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En Peralveche, una batida que resultó ser un monterión. Crónica de Cesáreo Martín

Montería en Peralveche.

Cerrando la campaña de caza mayor esta temporada fui hasta Peralveche, un pueblo de Guadalajara de sesenta habitantes.

Allí se practica la caza por sus gentes e invitados, en esta ocasión con un guante de cien euros.

«Caza solo lo que te vayas a llevar»

Batida a ‘matacuelga’ con un eslogan que nos cuentan antes de comenzar el sorteo: «Caza solo lo que te vayas a llevar».

La organización corrió por cuenta de David García, un cazador propietario de rehalas.

Se montearon cuatrocientas hectáreas, con cuatro rehalas para veintiocho puestos repartidos en cinco armadas.

Los puestos colocados a conciencia pensando sobre todo en la seguridad, con un mínimo de ciento cincuenta metros de distancia entre ellos.

En Peralveche

Personalmente tuve un puesto en cortadero con total visibilidad para poder hacer fotografías y disparar. Creo que la mayoría eran muy similares.

Me pareció muy querencioso.

Tuve mala suerte, y no me entraron ni reses ni cochinos pero sí que me pasaron unos grupos de grullas, invitándome a que las hiciera fotos, ante la ausencia de reses, no se fiaban y volaban a gran altura aunque curiosamente sin formar su clásica v, revoloteando, debe ser que no iban de viaje.

En Peralveche

En Peralveche, una batida que resultó ser un monterión

Con una temperatura de diez grados, los rehaleros se portaron de diez, yo estaba de cierre y llegaron voceando el típico «¡tomajó, tomajó, tomajó, anda machejo…!», como mandan los cánones.

Pude contar con nitidez desde mi puesto diez carreras distintas con sonoras ladras a lo largo e la mañana.

Los cazadores pudimos disfrutar, unos más que otros, pero todas las armadas tiraron.

Pude escuchar y contar setenta y un disparos, muchos fallos, pero pese a todo hubo buenos, cobrándose cuatro venados, seis ciervas, cuatro gamas y un buen navajero.

En Peralveche

Y como magnífico colofón, cuando pasó el postor a recogernos, nos anunció que fuéramos a comer al bar del pueblo. La sorpresa: un salón con calefacción, donde nos dieron a elegir dos primeros platos, dos segundos y postre.

En Peralveche
David con su rehala rematando en el cierre.

¿Se puede pedir más? En Peralveche, una batida que resultó ser un monterión, organizada por David Garcia, un vecino, rehalero y cazador…

Crónica y fotografías de Cesáreo Martín / Director de Lances de Radio

En Peralveche
Merecido descanso, la montería ha concluido.

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