En la prensa

Sanidad confirma que la fiebre de Crimea-Congo se extiende por España

En septiembre de 2016, en la Comunidad de Madrid se produjo por primera vez en España la detección de un caso humano de fiebre hemorrágica de Crimea- Congo (FHCC) infectado tras la exposición a garrapatas, posiblemente en la provincia de Ávila, y de un segundo caso en personal sanitario como consecuencia del contacto estrecho con el primero durante su ingreso hospitalario. El primero de ellos falleció.

En agosto de 2018 se detectó el tercer caso confirmado de FHCC en un hombre de 74 años que había participado en actividades cinegéticas en la provincia de Badajoz. En 2019, en el contexto de un estudio de investigación de la Universidad de Salamanca, se identificó de forma retrospectiva otro caso que había estado ingresado en agosto de 2018.

Desde 2010 se ha confirmado la presencia del virus en garrapatas del género Hyalomma, capturadas sobre animales silvestres y sobre vegetación, en las comunidades autónomas de Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y Andalucía.

Además, durante 2018 se han realizado estudios sobre animales que en estas cinco comunidades autónomas han detectado serologías positivas tanto en animales silvestres como en domésticos en todas las comarcas estudiadas. No se detectó ninguna garrapata positiva entre las capturadas en animales domésticos.

EL VIRUS CIRCULA POR MÁS REGIONES DE LO ESPERADO

Estos hallazgos, admite Sanidad, indican que el VFHCC circula en España en más regiones de las que se sospechaba inicialmente, por lo que “su extensión es mayor de la esperada”.

Esto, afirman, pone en evidencia la necesidad de realizar nuevos estudios que permitan identificar la existencia de otras zonas de circulación del virus en el resto del país. “Con la información disponible en este momento, no puede descartarse la aparición de nuevos casos humanos de forma esporádica”, manifiesta el Ministerio.

Los últimos datos disponibles por parte del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) corresponden a 2017, año en que Bulgaria notificó dos casos confirmados. La FHCC es endémica en los Balcanes y Bulgaria informa regularmente de un pequeño número de casos (ocho casos cada uno en 2013 y 2014 y cuatro casos cada uno en 2015 y 2016).

Por todo esto, se recomienda que la vigilancia y el control de la circulación del VFHCC en España se aborden de forma integral y multidisciplinar con perspectiva ‘One Health’, reforzando la coordinación en el nivel local, autonómico y nacional entre los sectores de salud humana, animal y ambiental.

 ESPAÑA ESTÁ EN RIESGO DE CIRCULACIÓN

Los resultados de los estudios ponen de manifiesto la circulación del VFHCC en España, por lo que el Minsiterio de Sanidad ha considerado hacer una actualización de su informe de situación y de la evaluación del riesgo de FHCC para España cuya última versión fue realizada en abril de 2017.

El Ministerio afirma que España es un país con riesgo de circulación del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (VFHCC) debido principalmente a su proximidad geográfica con África, que es lugar de tránsito obligado de aves migratorias procedentes de zonas endémicas, a la amplia presencia del vector responsable de la transmisión y a las condiciones climáticas, similares a otras zonas donde se ha evidenciado la circulación de este virus.

Asimismo, Sanidad señala que existe la posibilidad moderada de que se produzcan más casos esporádicos de transmisión del VFHCC en España, en zonas donde hay presencia de garrapatas del género Hyalomma y especialmente poblaciones con una mayor exposición a sus picaduras que resida o frecuente dichas zonas.

A pesar de esto, el Ministerio asegura que el impacto de la enfermedad se considera bajo dado que aunque pueda ser una enfermedad grave el número de personas afectadas no sería elevado y se dispone de medios adecuados de aislamiento y control de los casos.

ASINTOMÁTICA HASTA EN UN 90%

Los seres humanos se pueden infectar de FHCC bien por la picadura de la garrapata o por el contacto directo con secreciones o fluidos de un hospedador animal infectado durante la fase aguda. Puede haber transmisión de persona a persona por contacto directo con sangre, secreciones, fluidos corporales o aerosoles de individuos infectados o con objetos inanimados contaminados, que ocurre con mayor frecuencia en personal sanitario. También se han descrito algunos casos de transmisión vertical.

En cuanto a los síntomas, Sanidad señala que los estudios serológicos realizados en países endémicos indican que la infección en el ser humano puede cursar de forma asintomática, si bien es difícil establecer en qué porcentaje. Un estudio en Turquía con más de 3.000 muestras estudiadas indicó que podía llegar a ser el 90%.

La enfermedad consta de un período pre-hemorrágico, en el que los síntomas habituales son fiebre, cefalea, mialgias y mareos y tiene una duración de 4 a 5 días. En este período también se puede presentar diarrea, náuseas o vómitos, hiperemia de cara, cuello o tórax, congestión ocular o conjuntivitis.

Después cursa el período hemorrágico, que suele durar de 2 a 3 días, en el que aparecerán desde petequias (pequeñas lesiones de color rojo) a equimosis (amoratamientos) en piel o mucosas y hemorragias.  Los principales lugares desangrado son la nariz, el aparato digestivo, útero, tracto urinario o respiratorio.

Sanidad señala que en los casos de mala evolución, la muerte sobreviene generalmente durante la segunda semana de enfermedad a consecuencia de las hemorragias, fallo multiorgánico y shock. La tasa de letalidad es de entre el 10% y el 40%.

Fuente: animalshealth.es

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