Los agricultores y el ayuntamiento de la localidad piden que esta especie cinegética se catalogue como plaga para que los afectados hagan frente a sus ataques a los naranjos y vides que se salvaron tras años de sequía y ahora sucumben ante la avalancha de voraces animales silvestres.
Una avalancha de decenas de miles de conejos está devorando plantaciones de naranjos, vides y frutales de verano en Godelleta, hasta el punto de que la cooperativa agrícola y la comunidad de regantes se han movilizado para intentar estrategias de lucha y protección en común. Sin embargo se encuentran con un problema inesperado: que no pueden defenderse contra estos voraces animales, porque están catalogados como especie cinegética, no como plaga, y por lo tanto sólo cabe confiar de momento en la actuación de los cazadores.
Ante el panorama que se está desplegando en Godelleta y también en municipios colindantes, como Chiva, Chiva, Cheste o Turís, y en vista de que el problema va a más, por muchos conejos que abatan los cazadores, la cooperativa y la comunidad de regantes han acudido al Ayuntamiento en petición de ayuda. Sin embargo, todas las reuniones y gestiones realizadas para intentar estrategias efectivas desembocan en lo mismo: por mucho que sea en realidad una plaga, porque causa daños importantísimos a los cultivos, los agricultores no pueden enfrentarse por sí mismos a los conejos como luchan contra los pulgones o las cochinillas, porque los conejos no están considerados oficialmente una plaga.
Como la situación resulta de lo más absurda, y más aún para quienes les estalla de nuevo, los agricultores de Godelleta se han planteado que la solución es fácil: «que cambie de criterio la Administración, que atienda como debe a lo que está pasando y que nos deje defendernos de los animales que proliferan y se comen nuestras plantas y nuestros árboles; si el problema es que los conejos no están catalogados como plaga, pues que se cataloguen como plaga, que es lo que son, y cada cual defenderá su campo».
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