Diversos proyectos de inteligencia artificial diseñan cámaras avanzadas y sistemas de predicción de datos para proteger especies en riesgo de desaparición y prevenir las trampas y la matanza de animales.
Es temporada seca en un parque nacional de Kenia. Un pequeño grupo de furtivos recorre el lecho sin agua de un río con la esperanza de matar un rinoceronte negro. En el mercado asiático negro podría alcanzar un precio de hasta 100.000 dólares.
Los hombres, ocultos por la maleza, son detectados por un sistema de alarma contra el furtivismo desarrollado por la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL, por sus siglas en inglés). Sus pistolas y cuchillos activan el detector de metales del sistema Instant Detect, que enciende una cámara camuflada en un arbusto. Las imágenes viajan por radio a una estación base y de ahí a la sede central del parque mediante un satélite de comunicaciones, alertando a las autoridades para que envíen rangers a atrapar a la banda.
Alta tecnología para defender a las especies
Escenarios similares se repetirán pronto en reservas y parques de todo el mundo, ya que los organismos de conservación están optando por utilizar alta tecnología en su lucha por proteger los animales. WWF calcula que el comercio ilegal de fauna salvaje alcanza un valor de unos 20.000 millones de dólares (18.170 millones de euros) anuales, y ha contribuido al descenso catastrófico de algunas especies.
Los zoólogos han utilizado durante décadas cámaras ocultas para fotografiar la caza de animales, pero hasta hace poco éstas no tenían conexión inalámbrica y sus operadores tenían que acudir físicamente al lugar de cada una de ellas para retirar la película o tarjeta SD, a menudo llenas de imágenes inservibles de ramas en movimiento u otra vida salvaje que había activado la trampa.
Algunos organismos de conservación como ZSL empezaron a trabajar con empresas de tecnología que ven en la protección de la vida salvaje un escaparate para su experiencia.
Sistemas como Instant Detect de ZSL y Trail Guard de Resolve, una organización benéfica de Washington, están en las fases finales de prueba y pronto estarán listos para usarlos sobre el terreno.
Vía satélite
Entre los socios de ZSL se incluyen Google e Iridium. El operador de comunicaciones por satélite, mientras que Resolve está trabajando con Intel, Microsoft e Inmarsat, otra compañía de satélites.
El sistema AutoML de Google, que permite desarrollar inteligencia artificial con fines específicos. El reconocimiento de imágenes, está presente en Instant Detect. Permite reconocer a personas o animales al instante en las fotografías de las cámaras trampa.
Las reservas naturales remotas no tienen cobertura móvil. Instant Detect utiliza sus propios transmisores de radio para enviar imágenes a una estación base y de ahí a las sedes por satélite.
ZSL probó la primera versión del sistema rastreando pingüinos del océano Antártico, osos canadienses, loros nocturnos australianos y elefantes y rinocerontes de Kenia. Pero sufrió problemas de transmisiones sobre todo en las zonas de denso follaje.
Más proyectos en marcha
Hay varios proyectos en marcha para identificar animales mediante la inteligencia artificial. El mayor programa colaborativo, Wildlife Insights, utiliza Google Cloud y combina el aprendizaje automático de la compañía con grupos de conservación como ZSL. Ha sido programado para reconocer 614 especies distintas con los 8,7 millones de imágenes aportadas por los miembros de la organización. Su precisión inicial oscila entre el 80% y el 98%, dependiendo de la calidad de la imagen y de la peculiaridad de la especie.
El sistema Smart, desarrollado por ZSL y otros organismos de conservación, se usa ya en 900 áreas protegidas de todo el mundo. Este sistema de IA predice el comportamiento de los furtivos, permitiendo enviar patrullas a los puntos probables de actividad ilegal.
Fuente: Expansión
