia de seguimiento junto con el centro de investigación del parque nacional». El censo anterior, parcial, era del año 2014.

Por ejemplo, el presupuesto global (190.986 euros) se desglosa de la siguiente manera: 88.867 euros para el control de los núcleos de población (asesoramiento técnico y coordinación de los trabajos); 30.608 euros para el censo de ungulados, un trabajo para que el que se están usando drones en zonas de alta montaña; 12.688 euros para las actuaciones previas a la captura en vivo (vigilancia, mantenimiento y preparación de los capturaderos), y 58.821 euros para el propio trabajo de captura, traslado, control sanitario y cuarentena. Estos dos últimos bloques (los realmente relacionados con la captura) suman 71.509 euros. «Se están probando nuevos métodos con el fin de abaratar costes en el futuro llevándose a cabo, incluso, con medios propios del parque nacional», explican desde la consejería.

El censo parcial de 2014 fijó 3.324 ejemplares, aunque se estima que la población crece un 9% cada año, por lo que ya puede haber más de 4.300 animales (hay otra colonia en los Montes Carpetanos, en Alameda del Valle y Pinilla). La comunidad se dio cuenta de que tenía un serio problema en el año 2010, cuando la colonia superó las 2.400 cabras. Por eso se empezaron a capturar ejemplares para intentar repoblar otras zonas. En 2010 se cogieron 25 animales, cifra que subió a 49 en 2011. En 2012 no hubo capturas, pero en 2013 se cogieron 96 animales, 84 en 2014, 153 en 2015, 53 en 2016 y 52 en 2017. En total, 512 capturas.

Estos ejemplares han sido utilizados para que otros parajes naturales tengan su propia población de cabras. A la zona de El Atazar (Madrid) se han trasladado 172 bóvidos. A León, otros 10. Al igual que en Lleida y Asturias (10 en cada una). Ciudad Real ha recibido cuatro ejemplares y Navas del Rey (también en Madrid), tres. Francia es el mayor destino, con 200 cabras. La Ley de Tasas de la Comunidad de Madrid fija entre 1.000 y 5.000 euros el precio de venta de cada ejemplar, en función de la edad y el sexo. La comunidad también última un convenio con Ávila para incrementar las capturas y cederlas a la provincia. Es decir, que el presupuesto gastado tiene un cierto retorno.

El método de captura más habitual es utilizando cajones trampa, aunque también se pueden usar rifles anestésicos. Una vez capturados, los animales pasan un periodo de cuarentena y luego son trasladados a su nuevo destino. Suele ser el comprador quien asume los gastos de transporte. En el caso de Francia, por ejemplo, es el Parque Nacional de los Pirineos quien ha comprado más ejemplares. Este verano sucedió un episodio curioso durante el traslado de 11 cabras desde Madrid a Francia, cuando el transportista (una empresa especializada en llevar toros de lidia) se dejó olvidado un ejemplar en el camión y este viajó de vuelta a Madrid sin que nadie se diera cuenta. La cabra tuvo que hacer de nuevo el trayecto a Francia.

La comunidad también ha permitido en estos años la caza de cabras dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Tanto en cotos privados (antes de la prohibición judicial) como por motivos de salud. Entre 2010 y 2016 se han abatido 286 ejemplares51 de ellos con un sistema pionero con arcos. Los cuerpos suelen ser utilizados como carroña para dar de comer a otros animales, como los buitres. «Las cabezas están guardadas en dependencias de la consejería, no como trofeo de caza sino como patrimonio de la Comunidad de Madrid. Esto servirá para extraer datos de los ejemplares y para futuros convenios de colaboración con universidades y museos de ciencias con fines científicos y estudios de la evolución de la cabra montés en nuestra región», explican desde la comunidad. Estos trofeos se guardan en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS).

Mientras el juzgado número 32 toma una decisión definitiva sobre el plan de control de la población tras la denuncia de la asociación animalista Pacma, la colonia de cabras sigue creciendo, una media del 9% cada año. Dentro de tres años, el 5 de diciembre de 2020, la caza deportiva y comercial en las fincas privadas de los parques nacionales de España quedará por ley terminantemente prohibida. De momento, el Gobierno está promoviendo ya acuerdos con los propietarios de estas fincas privadas para calcular el coste de las indemnizaciones que la Administración tendrá que desembolsar por la pérdida de estos derechos, uno costes que podrían superar los 300 millones de euros. En el Parque Nacional Sierra de Guadarrama hay 24 cotos privados de caza y 19 zonas de caza controlada.

 

Fuente: elconfidencial.com

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