Gestión y Medio ambiente

Antropología de la caza (y III). La caza en la actualidad

Antropología de la caza

Antropología de la caza (y III). La caza en la actualidad

Dice textualmente Harari en Sapiens: “Durante la casi totalidad de la historia de nuestra especie, los sapiens vivieron como recolectores de alimento. Los últimos 200 años, durante los cuales un número cada vez mayor de sapiens han obtenido su pan de cada día como trabajadores urbanos y oficinistas, y los 10.000 años precedentes, durante los cuales la mayoría de los sapiens vivieron como agricultores y ganaderos, son como un parpadeo comparados con las decenas de miles de años durante los cuales nuestros antepasados cazaron y recolectaron».

Actualmente, vivimos en una sociedad dominada por los verdaderos “ciudadanos,” los que viven en la “ciudad”. Líderes de opinión, desconocen demasiado a menudo la realidad rural.

La gente del campo, parte fundamental de nuestra sociedad, la que cultiva los alimentos, la que maneja la ganadería, la que transporta los alimentos al supermercado contiguo a las casas de la ciudad, está olvidada por la administración.

Desde hace décadas se infravalora el trabajo del labrador, del ganadero, del campesino en general.

Para poder sobrevivir de su trabajo, tienen que diversificar la producción: cosechar, montar granjas, hacer trapicheos para poder sobrevivir.

No hay más que observar que los jóvenes rurales, prefieren el sueldo de una fábrica en la que obedecen órdenes de un jefe a cultivar los terrenos y ganado de la familia porque ganan menos dinero, tienen que trabajar más horas y también sábados y domingos. No tiene ninguna lógica.

Desarrollo rural Antropología de la

Un refuerzo económico imprescindible para el campo está en la inversión económica que proporciona la caza (orgánicos, rehaleros, secretarios…).

Y no sólo se percibe beneficio en las organizaciones cinegéticas, es un alivio también para los bares, restaurantes, gasolineras, alojamientos rurales…

La relación del campesino con los animales de caza es infinitamente distinta a la cultura del asfalto.

Los osos arrasan con las reses. Los lobos, se comen al ganado. Los zorros, a las gallinas. Los conejos desbaratan los cultivos de cereales, los huertos y los viñedos. Los jabalíes se comen los frutos secos, destrozan los panizos… e invaden carreteras y autopistas con un número cada vez más alto de accidentes de tráfico.

De hecho, son en la actualidad una epidemia en toda Europa. Epidemia que en Bolivia “los chanchos” (suidos equivalentes a nuestro cerdo salvaje) se comen la goma de las ruedas de los vehículos. Veremos dónde vamos a llegar.

Sobrepoblaciones Antropología de la

Yo soy un anciano cazador. Recuerdo que durante muchos, muchos años, en las cacerías de jabalí de mi juventud se repartía la carne entre los cazadores al final de cada cacería, si esta había sido productiva.

Había que ver el cuidado que había en qué los montones fueran iguales y, en caso de que el cazador pudiera elegir, el ejercicio era procurar para “la casa” el montón más grande.

Hace 50 años, los jabalíes se circunscribían a unas pequeñas áreas y su número era insignificante.

Nuestros tiempos han permitido abandonar infinidad de capos de cultivo, ya no se preparan “carboneras” para la cocción del pan.

No hay ganado que paste en el bosque y lo limpie de arbustos. Los animales salvajes campan por sus respetos y su número crece día a día.

Otro problema es la invasión de las ciudades y pueblos. Actualmente, ha dejado de ser noticia la observación de animales que acuden a los contenedores a comer todo lo que puedan pillar.

un grupo de trabajo

Se trata de animales omnívoros que además son salvajes y peligrosos. Si una hembra percibe que uno de sus hijos puede ser molestado por alguna persona, acudirá con intención de matarlo. Igual le da que sea un adulto o un niño.

Yo he tenido un paciente ingresado tres meses en el hospital por heridas producidas por el ataque de un suido. Si uno de nuestros niños se acerca con un trozo de pan en la mano para ofrecerlo a un animal, se puede quedar sin mano.

CONCLUSIONES Antropología de la

1.- La psicología evolutiva argumenta que muchas de nuestras características sociales y psicológicas actuales se modelaron durante la larga era preagrícola (de 2,5 a 2 millones de años).

En la actualidad, afirman los expertos, nuestro cerebro y nuestra mente están adaptados a una vida de caza y recolección.

Nuestros hábitos alimentarios, nuestros conflictos y nuestra sexualidad son resultado de la manera en que nuestra mente cazadora-recolectora interactúa con nuestro ambiente postindustrial actual con sus megaciudades, aviones, teléfonos y ordenadores.

Los psicólogos evolutivos insisten en ahondar en el mundo de los cazadores-recolectores que nos modeló, el mundo que en el subconsciente, todavía habitamos (Harari).

2.- La realidad del campo se desconoce absolutamente en la ciudad. En esta, la existencia de mascotas, el asfalto, películas de animales que tienen un ridículo comportamiento impecable (recuérdese la lengua inglesa british que habla El Rey León en boca de Elton John y el black english que hablan las hienas en el mismo film), distorsionan en gran manera la realidad.

La respuesta que nos da el campo ante el reto de la caza y lo que conlleva es diametralmente opuesta a las de las organizaciones contrarias a la misma.

La caza, en el campo, forma parte de la gestión global imprescindible para el equilibrio de las especies, el aprovechamiento de los recursos y, en definitiva, del comportamiento sano y natural.

Cazador vs ecología Antropología de la

3.- Cazador vs ecología. El concepto de la inversión económica en mantener la fauna salvaje por el colectivo de cazadores, es un apartado en el que no entra el mundo anticaza. Fundamentalmente, porque no le conviene.

Que el cazador acostumbra a ser un gran aficionado al mundo animal y que su aportación económica y social permite que se conserven las especies cinegéticas que, de otra manera no existirían, tampoco se admite por los críticos. ¿Por qué?

Y, por cierto, ¿cuál es la aportación económica al mantenimiento de las especies por parte de los colectivos opuestos a la caza? Yo, al menos, desconozco que haya asociaciones que aporten fondos económicos al fin mencionado.

Disminuir el riesgo de accidentes

4.- Y, para terminar, un tema menos trascendente, pero muy ligado a la seguridad ciudadana, es el riesgo que supone la invasión de las especies de caza mayor a las carreteras y autopistas.

Las autoridades de tráfico, nos repiten frecuentemente la cantidad de siniestros que la fauna provoca.

Antropología de la caza (I). ¿Por qué los cazadores seguimos en la ‘brecha’?

Antropología de la caza (II). La humanidad y la caza

 

Por Josep Giné i Gomà. Doctor en Medicina y Cirugía
Especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología
Exdirector del servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica de
los Hospitales Joan 23 de Tarragona y Sant Pau i Santa Tecla de Tarragona

Exdirector del Hospital Joan 23 de Tarragona
Profesor emérito de Medicina y Cirugía del Aparato Locomotor (URV)
Exprofesor no numerario de Anatomía y Embriología humanos (Universidad de Zaragoza)

BIBLIOGRAFÍA Antropología de la

  • Arsuaga Ferreras, J.L. and Martínez Mendizábal, I.; “La especie elegida. La larga marcha de la evolución humana.” Ed. Temas de hoy. Madrid 2001 ISBN: 84-8460-110-2
  • Harari, Y.N.; “Sapiens. De animales a dioses.” Orig. “Sapiens. From animals into Gods: A Brief History of Humankind.” Ed. Penguin Random House Grupo Editorial. Barcelona 2019 ISBN: 978-84-9992-421-2
  • Leroy-Gourham, André; “Prehistoria del arte occidental. El Arte y las Grandes Civilizaciones.” Ed. Gustavo Gili. Barcelona 1968 ISBN: 8425200288, 9788425200281
  • Sahlins, Marshal D.; “The Origin of Society”, Scientific American, p. 86, num. 3, 1960
  • Service, Elman R.; “Los Cazadores.” Orig. “The hunters.” Ed. Diameante. Barcelona 1973 ISBN 84-335-5734-3
  • Tylor, E.B.; “On a Method of Investigating the Development of Istitutions: Applied lo Laws of Marriage and Descent”, Journal of the Anthropogical Institute, vol. 10, pp. 245-269, 1888

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