En la prensa

Abatido uno de los jabalíes que arrasaban cultivos en las parroquias

El animal fue capturado en la primera jornada de la temporada de caza que se desarrolló en los montes de Pontevedra.

La apertura de la temporada oficial de caza del jabalí, que arrancó este sábado y que se prolongará hasta el 29 de febrero de 2020, llevó ayer hasta los montes del municipio a un grupo de cazadores que siguieron la pista y localizaron a varios de estos animales salvajes, aunque solo pudieron abatir a uno de los ejemplares que están arrasando maizales y cultivos hortícolas en diferentes parroquias de Pontevedra y municipios limítrofes.

La Xunta había decidido ampliar en casi un mes el período hábil para capturar jabalíes en Galicia. Además, jueves, sábados, domingos y festivos se mantienen como jornadas hábiles para cazar. De hecho, este domingo vuelve a haber actividad en los terrenos forestales próximos a los que ayer fue abatido el ejemplar de la referida especie cinegética. En concreto, la jornada de caza se traslada a la parroquia de San Vicente de Cerponzóns.

La decisión acordada por el Gobierno gallego de ampliar el período de caza del mamífero de la familia del cerdo sigue la línea de las tomadas en temporadas anteriores. Igual que entonces, recuerda el Ejecutivo, «se adopta esta resolución como medida de control poblacional del jabalí».

La creciente presencia de estos animales en el rural ha generado gran preocupación entre los propietarios de los cultivos por los daños que causan en las plantaciones, entre ellos vecinos de la parroquia de Verducido (en su mayoría residentes en los núcleos de Bordel y Outeiriño) que han denunciado los perjuicios que les ocasionaron los jabalíes en la noche del pasado jueves, con destrozos en los cultivos de productos hortícolas de consumo doméstico y en fincas de cereales que sirven de alimento a sus animales.

Algunos de los damnificados reconocían que tenían «ganas de llorar» al ver cómo quedaron las fincas de verduras y los maizales. «Hemos perdido toda la cosecha. Sembrar una finca conlleva un gran esfuerzo tanto físico como económico que los jabalíes echan al traste en cuestión de minutos. Esto es un infierno», subrayaba Mariluz García, que reside en el lugar de Bordel.

La mayoría de los perjudicados consideran que las indemnizaciones a las que pueden optar, presentando la correspondiente reclamación ante la Consellería de Medio Ambiente, no les compensan todo el esfuerzo que conlleva preparar una finca para el cultivo y pasar noches enteras en vela vigilando para evitar que los jabalíes acaben arrasando las plantaciones.

Reclaman la realización de batidas «más efectivas que las que vienen realizando los cazadores» con las que controlar la sobrepoblación de estos animales salvajes. Aseguran que incluso han llegado a pensar en la posibilidad de solicitar a la Administración gallega autorización para contratar a cazadores que les ayuden a defender los cultivos.

Además, señalan que las medidas para proteger sus fincas (vallado o cables eléctricos en el perímetro de las fincas) no suelen resultar efectivas. «No hay forma de frenar al jabalí», comenta José Poceiro, otro de los damnificados que vive en el núcleo de Bordel.

Los daños reiterados en los cultivos está haciendo que muchos propietarios hayan ido abandonando los cultivos más alejados de sus viviendas. y cosechar solo en los terrenos más próximos a las mismas. «Solo plantamos en las fincas que podemos vigilar desde casa», subraya Poceiro.

Fuente: DiariodePontevedra

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