En la prensa

Un experto rastreador del jabalí, Manel, con tan sólo 12 años

Sin licencia, y, claro, sin armas, pero con permiso familiar y con muchas ganas, así se inicia un chaval en las batidas, siempre con su perro para llegar a ser un experto rastreador.

Manel es un caso atípico. Tiene 12 años, un traje de agua y una gorra naranja que anuncia de lejos su presencia. Muestra el aplomo necesario para no parecer lo que es: un niño rodeado de hombres.

A los 12 años no te gusta que piensen que eres un niño, porque vas camino de no serlo. Así que Manel acompaña con leves cabeceos afirmativos el discurso de su padre, presidente del Tecor de Irixoa (A Coruña), que explica los detalles de la cacería. Sobre todo de la primera parte, en la que Manel será protagonista, tirando de su perro en busca del rastro del jabalí: pateando monte, jugando el juego del escondite, localizando a la presa: «Seu avó e seu pai cazan. Mamouno dende pequeno», dice su padre, Juan Manuel Freire. Como si ya fuera grande.

Para estar ahí, Manel ha necesitado el permiso escrito de su madre y el de su padre. No tiene licencia, por lo que no participa directamente en la batida y, desde luego, no puede tener, ni usar, un arma. Dice que tampoco le llama la atención: «É mellor ir cos cans». De hecho, cuando salen las escopetas, Manel se va; su labor ha terminado. En un par de años podrá sacarse la licencia y, a los 16, usar un arma. «Agora vai ben, pero chega un momento que os rapaces empezan a sair de noite, a ter outros estímulos, e é moi difícil volver de festa ás cinco da mañá e levantarse ás sete para sair ao monte», reflexiona su padre. Manel observa y no dice nada. Pero luego, sobre el terreno, demuestra que está preparado, muy preparado.

La mayor parte de los tecores gallegos asisten a una lenta decadencia producto de la falta de relevo. Más allá de que la caza tenga más o menos predicamento, sus responsables se quejan de que el principal problema es la falta de cantera: cada vez hay menos niños en los entornos rurales, de modo que falta relevo para la caza y para casi cualquier actividad. Por eso, un chaval con su disposición y la pasión que muestra Manel, es una excepción y será un experto rastreador.

Fuente: La Voz de Galicia

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.