En la prensa

Veinte animalistas denunciados en el Campeonato Provincial de Caza del Zorro en Pontevedra

Una veintena de ecologistas fueron denunciados este sábado por los efectivos de la Guardia Civil de las compañías de Lalín y Pontevedra que -apoyadas por la Usecic velaron ayer por la seguridad en la auténtica «guerra de guerrillas» que se libró el sábado en el marco del Campeonato Provincial de Caza do Raposo, según publica Farodevigo.es.
Organizado por la Federación Galega de Caza de Pontevedra en colaboración con los tecores de Cerdedo, Cotobade y Coirego, reunió en los montes de estos tecores a 300 cazadores y a 75 ecologistas llegados de los puntos más dispares de Galicia (como O Barbanza, O Salnés, A Coruña, Vigo y Tabeirós-Montes). 

El presidente de la Federación Galega de Caza en Pontevedra, Francisco Couselo, denunció en representación de los cazadores el ataque con pimiento picante que los propios animalistas habrían perpetrado a primera hora de la mañana contra los perros de cinco remolques para inutilizar su olfato de cara a la cacería; daños a vehículos de los cazadores (alguna rueda rajada por objetos cortantes y, en el caso de un coche en Bugarín, haberle rayado los dos costados, además de cubrirlo de excrementos de caballo y de leña); interrupciones constantes de la cacería (no solo haciendo ruido sino incurriendo en «ilegalidades» al adentrarse muchos activistas de manera temeraria en la zona de caza, exigiéndose la movilización de la Benemérita); además de constantes intentos de boicot (que habrían comenzado ya a primera hora de la mañana intentando sellar con silicona las cerraduras del pabellón de Cerdedo habilitado como punto de encuentro). A mayores, los cazadores denunciaban haber sido objeto de constantes insultos, peinetas, malos modos y muchos decibelios de ruido por parte de los ecologistas en una continua provocación que buscaba hacerles perder los nervios.

Realmente fue un auténtico «juego de zorros», que comenzaba ya de madrugada. Los ecologistas -mujeres en su mayoría- aseguraban haber estado por los montes ya de madrugada tratando de espantar a los zorros con petardos.

Tan pronto como las cuadrillas salieron de Cerdedo en dirección a los campos que le habían correspondido por sorteo, les siguieron para impedir que llevasen a cabo la cacería con ruidos que, según Couselo, tuvieron el efecto contrario: en muchos casos dejaron a los zorros sin vía de escape y los mandaron hacia las escopetas.

No todas las cuadrillas habían acudido con sus perros al punto de encuentro. Muchos de los 26 equipos participantes tiraron de estrategia de antemano para intentar despistar a los ecologistas. Por eso, en algunos casos solo fueron al pabellón un representante de la cuadrilla y el juez que debía empotrarse en otra rival.

Así lo hizo la cuadrilla que finalmente resultó vencedora, la de Escuadro, que concurrió bajo el nombre de Silleda I. Para cuando los ecologistas les localizaron en montes de Cotobade, ya habían abatido a dos de los 13 zorros que cayeron ayer en el campeonato. Y después tuvieron que ingeniárselas para despistarles y seguir cazando. Al final lograron tres piezas: dos machos y una hembra.

@ Bernabé / Juan Carlos Asorey

Subcampeona fue la cuadrilla Peña do Kin de Barro, tras abatir a dos hembras y un macho; y en tercera y cuarta posición se situaron Coto do Suído-Os Birras y Rías Baixas-Os Ferreiros respectivamente.

Fueron las más afortunadas de las 26 cuadrillas participantes. Otras 5 tuvieron que abandonar por el acoso animalista, más intenso en las zonas a las que era posible acceder en turismo como en Deán, donde una cuadrilla decidió guardar las escopetas y, ante la imposibilidad de cazar, ir a tomarse unos bocadillos para retomar la cacería más tarde en otra zona más alta. Y es que en los puntos más inaccesibles a los que solo era posible subir en todoterreno, los cazadores estuvieron más tranquilos.

En los demás casos, los animalistas acompañaron a las cuadrillas durante la cacería, según ellos pitando y generando mucho ruido y, según los cazadores, también cometiendo «ilegalidades» como adentrarse en la zona de caza, llegando a provocar en algún caso que no se le pudiese disparar a alguna pieza, ante el riesgo de que pudiese resultar herido algún ecologista.

Así las cosas, a lo largo de la mañana hubo momentos de tensión y al mediodía -cuando se suponía que se debía realizar el recuento de piezas en el pabellón aunque finalmente se hizo en otro punto- la Benemérita tuvo que establecer un cordón policial para impedir el paso de los ecologistas a la zona donde compartieron un almuerzo los cazadores. En el tecor de Cerdedo habían cazado cuadrillas como A Rocha (A Estrada), Forcarei, Lalín, Salceda de Caselas, Tomiño, O Salnés, Rías Baixas o Coto Suído, en montes de Quireza, Deán, Bugarín, Vilar, A Cavadosa y Barro.En los de Tenorio, Viascón, Borela y A Xesteira de Cotobade estuvieron A Lanzada, Tomiñense II, Ponte Bora, San Xoán de Poio, Salnés II, A Peneda de Soutomaior, Rías Baixas I y O Campo de Campo Lameiro. Y en los de Cuspedriños, Carballedo, Corredoira, Cádavo, Sacos, Cutián, Trabazo y Loureiro de Coirego cazaron cuadrillas de Forcarei, Silleda, Lanzada II, Caselas III, San Xoán de Poio, Ponteareas y Moraña.

Al término del campeonato, los animalistas anunciaron que uno de los activistas denunciará al cazador que presuntamente le habría propinado un puñetazo en la cara y le habría encañonado a él y a su compañera, irritado porque le seguían con un equipo de música. Esa presunta agresión habría tenido lugar en Borela, donde se personó la Benemérita antes de que el animalista afectado se desplazase hasta Povisa para recibir atención sanitaria con la intención, según la Asociación Animalista Libera! de presentar denuncia en los próximos días, adjuntando parte de lesiones y material gráfico que acreditaría el percance.

Fuente: farodevigo.es

 

 

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