En la prensa

Más animalistas investigados por tráfico de perros

Una mujer ha descubierto que su perro, que según los imputados se había escapado, había muerto. El SEPRONA descubre 12 cadáveres.

Según información recogida de El Confidencial, agentes del Seprona están investigando al presidente y al coordinador de una asociación animal ubicada en Monòver, en la provincia de Alicante, por traficar con perros de la raza samoyedo y mantenerlos en una finca en un «pésimo estado de salud», incluso conviviendo con cadáveres de otros canes, según pudieron comprobar los propios agentes en las dos inspecciones realizadas en la sede de la asociación.

La investigación se inició a finales de noviembre del pasado año, cuando los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Monòver fueron informados de la existencia de una «posible red de tráfico de animales de compañía«, más concretamente de perros de la raza samoyedo.

Según las primeras investigaciones, este tráfico podría venir por parte de una asociación de animales de la provincia, la cual podría estar operando a nivel nacional y cuya sede podría estar ubicada en una finca de la localidad murciana de Mazarrón. Con esta información de partida, los agentes iniciaron una investigación, centrada en dos personas: el presidente de la asociación y el coordinador de la misma. Así, supieron de un traslado de unos 40 perros de la raza samoyedo, de dicha finca de Mazarrón a otra ubicada en Sax (Alicante).

Entre cadáveres

Una vez allí, se pudo comprobar, en una primera inspección, que los investigados carecían del documento de núcleo zoológico (obligatorio para este tipo de actividad de recepción y tenencia de animales). Además, los agentes se percataron de numerosas deficiencias de documentación en cuanto a materias sanitarias y de seguridad en las instalaciones en las que recepcionaban los animales trasladados.

En dicha finca de Sax se localizaron un total de 36 perros, de distintas razas y se observó un total de cuatro cadáveres de animales adultos y cuatro cadáveres de cachorros de Samoyedo recién nacidos. Los cadáveres adultos fallecieron, a primera vista, como consecuencia de ataques de otros perros, debido a las heridas que presentaban.

En una segunda inspección, se localizó, en el interior de esta misma finca, tres cadáveres de perros y un cadáver de gato, éste último semienterrado. El motivo de la muerte de los animales, según manifestó el presidente de la asociación presente en la inspección, había sido por causa de ataques entre los propios perros.

De entre todos los cadáveres, se identifica uno con microchip, cuyo número de identificación dio lugar a los agentes a localizar a su propietaria, quien creía que su perro se había escapado de las instalaciones, tal y como le dijeron en la asociación.

Mientras, de entre los animales rescatados vivos, se observó que varios de ellos presentaban enfermedades diversas: de los 27 animales reconocidos médicamente, 9 de ellos sufrían leishmaniasis, 13 con la enfermedad de rickettsia y/o erlichia, 1 tenía lesiones por mordeduras de otros animales y sólo 4 de ellos no presentaban síntomas de alguna enfermedad.

En lo que respecta a la asociación, ésta no pudo presentar a los agentes del Seprona documento alguno, debido a la ausencia de libros de control de entrada, de documentos sanitarios sobre las posibles enfermedades que pudieran tener los animales que recogían, ni los tratamientos necesarios u obligatorios para salvaguardar la vida de estos animales.

Imputan dos delitos

Como resultado de toda la investigación, a finales de este mes de mayo se ha imputado tanto al presidente de la asociación como al coordinador de la misma, de 64 y 48 años, respectivamente, sendos delitos de maltrato animal y otro de apropiación indebida, por el perro que no entregaron a su legítima propietaria.

Además, los agentes del Seprona han levantado numerosas actas, por infracciones administrativas de diferentes tipos: por ausencia de núcleo zoológico, por una incorrecta gestión de los cadáveres, por ausencia de una correcta identificación de los animales, ausencia de control sanitario y tratamientos veterinarios necesarios en animales enfermos, ausencia de registro en el censo municipal de los animales.

También por ausencia de libro-registro de entrada y salida de animales, por no comunicar al ayuntamiento correspondiente los episodios de ataques entre los animales, por no poner en cuarentena a los animales que han protagonizado ataques entre sí (ni tampoco darles los tratamientos de sociabilidad pertinentes en estos casos), por realizar traslados de animales sin tener el certificado veterinario preceptivo y por haberlo hecho en vehículos no autorizados para ello, es decir, sin las medidas de seguridad obligatorias, entre otras infracciones.

Los animales rescatados con vida han sido entregados a otra protectora, de forma temporal, para que se haga cargo de ellos y supervise el correcto seguimiento en la cura de los enfermos, así como para que les proporcionen los tratamientos de sociabilidad adecuados.

Fuente: El Confidencial

 

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