Afirman que el contagio que se ha producido en humanos se debe a «un contacto negligente» de un venado infectado, y que solo hay dos casos contrastados.
La dirección general de Medio Natural aseguró ayer que las medidas que se han adoptado en Liébana para el control y vigilancia de la fauna salvaje ante la presencia de la sarna «son las adecuadas». El gobierno reaccionó ayer así ante la denuncia lanzada desde Cabezón de Liébana, donde se explicaba que la «mala gestión» que se hace del territorio en este tema había generado que venados infectados y moribundos se acercasen a los pueblos, produciéndose incluso el contagio en humanos. En cuanto a esto último, este departamento reconocía «dos casos» de personas con la enfermedad, pero asegura que se debe a un contagio por «contacto negligente» con un venado infectado, negando que exista un problema de salud pública asociado a esta patología. Frente a la situación generada en Liébana «por una enfermedad que es común y endémica en la fauna silvestre», apostillan, la Consejería de Medio Rural aseguraba ayer a El Diario Montañés «que no hay motivos para la alarma y mucho menos por su contagio en humanos».
Afirman desde el Ejecutivo cántabro, que la propia Dirección General de Salud Pública «niega la existencia de cualquier tipo de brote epidémico en humanos y asegura que no existe ninguna alerta al respecto».
Una aclaración que realizan tras las denuncias públicas del alcalde de Cabezón de Liébana, Jesús Fuente Briz, y del representante de las juntas vecinales de Liébana en la Junta Consultiva de la Reserva del Saja, Manuel Heras, explicando que los venados infectados se estaban acercando demasiado a los pueblos y que se conocían ya datos de contagio en humanos y algún otro en animales domésticos. Asimismo, criticaban el déficit de actuaciones de la Consejería de Medio Rural como administrador del territorio en la gestión sostenible del mismo y el control de enfermedades. En concreto, denunciaban la falta de medios con los que cuenta la propia guardería lebaniega para ponerle freno, asegurando que no se retiran los venados muertos para evitar la propagación de estas plagas, ni tampoco se ejecuta ningún tratamiento alternativo con insecticidas o piensos especiales para tratar a los animales afectados.
Contagio negligente
Por todo ello, ayer desde Medio Natural se realizaban algunas puntualizaciones en respuesta a las críticas recibidas por parte de los representantes lebaniegos en la Junta Consultiva de la Reserva, reconociendo la presencia de la enfermedad en la zona, pero negando que no esté controlada y puntualizando que «los dos únicos casos que se han dado en humanos se deben a un contacto negligente con un venado infectado, al tratar de obtener de manera no autorizada su cornamenta como trofeo de caza».
Respecto a la gestión que se está realizando sobre el control de la enfermedad en esta zona con especies protegidas, defienden que se ha utilizado el método «habitual en estos casos», en el que la guardería está siguiendo la evolución de la enfermedad y llevando a cabo las «medidas habituales» de gestión de la fauna y la eliminación de ejemplares infectados o sospechosos de estarlo, «aplicando, además, productos antiácaros en las zonas donde se encuentran estos animales y sus restos para evitar su propagación».
A la par, añaden que, desde 2016, la normativa de caza en Cantabria incluye una disposición que señala que, en el ejercicio de cualquier actividad cinegética, se puede eliminar un animal infectado de sarna sin que el cazador tenga que pagar alguna tasa o permiso adicional al mismo.
Por último, desde Medio Natural se apunta también, frente a quienes reclaman la adopción de medidas como la utilización de pienso medicado que esta posibilidad «es inviable en Cantabria», ya que está pensada para otro tipo de terrenos cinegéticos, como las fincas cercadas habituales en el sur de España, y no para las características del medio y la fauna cinegética de Cantabria.
Fuente: eldiariomontanes.es
