La publicación de un decreto por parte de la Junta de Castilla y León sobre el marco que establece los períodos mínimos de veda para las aves cinegéticas, abre la puerta a la posible ampliación de la temporada de caza de la paloma torcaz en el mes de febrero en el País Vasco. Ante la nueva situación, Adecap (Asociación para la Defensa del Cazador y Pescadores) y las federaciones de caza de Araba y Bizkaia están dispuestas a emprender las iniciativas necesarias para solicitar ese mismo reconocimiento por parte de las tres diputaciones forales de Euskadi.
El anexo publicado en el Boletín Oficial de Castilla y León señala que «estos períodos de veda pueden ser ampliados mediante las correspondientes órdenes anuales de caza». Esa actuación estará basada «bien por armonización de períodos hábiles de caza para grupos taxonómicos de especies, previa consulta de los estudios y referencias técnicas, científicas y legales, bien en función de las condiciones climáticas, sanitarias o bioecológicas de cada año o por motivos de adaptación a la realidad cinegética de Castilla y León para la conservación de las especies»
«Sería una noticia estupenda que en Euskadi también se consiguiese ampliar a febrero el período de caza de la paloma torcaz, ya que eso permitiría recuperar una actividad cinegética tradicional», según sostiene el vicepresidente de Adecap, Rufino Eizmendi. «Desde que en la temporada 1989-90 se prohibiese la caza que históricamente se practicaba durante el mes de febrero, las diputaciones volvieron a abrirla algunas temporadas pero desde hace varios años permanece cerrada».
La actualización del decreto referente a las especies y modalidades de caza en Castilla y León que contempla la posible modificación del período de veda, determina «el marco en el que se va a poder desarrollar el período de caza de la torcaz», según señala el presidente de la Federación de esa comunidad autónoma, Santiago Iturmendi.
Este documento establece la posibilidad de mantener abierta la caza de la torcaz, como hasta ahora, los meses de octubre y noviembre, pero contempla la apertura de la actividad también durante los 20 primeros días de febrero que «quedan fuera del período prenunpcial o de reproducción», tal y como apunta Iturmendi. Esa será precisamente la ampliación que solicitarán los representantes de la Federación de Castilla y León a los responsables administrativos de la Junta.
La medida se centra en las actividades cinegéticas que se desarrollan tanto desde los puestos fijos como desde los pasos tradicionales y no tradicionales.
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