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“La caza no perjudica a nadie, al contrario, hace un bien al mundo rural y a la naturaleza”

La media veda que ha empezado esta semana (hasta el 15 de septiembre) da paso a una temporada de caza con mejores perspectivas que la pasada, en la que la buena noticia es la recuperación de la perdiz. El sector también estrena ley cinegética y pide respeto por boca de Manuel Aranda, delegado en Ciudad Real de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha que habla en esta entrevista de la afición más popular en la provincia.

La caza, el deporte que más se practica en los pueblos de Ciudad Real, acaba de estrenar temporada. Bueno, solo en parte. Este martes se abrió la media veda para aves migratorias: tórtola, codorniz y paloma torcaz; y en mes y medio (8 de octubre) lo hará la veda general en una temporada con mejores perspectivas que la anterior.

“El año pasado llegó el mes de diciembre y prácticamente no se podía fumar un cigarro en el campo, algo que no pasaba cuando era joven, octubre significaba que cambiaba el tiempo y ahora no es así”, señala Manuel Aranda (Piedrabuena, 1949), delegado en Ciudad Real de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha y apasionado de una actividad que en su opinión sólo se puede criticar desde el desconocimiento. “La caza no perjudica a nadie, al contrario, hace un bien al mundo rural y a la naturaleza”.

De 68 años, Aranda pertenece a esa generación que se curtió en el campo, como su padre y su abuelo, algo que comparte con más del 90% de los hombres nacidos en posguerra en la provincia: “Mi abuelo fue guarda de caza y mi padre también, trabajaba en la finca Gargantón, en Piedrabuena, yo me crié allí hasta que me fui a estudiar fuera. Mis vacaciones eran estar en el campo y cazar”.

La caza, cuestión de subsistencia

Entonces no se cazaba para decorar un salón o conseguir tal o cual trofeo, la caza era cuestión de subsistencia, como lo ha sido durante siglos para la humanidad, “muchas familias salían adelante por el furtiveo, ahora es un deporte, pero sigue siendo una actividad necesaria para controlar la especies”, remarca.

En gustos cinegéticos se define como “todoterreno”, esto es, le gusta tanto la caza menor como la mayor. “Soy un cazador deportista de verdad, lo que me gusta es disfrutar del campo y de los animales, no matar por matar ni disparar por disparar, con los años seleccionas más las piezas”.

Un día perfecto de caza: juntarse con amigos

“Salir al campo con un grupo de amigos, juntarse. La caza no es matar, es reunirse, tomarse un café y unas migas antes de empezar la mañana, buscar las piezas, y después disfrutar de una buena comida campera, pasar el día entre amigos. Los resultados son desiguales, lo importante es estar en el campo”, este sería para él un día perfecto de caza.

Pero Aranda ha tenido que vivir otras jornadas menos edificantes en el último año, como la del 15 de abril, cuando cazadores de toda España salieron a la calle para gritar: “Sí a la caza”, una manera de acallar las críticas que la cultura urbanita dominante está vertiendo contra este deporte, incluso en provincias tan cinegéticas y camperas como Ciudad Real.

“La caza es una actividad legalmente autorizada y regulada que no perjudica prácticamente a nadie pero hace un bien al mundo rural y la naturaleza. Si no cazáramos no sé lo que ocurría con las especies, nuestra actividad conlleva un control, se evitan daños en cultivos y accidentes en la carretera por la sobrepoblación de ciertas especies que podría dar lugar a enfermedades”. Aranda suelta todo esto del tirón, reconoce que nunca pensó que tuviera que defenderse de acusaciones tan graves como la de “asesino” por cazar, “pero es lo que hay”, comenta resignado.

Los “descontrolados” ataques a la caza

La manifestación del 15 de abril (la Federación de Caza reunió a varios miles de personas en Ciudad Real), sirvió al colectivo para hacer piña ante furibundos ataques que las redes sociales han amplificado. “Ataques a la caza nunca faltan pero lo de ahora se está descontrolando. Hemos tenido que soportar la muerte de una gran cazadora que se suicidó por las amenazas. Sólo le pido a esos grupos anticaza que nos respeten; me parece bien que defiendan una idea contraria la nuestra pero que respeten a los que no la compartimos”.

En Ciudad Real no ha habido situaciones de acoso graves, pero Aranda insiste en que los ataques son continuos. Su sede, por ejemplo, un pequeño bajo de la calle Palomares, está decorada desde hace mucho tiempo con una pintada de “asesinos”, “ni nos hemos molestado en quitarla, para que nos lo vuelvan a hacer”, afirma.

“Un cazador quiere a su perro como a uno más de su familia”

De todas las críticas lo que más le molesta son las que implican que los cazadores descuidan a sus perros. “Yo he llorado por la muerte de un perro, un cazador quiere a su perro como a uno más de su familia, no quiere decir que en este colectivo no haya gente que maltrate o abandone, pero si pasa es una minoría, como en cualquier otro”.

Pero el delegado de la Federación de Caza en Ciudad Real tiene otro argumento pro caza incontestable, “esos señores que critican la caza deben saber que están jugando con el pan de mucha gente. Prohibir la caza es eliminar muchos puestos de trabajo en España y en la región”.

De momento las cifras están a favor de los cazadores. Se estima que la caza genera un 30% de los empleos en Castilla-La Mancha y existen unas 20.000 licencias. Hay ochenta y seis sociedades federadas y entre noventa y cien cotos. Ciudad Real destaca en la comunidad como la provincia con más federados, “unos 5.500”, calcula el delegado.

La nueva Ley de Caza

La temporada que acaba de empezar lo hace con un cambio importante: la nueva Ley de Caza del Gobierno de Castilla-La Mancha, que en opinión de Aranda “se ha cambiado por motivos políticos cuando no había necesidad real puesto que sustituye a otra que ni siquiera se había aplicado”.

Dentro de la norma “hay que cosas que nos gustan y otras que no”, subraya. A la Federación  le satisface que los cotos federados o las sociedades deportivas se beneficien de una reducción de tasas de entre el 50% y el 65%, dependiendo del caso, y están radicalmente en contra la nueva política para erradicar el uso del veneno en el campo: condenar al coto en el que aparezca.

Venenos, se responsabiliza al coto

“La inmensa mayoría de los cazadores estamos totalmente en contra del uso de veneno para eliminar predadores, pero si en un coto de caza aparece y no se encuentra al autor el responsable no debería ser el titular del coto, debe ser el que lo haga. Nos exponemos a que si alguien quiere mal a su vecino lo perjudique de esta manera”.

Media veda: buena en paloma torcaz

Con todo este runrún ha empezado una media veda 2018 que se prevé muy buena en paloma torcaz “porque está en expansión total”, y no tanto en tórtola, especie que tiene una limitación: 5 por cazador y día (solo se caza jueves, sábado y domingo). También se puede cazar codorniz pero la realidad es que apenas hay y abatirla “requiere tiempo y paciencia”.

Y aunque falta un mes y medio para que se levante la veda, Aranda incide en la recuperación de la perdiz, una especie decadencia en los últimos años: “de momento se ven muy buenas polladas,  la climatología nos ha ayudado mucho. Esta primavera ha llovido mucho y ha tenido hierba, vegetación y refugio para esconderse de las alimañas”.

En el conejo el panorama es desigual mientras que en La Mancha hay plaga (está declarada zona de emergencia cinegética), en comarcas como el  Valle Alcudia, Sierra Madrona y los Montes Norte, tradicionales del conejo, está prácticamente extinguido.

En caza mayor, que también se practica en muchas sociedades de cazadores de pueblo, “esperamos una temporada bastante aceptable, pero todavía es pronto para hacer un pronóstico más certero”, subraya Aranda.

No fumar,  época de riesgo extremo

Y una recomendación para quienes van a salir a cazar en media veda: que no se fume en el campo y se tenga cuidado con los disparos, “estamos en peligro de incendios y es peligroso que caiga cualquier chispa”, remarca. La otra recomendación que debe ir en el ADN de cualquier cazador pero no está de más recalcar es la de tener contacto visual con el objetivo a abatir, “muchos accidentes se siguen produciendo por no mirar”.

Manuel Aranda lleva 21 años como presidente de la delegación de Ciudad Real de la Federación de Caza, su mandato finaliza en 2020, “son demasiados años ya, me gustaría que dentro de dos años venga gente joven con nuevas ideas y que esto vaya para adelante. Y si mi sustituto fuera una persona joven mucho mejor, es lo que necesitamos en la caza”.

Fuente: lanzadigital.com

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