En la prensa

Advierten del riesgo de consumir carne de jabalí que no haya sido analizada

La Real Federación Española de Caza y la Agencia Española del Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición  lanzarán una campaña  para hablar del peligro que supone la ingestión de productos que no hayan pasado los controles veterinarios ante el descubrimiento de animales salvajes con triquina.

La carne de cualquier jabalí abatido ha de ser sometida a una analítica veterinaria para detectar la presencia de triquina. Desde la Real Federación Española de Caza y la Agencia Española del Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) lanzarán una campaña para explicar los peligros que supone la ingestión de carne de jabalí que no haya pasado los correspondientes controles. Más después de haber detectado animales salvajes con triquina, una enfermedad que no solo afecta a los jabalíes, también supone un riesgo para la salud humana, como explicó el responsable del colectivo de caza, Ignacio Valle.

Este hecho puede suponer una traba importante a la intención de la Xunta de promover el consumo de carne de jabalí para fomentar la caza y, de ese modo, controlar a las poblaciones de este animal. De hecho, en marzo se había anunciado que tres consellerías trabajaban para abrir camino en la comercialización de este tipo de carne.

Aumentar la concienciación de la población en este terreno fue uno de los asuntos tratados durante el encuentro celebrado el viernes 26 de julio entre responsables de ambas entidades. Su objetivo era modificar el Plan de Contingencia contra la Triquina con la introducción de medidas preventivas debido a la aparición de animales contagiados. Estas estarían en vigor, al menos, hasta que no quede determinada la especie concreta de este parásito.

Entre  otras cosas hablan de entender los subproductos animales que se generaran en todas las actividades de caza mayor como no destinados al consumo humano al menos el resto de la temporada de caza. También habría que mantenerlo la temporada que viene en el caso de detectar alguno afectado por la enfermedad. En el caso de determinar la especie de triquina implicada o en el caso de que esta fuera trichinella pseudospiralis todos los deshechos deberían tratarse como de máximo riesgo biológico y no podrían usarse ni para alimentar a aves necrófagas.

Con todo, desde la Real Federación Española de Caza, de acuerdo con los requerimientos de las administraciones autonómicas, se ha pedido formalmente que el  tratamiento de subproductos de origen animal únicamente lo apliquen a las actividades de caza en las que se abatan jabalíes, como especie sensible a la triquina, pero no al resto de especies cinegéticas de caza mayor que no son reservorios de ella, «por las gravísimas consecuencias económicas que supondría la implementación de estas medidas en la gestión cinegética de sociedades de cazadores, gestores de cotos, organizaciones de cacerías, cazadores de pie…».

Fuente: Somos Agro

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