Gestión

Perfil del cazador de Gredos… Manifiesto contra la reintroducción de cabra montes en Francia

 

 

Corre el rumor de que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) está en plenas negociaciones con el Gobierno francés para emprender un plan de reintroducción de la cabra montés en la vertiente gala de los Pirineos. Y digo rumor porque, recientemente, parece que España se ha desmarcado de este ambicioso proyecto. Puede que todas las cartas enviadas desde asociaciones de terrenos donde actualmente se encuentra la especie y desde las administraciones locales y regionales hayan logrado este resultado… O puede que sea mera táctica desinformativa… Sinceramente, creo que, aún, y a nuestro pesar, podemos llevarnos alguna desagradable sorpresa al respecto. No obstante, aprovecho estas líneas para subrayar nuestra posición cuando menos escéptica ante dicha empresa. Y el punto de partida al respecto lo encontramos en el perfil del cazador gredense.

 

 

Las primeras pinceladas de este boceto de caracterización deben ir encaminadas a reseñar el punto de inflexión que ha supuesto la crisis económica, que ha traído consigo una mayor internacionalización de la Reserva. Si hace apenas diez años, en 2004, más del 70% de estos entusiastas procedían del territorio nacional, los últimos datos del 2012 nos arrojan un escaso 40%. Por el contrario, si tomamos como referencia ese mismo año, apenas se llegaba a un 5% de cazadores procedentes de EE UU y Canadá, frente al 32,5% registrado en la pasada temporada, convirtiendo al público americano en el que actualmente más visita Gredos. No es, por tanto, de extrañar, que sea uno de ellos –el ya archiconocido Michael Anthony Bindon–, el que lograra abatir el nuevo récord de puntuación de la Reserva (281,75 puntos en verde), como tampoco lo es que la cacería estuviera contratada a través de Giuseppe López de Carrizosa, cuya empresa es la que logra atraer un mayor número de cazadores de esta nacionalidad.

 

Por otro lado, si nos ceñimos al ámbito europeo, el rango se ha mantenido entre el 10-20%, con Francia y Alemania como principales países de procedencia (cada uno aporta una tercera parte al total) y Austria, Holanda y Bélgica empezando a despuntar en ese sentido. Además, se ha incrementado de forma muy notable la demanda por parte de aficionados rusos, con nula participación hace una década y un creciente interés por su parte en la actualidad, ocurriendo igual en el caso de los sudamericanos (concretamente, México). Por último, para completar la radiografía de la espina dorsal del perfil-tipo del cazador de Gredos, no hay que olvidarse de los Países Árabes, con un boom entre 2005/2007, propiciado por varias visitas del Jeque de Qatar y su séquito, pero con una tendencia aún no definida. También se resiste el mercado asiático, que podría suponer el despegue definitivo de la Reserva a nivel mundial.

 

Si atendemos ahora al tipo de permiso solicitado de forma general en función de las distintas nacionalidades, también hay que remarcar la diferencia entre la situación antes de que la crisis nos atrapara con sus enormes garras y actualmente: hace diez años los cazadores españoles copaban este mercado, demandando toda clase de permisos, tanto medallables (categorías A1 y A2) como no medallables (categoría B), mientras que ahora, los que aún pueden permitírselo, se decantan sólo por éstos últimos o por los aún más económicos venados (cuando figuraban en el plan de caza), quedando los mayores trofeos reservados casi en exclusiva para los extranjeros con grandes fortunas. Si lo analizamos con algo más de detalle, los permisos de categoría A1 (medalla de oro) los solicitan en su mayor parte americanos y rusos, en tanto que europeos y mexicanos se decantan más por los de categoría A2 (medallas de bronce y plata).

 

No obstante, y aunque pueda parecer lo contrario, cualquiera que esté interesado en cazar en Gredos puede hacerlo, ya que la Reserva cuenta con un cupo de caza selectiva asequible para todos los bolsillos. Sí, efectivamente, la tan denostada y olvidada caza selectiva de hembras es ahora mismo la mejor alternativa para aquellos cazadores que no quieren perder su afición o cuyo sueño es abatir un ejemplar en Gredos. Es la opción que ahora acapara el mercado nacional, con una procedencia mayoritaria de las dos Castillas (en concreto, de las provincias de León y Toledo), seguida muy cerca por Andalucía (en especial, la provincia de Córdoba). Personalmente, es una buena elección para los verdaderos apasionados de la caza (en tiempos de crisis o en cualquier otro), pues el rececho es el mismo que en el caso de los machos y la experiencia es igualmente inolvidable, aunque el trofeo, evidentemente, no pueda medirse en los mismos términos.

 

Nuestra montés, ¿a Francia…?

Por tanto, en base a la anterior descripción de los rasgos de los cazadores que vienen a Gredos, retomamos el tema que nos ocupaba en un principio: ¿por qué no reintroducir la cabra montés es el Pirineo francés?

 

1º.- El trofeo de macho montés es el más demandado a nivel internacional. Las estadísticas hablan por sí solas y, como hemos visto, dentro de Europa, son precisamente los cazadores franceses los que, mayoritariamente, reclaman este producto. Es la única pieza de caza mayor en la que somos competitivos con respecto a otros países y ello es debido a la exclusividad de la especie, por lo que sería tirar por la borda todo el trabajo y la gestión que nos ha costado conseguir tanto tiempo y recursos y que está avalada por más de cien años de existencia y varios premios que reconocen esta labor. 

 

2º.- Ya a nivel técnico, si bien es cierta la presencia de cabra montés en el pasado en Pirineos, ésta era una subespecie conocida como bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica) que se extinguió a comienzos de siglo XX en la vertiente francesa y en el año 2000 en la vertiente española. 

 

Las especies con las que se pretende llevar a cabo el plan son otras dos de las cuatro subespecies que antaño existían en la Península: Capra pyrenaica victoriae y Capra pyrenaica hispanica, y procederían de la Sierra de Gredos y de la Sierra del Maestrazgo, respectivamente. Por tanto, no estaríamos hablando ni de una reintroducción (que implica que la especie ya existía en la zona donde se pretende llevar a cabo) ni de una repoblación (que supone un aumento de la cabaña), sino de la introducción de una nueva variedad. Son muchos los casos que se pueden citar en los que una vez realizada ésta se ha comprobado cuán inadecuada era la medida, sin opciones, en la mayoría de ellos, para restablecer el estado inicial.

 

3º.- En nuestro caso concreto, estamos hablando de un endemismo de la Sierra de Gredos (Capra pyrenaica victoriae), perfectamente documentado y reconocido e nivel internacional. Es decir, se trata de una especie que sólo se da en esta zona y que es la que le proporciona a nuestra Reserva tan alto valor ecológico, suponiendo pingües beneficios tanto directos (gestión cinegética) como indirectos (turismo e investigación). 

 

Concluyendo, debemos defender nuestros intereses y saber promocionar unos recursos únicos y excepcionales con los que contamos. Así, por ejemplo, desde nuestra asociación, creemos que sería interesante crear una marca para el ámbito de la caza a la que muchos ya denominan The Spanish Experience. CyS

Cristina M. Fernández de Córdoba – Fotografía: Iñigo Sainz, Mariano Hernandez, G. López de Carrizosa

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