Pepe Reina, «el humilde speaker de la selección», será, a sus 36 años, el jugador más veterano del vestuario de España en el Mundial. Su presencia refuerza el ambiente del grupo y es una figura esencial en el buen rollo que impera en la concentración.
El portero del Nápoles es una persona muy supersticiosa. Uno de sus rituales más curiosos es que, cuando jugaba en el Liverpool, la noche antes de los partidos, cenaba siempre lo mismo: dos sándwiches mixtos y una copa de vino. Le aportaba la seguridad que otorga la reiteración a los creyentes de la suerte y, además, le ayudaba a dormir tranquilo.
No era, en los años que pasó en la ciudad de los Beatles, la única superstición de Reina. En cada día de partido, acudía a echar gasolina a su coche aunque este no lo necesitara. Siempre en la misma gasolinera. Después, acudía a Anfield y aparcaba en la misma plaza: la número 39.
Quizá de esa superstición le viene su obsesión con estudiar a los rivales en los penaltis. Gracias a su exhaustivo control, España accedió a semifinales del Mundial de Sudáfrica: le dijo a Casillas por dónde tiraría su penalti Cardozo.
Más allá del fútbol, una de las aficiones con las que más disfruta es la caza. De toda la vida le ha acompañado la cinegética. A los 13 años se introdujo en el mundillo y, aunque ahora no puede disfrutarla tanto como le gustaría, siempre que tiene oportunidad se funde con el campo y los animales.
De hecho, en alguna ocasión, él mismo ha bromeado con esta pasión: en ocasiones, al ‘cazar’ un balón aéreo, ha anhelado tener un arma en ese momento para que fuese más fácil atajarlo.
El ‘cazador supersticioso’, además de showman, speaker y presentador, si no fuera futbolista, quizá pudiera ser actor. Una profesión en la que ya ha hecho sus pinitos. En anuncios de televisión ha sido muchas veces estrella y siempre da juego en los rodajes con sus continuas bromas. Una cualidad que llevó al director Javier Fesser a contar con él para su corto: «INVICTUS. El correo de César».
Pepe Reina vivirá en Rusia su tercer Mundial. Aunque nunca ha sido titular, muy pocos se imaginan la España campeona sin la presencia de su maestro de ceremonias.
Fuente: 20minutos.es
