En la prensa

Los ganaderos se manifiestan contra la reintroducción de osos en el Pirineo

Cincuenta y cinco organizaciones de España y Francia, que reclaman la supervivencia de los pueblos y la ganadería intensiva apoyan esta protesta.

Cerca de un millar de personas se manifestaron el jueves en la localidad oscense de Aínsa para protestar por la presencia de osos en el Pirineo.

Los manifestantes eran, principalmente, ganaderos llegados de diversos puntos de Aragón, Navarra, Cataluña y Francia, así como apicultores.

Con el lema Por la defensa de nuestros pueblos y la ganadería extensiva, la mayoría de las protestas se han dirigido contra la reintroducción del oso pardo en los Pirineos. Un programa europeo que en 25 años ha conseguido que en la Cordillera vivan ahora 43 ejemplares frente a los tres que había en 1996.

La manifestación, con numerosas banderas y pancartas, ha discurrido por las calles de Aínsa, en medio del ruido de los cencerros y esquilas, y ha culminado con la lectura de un manifiesto.

En las pancartas se podían leer mensajes como Osos no, Pirineos seguros, Osos, la ruina del mundo rural y la ganadería extensiva, Montes abandonados, montes quemados o ¡No a los lobos!.

En el comunicado final se ha reivindicado la supervivencia de los pueblos y del mundo rural: «Basta ya de normativas dictadas desde Bruselas desde una oficina. Basta ya que desde el Ministerio de Transición Ecológica nos digan lo que tenemos que hacer en los pueblos. Los pueblos tienen futuro, van a seguir habitados siempre y cuando estemos nosotros presentes en las decisiones más importantes».

La movilización había sido convocada por las organizaciones agrarias UAGA, Asaja, UPA, Araga y las Cooperativas Agroalimentarias, con el apoyo de más de 55 organizaciones de España (Aragón, Navarra y Cataluña) y Francia.

Joaquín Solanilla, secretario provincial de UAGA, ha destacado el éxito de la manifestación, la más importante de las celebradas hasta ahora en el Pirineo aragonés contra el oso.

Ha añadido que los convocantes esperan que sirva para convencer a las distintas administraciones de que no se siga con la reintroducción del oso y el lobo, «porque no son compatibles con la ganadería. No debemos condenar a los pueblos de montaña, amenazados por la presencia de grandes carnívoros», según Solanilla.

Ha recordado que también en Francia y Cataluña, que firmaron el programa de reintroducción, han realizado manifestaciones contra la presencia del oso, «porque ha fracasado y no ha tenido el éxito deseado».

El oso Goiat

La de este jueves ha sido la segunda manifestación contra el soso en este verano, tras la que tuvo lugar en Plan (Huesca) en el mes de julio, a raíz de los ataques en la zona del oso Goiat.

La presencia en Aragón de dicho oso, considerado un gran depredador, con un comportamiento inusual, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los ganaderos.

Han instado al Gobierno de Aragón a solicitar a la Generalitat de Cataluña la retirada de Goiat del territorio aragonés y a responsabilizarse de los daños ocasionados.

Este ejemplar, reintroducido en 2016 por Cataluña, ya ha motivado acciones de protesta para ahuyentarlo en los territorios vecinos.

En Aragón se constató su presencia a principios de este verano en el valle de Castanesa y posteriormente en el de Gistaín.

Entre abril y junio de este año, los osos protagonizaron en Aragón cinco ataques a otros tantos rebaños con seis cabras, tres ovejas y un carnero muertos en los municipios de Hecho, Aragüés del Puerto, Campo y Montanuy. Unos a cargo de osos que campan por estas zonas, pero también de animales procedentes de territorios vecinos.

Este último es el caso de Goiat, que este verano ha sembrado la preocupación entre los ganaderos del Pirineo aragonés. La inquietud está justificada por su historial, ya que entre los meses de abril y agosto del año pasado, el equipo técnico encargado de su seguimiento registró 27 ataques, 12 en Cataluña y 15 en Francia.

Ante los ataques perpetrados en Aragón, el Gobierno autónomo reclamó a la Generalitat de Cataluña que se haga cargo de dicho oso de comportamiento anómalo y desista de la política de reintroducción.

En Navarra, los ganaderos han denunciado 22 animales muertos por ataques de oso, pero el Gobierno Foral solo reconoce 17. Algo parecido ocurre en Aragón y Cataluña a la hora de valorar y reconocer la acción del oso.

Por ejemplo, según los ganaderos, la última acción de Goiat ha sido el ataque a un ternero de 500 kilos en la localidad oscense de Gistaín, pero el Gobierno aragonés descarta que las heridas fueran producidas por un oso.

Programa europeo

Goiat protagonizó el año pasado 27 ataques a la ganadería en los Pirineos catalanes y franceses. Las bajas causadas por el plantígrado (22 ovejas, una cabra, nueve caballos y ocho colmenas de abejas), representan entre el 30 y 40% de los ataques de oso pardo en la zona.

Goiat fue capturado en Eslovenia y liberado en 2016 en el Parque natural del Alt Pirineu en Isil (Lleida) en el marco del programa europeo de reintroducción del oso pardo Pyroslife 2015-2018.

Un programa que, después de 25 años, ha salvado al oso de su extinción en los Pirineos. Actualmente, en la zona habitan 43 ejemplares, mientras que en 1996 sólo eran tres, según fuentes oficiales.

Fuente: El Mundo

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