En la prensa

Los jabalíes que acuden a alimentarse a Barcelona se han vuelto agresivos

Un trabajo de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) señala que cada vez son más violentos hacia los humanos en los ‘distritos de montaña’.

Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) alerta sobre el aumento de la agresividad hacia los humanos de los jabalíes que buscan comida por las calles de la parte alta de la ciudad de Barcelona. El trabajo acerca de la presencia de estos mamíferos en zonas urbanas y periurbanas de la capital catalana ha certificado que cada vez es más habitual su presencia debido a las fuentes de alimento fácil, algo que conlleva distintos peligros para la población.

Según ha explicado a  el investigador de la UAB y principal autor de la investigación, Jorge R. López Olvera, la presencia de jabalíes «está sufriendo una tendencia al alza desde los últimos 30 o 40 años en Occidente en zonas donde el jabalí es una especie autóctona». En el caso de Barcelona, la invasión del jabalí afecta «sobre todo en los distritos ‘de montaña’, limítrofes con el Parque Natural de Collserola, como Horta-Guinardó, Sarrià Sant-Gervasi, Les Corts, Nou Barris y Gràcia», ha descrito el investigador de la UAB.

López, que es veterinario, ha señalado que este aumento demográfico «se debe en buena medida a que el jabalí en Collserola no tiene un depredador natural» y a que «toda regulación de la población pasa por la mortalidad antropogénica». «También ha influido el aumento de cambios de uso del suelo y el abandono del mundo rural, que ha permitido la reforestación de algunas zonas», aunque ha matizado que «no existe una correlación entre el aumento de jabalíes y la atracción hasta zonas urbanas».

Les atraen los comederos, las basuras y los parques

Para entender por qué los jabalíes bajan a zonas urbanas, el autor de la investigación ha apuntado que «hay que tener presente las fuentes de alimentación. Hemos visto que la alimentación directa, los comederos de colonias de gatos, las basuras y las zonas verdes –ricas en lombrices, bulbos y agua– atraen a los jabalíes».

López ha avisado de que la presencia de jabalíes en zonas urbanas «puede causar destrozos de las zonas verdes y de mobiliario urbano, accidentes de tráfico, agresiones directas y la transmisión de enfermedades de zoonosis –que pueden compartir seres humanos, animales salvajes y animales de compañía–».

La situación puede agravarse en pocos años debido «al corto tiempo de relevo generacional de las piaras de jabalíes, que cada año producen una generación nueva capaz de adaptarse a la convivencia con el ser humano e incluso a verlo como una fuente de alimento que, si no se lo da, el jabalí puede exigírsela». Por eso, el investigador ha alertado de que el estudio ha observado «un aumento de la agresividad en una parte de los jabalíes que se alimentan de comida humana contra personas en casos en los que éstas llevaban comida consigo».

«Además, también hemos observado que, una vez acostumbrados a comer sólo comida humana desde jabatos no reconocen el alimento natural como tal, por lo que son capaces de pasar por zonas ricas en alimento natural e ignorarlas para volver a buscar en zonas urbanas», ha advertido el investigador.

 

 Fuente: lavanguardia.com

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