Opiniones Pluma invitada

Pluma invitada: ‘Concentración de avutardas’

El censo de Valdunquillo ha dado una densidad media de 10 avutardas/km2, superior a la del censo del año 2008 en el considerado el mayor santuario de densidad mundial: Villafáfila, con 7’80 avutardas/km2.

En Valdunquillo, al abrirse la veda se quedaba mirando a los perros de piedra del palacio de los duques de Alba. Resultaba para él la mejor compañía en los días de caza.
¿Perdices? Escondido en los rastrojos las veía caer en manos de los morraleros. Al nacer, las había hablado en el nido, en las junqueras de los arroyos, cuando en la atardecida bajaban a beber. No podía dejar de acompañarlas en el último vuelo.
Por la noche los canes del escudo y él recorrían las laderas de otros montes llenando el morral del sentimiento de fugaces ilusiones.

Juárez J. L., García D., Igualador C., Alonso L. (1998). Valladolid, Raíces y Sentimientos (Valdunquillo)

 

images_wonke_actualidad_medio-ambiente_20120919-avutardasEl día de Jueves Santo echamos la mañana censando avutardas, que es una modalidad campera y cinegética que llena tanto al cazador que no es de morral, como el mejor lance cinegético. Hicimos prácticamente todo el recorrido dentro del término municipal de Valdunquillo, un pueblo de Tierra de Campos al límite entre Valladolid y León, que tiene por estas fechas una excepcional concentración de avutardas. El pueblo, tiene dos palacios, uno, el de la casa de Alba en ruinas y otro, el de los Osorio, que se mantienen desde cuando en el pueblo convivían más de mil almas. Ahora hay menos de un centenar y medio de habitantes, la mitad que de avutardas. Y no lo olviden; si desaparecen las avutardas, se vaciarán definitivamente las casas del pueblo. Cuídenlas.

Iniciamos el censo nada más salir de Bolaños de Campos y atravesar el Valderaduey —histórico río cangrejero—, dentro aún del término de ese pueblo. Solamente anotamos individuos, sin discriminar sexo que en la mayoría de los bandos se reconocía, pero en otros no con precisión, sobre todo si salían volando y se tapaban con algún otero o mambla. No obstante, en el censo de avutardas de 2008 en Castilla y León, la relación de sexos H/M en la población reproductora de primavera ha sido de 1’38 hembras por macho y se podría estimar que en la población de individuos de varios centenares avistada por nosotros a finales de marzo, esa ratio se mantendrá, más o menos, en el censo invernal. También hemos anotado en la plantilla que exponemos al final, otras especies detectadas en el transecto avutardero de 30 km por los caminos de un término de 3.080 ha y otras 100 ha a mayores, aproximadamente, que también recorrimos por términos contiguos, todos de la comarca de Tierra de Campos.Grupo censista avutarda 2016 (JH)

Fue un día de gozo para los diez amigos, que este año hemos participado en este estupendo baño de naturaleza que cada primavera organiza en un par de fechas la Delegación de la Federación de Caza en Valladolid, con un grupo de expertos. Ha sido este año el de más éxito de avistamientos, entre los treinta años que lleva censando individuos en los mismos términos municipales, el equipo de la federación vallisoletana. En tres vehículos, con prismáticos y comunicados entre sí, para comentar y acordar las existentes en cada bando, marchábamos a veinte por hora por los caminos, esta vez casi sin polvo, de ese rincón dorado avutardero. Este año hay una concentración muy superior a los años anteriores; con el mismo itinerario hemos avistado este año, aproximadamente un 30% más que en estos años pasados, me decían los tres más habituales que cada año dan un repaso a las poblaciones de un par de zonas de siempre avutarderas. Pero veamos algo sobre la avutarda común (Otis tarda) de la comarca.

La avutarda común

Antes de relatar lo visto en el campo, vamos a describir algunos datos de esta especie singular y actualmente protegida, que ha sido a lo largo de la historia una de las más cazadas y con métodos muy dispares, al menos en Castilla y León. Estuvo autorizada su caza en algunas comunidades hasta 1980. La orden de 26 de junio de 1981, por la que se fijaban los periodos hábiles de caza en todo el territorio nacional, prohibió su caza, creo que con muy buen criterio. Es una especie incluida en la lista roja de especies y catalogada como vulnerable en España, ya que sufrió una enorme disminución poblacional entre 1960 y 1980 superior al 30%, motivado principalmente por su caza en ojeo, poco selectiva.

Es la mayor ave con posibilidad de vuelo, los machos han llegado en casos singulares hasta 18 kg de peso y las hembras hasta 8 kg. En esa diferencia de peso se fundamenta el gran dimorfismo sexual de la especie. Las avutardas son polígamas y un macho dominante es el único que se aparea con varias hembras. Cada primavera se juntan en las arenas, lugares para hacer la rueda y exhibiciones del macho previas a las copulas. Ponen de uno a tres huevos que incuban las hembras tras 28 días. En la Reserva de Villafáfila, el santuario de las avutardas, la productividad media es de 0’14 pollos por hembra, con variabilidad alta (0’04-0’29).

La caza hasta 1981 una hembra de avutarda examina la cloaca exhibida por el macho. (Foto: FRANZ KOVACS)

La avutarda se ha cazado de mil maneras. Métodos furtivos ahora todos, como el orzuelo (caja en suelo con puertas abatibles de cierre, donde al paso caía dentro), el alzapié (lazo asociado a una vara tensa que se activaba al engancharse la pata y quedaba a la avutarda colgada y boca abajo) y otros medios con que se las cazó (también sin ruido de escopeta) alguno, más bien pescó, como se hacía con anzuelos cebados con garbanzos y anclados al suelo; o la recurrida caza a la mancada cortando la punta del ala al pollito de unos días y dejándolo de nuevo con la madre para que medrara hasta cuando estuviera con un peso adecuado, en cuyo momento se espantaba al bando y quedaba sola la avutarda mancada que, al no poder volar, era presa fácil para el lugareño.

Ya con escopeta los métodos de caza de la avutarda fueron: el rececho desde un carro o subido en caballería y tapado con una manta, que permitía acercarse a tiro hasta las esquivas aves, que estaban familiarizadas con las caballerías agrícolas. «Tasio, un hombre de Tierra de Campos, tirado sobre la mula y disimulado con la manta, disparó un día apoyando la espindarga entre las orejas de la caballería y la quedó sorda para siempre. Desde entonces, ni arre, ni so». Esta manera de cazar la avutarda tumbándose a lo largo de la mula o el burro y tapado con la manta, fue una de las preferidas por los cazadores solitarios de los pueblos. La modalidad más utilizada y efectiva para cazar avutardas ha sido el ojeo hacia puestos fijos donde los cazadores apostados las disparaban con postas (prohibidas) o doble cero. En algún caso y ante la planicie de la estepa, se colocaban los puestos avanzando cinco o seis cazadores por el camino, tras una manta vertical sujeta por dos postores, desde la que se iban descolgando los cazadores para camuflarse en la cuneta o tras la lindera, sin ser vistos por el bando que miraba extrañado a una manta que se movía, pero que no asustaba a la esteparia lo suficiente como para salir volando. Otra modalidad extraña fue el acercamiento rápido al bando por varios motoristas que partían raudos en moto, campo a través, desde puntos equidistantes al bando; la lentitud de despegue de la avutarda (ave tarda,) permitía acercarse lo suficiente para dispararlas con posibilidad de éxito.
Instrucciones para caza avutarda desde avion (JLG)Se las ha cazado en España hasta persiguiéndolas bestialmente en vuelo con avioneta y disparando desde la aeronave o acosándolas hasta reventar. Y esto hasta la década de 1970. Recuerdo yo haberlo oído contar en plan jactancioso a un conocido vallisoletano protagonista. Hay un opúsculo titulado La caza de avutardas con avión, editado por la imprenta Hijos de M.O. Hernández- Madrid, (1922). 32 p.p., donde se relata las formas y se dan recomendaciones de esta modalidad tan repudiable y poco deportiva de caza. La edición de sellos alusivos de cinco pesetas en el cincuentenario de la aviación, da idea de lo poco sensibilizada que estaba la sociedad con estas formas de cazar, que eran sin duda significativas.Caza desde avion - Presentacion Modalidades y Metodos de Caza

Furtivismo

Ciertos santuarios con una población de avutardas acumulada, como Villafáfila (con guardería habitual) o Valdunquillo (sin ella), son muy golosos para los furtivos. Me comentan Jesús, delegado provincial, Chema y Javier, su hijo y guarda de campo y caza, los tres censistas habituales desde hace muchos años, que nunca coinciden en Valdunquillo con la guardería, ni con el SEPRONA. Se acabó el interés social por esta especie que fue emblema del ecologismo durante la década de los ochenta, pero que bajó el ímpetu cuando apareció su veda en el BOE. Si no se caza la avutarda ya está salvada. Pues mire usted, señor: no. Ni por asomo.

Para beneficiar a la avutarda, o se pone guardería oficial o sería preferible abatir algún macho de manera selectiva y pagar guardería todo el año por el ayuntamiento del término municipal. Los del pueblo estarían encantados de tener guardería de campo, como ahora lo están con la subvención por dejar la alfalfa de secano a pasto de avutarda. Y así, al menos, tendrían custodia para que siguieran generando dinero y evitar que se vacíen los pueblos y se expolie a los bandos.

Ahora las cuida San Antonio Abad (San Antón) y posiblemente San Huberto, patrono de la caza, que no sé –para este último– si tendrá jurisdicción celestial sobre especies protegidas, ¡ojalá!, porque es posible que en marzo y abril haya múltiples bajas por bala de rifle de pequeño calibre.images_wonke_mas-caza_gestion_avutarda1

Una noticia chismosa al hilo o anécdota animalista al caso. Con perdón por el inciso, porque este artículo es muy serio; sin lugar a duda. El día de San Antón (17 de enero) cuando se bendicen a los animales en las capitales de provincia, hace muy pocos años (está en prensa), el arzobispado de Barcelona emitió una nota de prensa diciendo: «Por favor feligreses, no nos traigan a bendecir peluches de ningún animal, porque la bendición del santo se hace solamente para animales vivos».

Sigo con el hilo avutardero. Durante el censo me comentan que cada vez están más esquivas y se levantan antes. Yo acompañante alterno también lo percibo. Ya no admiten menos de 200-300 metros de acercamiento. Del tractor se dejan perfectamente, pero del todo terreno, no. Y esto es muy ilustrativo de lo que ocurre habitualmente en ese santuario avutardero.

Población mundial y española

La población mundial se ha estimado entre 39.300 y 46.300 avutardas y la población en España se estimaba en 2006 entre 25.200 y 26.200 avutardas que representan el 60% de la mundial (Palacín 2007).

La distribución de la avutarda en España, según el censo citado, referido a los años 2003 a 2006 —dependiendo de qué autonomía—, se representa en el mapa siguiente. En números, el censo de avutardas por autonomías es:

Andalucía (363), Aragón (115), Castilla-La Mancha (5.825), Castilla y León (11.780), Extremadura (5.500-6.500), Madrid (1.537), Murcia (5-10), Navarra (47) y Valencia (4).

Distribución de la avutarda (Otis tarda) en España. Tomado de Martí & Moral, 2003. ATLAS DE AVES REPROD. DE ESPAÑA.

Población de Castilla y León (Censo de 2008)

Atendiendo a ese censo invernal de 2005-2006 citado, se estimaron 11.780 avutardas en Castilla y León, pero han aumentado hasta 15.921, según el último censo invernante oficial realizado en la comunidad en 2008. En las conclusiones del censo se indica que la cantidad de avutardas censadas en Castilla y León se ha incrementado en más de un 30% en los últimos diez años (1998-2008). En Castilla y León, entre Zamora y Valladolid acogen el 62 % de la población y con Palencia el 79% de la misma. La densidad más elevada de Castilla y León en primavera (Censo reproductor 2008), ha sido en la Reserva Nacional de Caza de las Lagunas de Villafáfila con 7’8 individuos/km2. Las poblaciones provinciales se reflejan en la tabla siguiente con hembras y machos, así como las de sexo indeterminado.

Aunque no aparece censo en Soria, me comenta el delegado de la Federación, José Manzano, que el guarda de Medio Ambiente ha avistado una población en Barahona de unas 50 avutardas y que ve otras agrupaciones esporádicas cada año en la zona de Almazán y Campo de Gómara. Me confirman la noticia desde otras referencias.

Distribución de la avutarda (Otis tarda) en Castilla y León. •Valdunquillo (Valladolid)
Tomado de Sanz-Zuasti, J., García Fdez., J. y Sánchez, C. (2006): Las aves esteparias en Castilla y León.

En el último censo de avutardas de 2008 en Castilla y León, la relación de sexos en primavera ha sido de 1,38 H/M y en la población invernante de 1’12H/M. La productividad que se calcula dividiendo el número de pollos en septiembre entre el número de hembras. La densidad regional productiva, censo de primavera, había sido en el censo de 1998 de 1’15 individuos / km2 y fue de 1’49 Individuos / km2 en el censo de 2008.

Esta población de 2008, de unos 14.000 ejemplares en época reproductora y de 15.921 en la etapa invernante supone más de la mitad del total nacional. La cantidad de avutardas censadas en Castilla y León se ha incrementado en más de un 30% en los últimos diez años (1998-2008).

El censo de Valdunquillo

En nuestro censo por Valdunquillo recorrimos 30 Km y en la mayoría del camino recorrido controlábamos perfectamente 1 Km de amplitud, con dos bandas de 500 m, una a cada lado de los vehículos. Cuando sospechábamos que en una zona debía haber avutardas como cada año y no las habíamos detectado, parábamos y observábamos subidos al techo del coche. Con prismáticos detectábamos a más de un kilómetro de donde se encontraban y nos acercábamos a medirlas de cerca. Estos treinta kilómetros cuadrados oteados, unas tres mil doscientas hectáreas, son prácticamente las del coto (3.080 Has) más otras cien de términos anejos, suponen la superficie censada de unas 3.200 Has= 32 Km2. La zona ha sido batida con bastante fiabilidad dada la poca altura del cereal y de las alfalfas. Fue una gozada. Vimos muchas avutardas, patos del Valderaduey, aguiluchos, cernícalos, milanos, liebres enceladas, todo un espectáculo de las bondades de la esta caza fotográfica.

Hemos estimado las avutardas controladas en nuestro recorrido de 30 km entre 310 y 330, que es un índice kilométrico de abundancia, IKA=10’66 avutardas/km, aproximadamente. Este año hemos avistado alrededor de un centenar más que las censadas en estos años anteriores (170-250). Tanta concentración no es buena para la productividad. Estos incrementos son temporales y provocados por migraciones. La densidad media en la zona batida de Valdunquillo (32 km2) ha sido de 10 avutardas/km2 que es superior a la oficial del censo 2008 en Villafáfila que supuso 7’8 avutardas km2 y se ha considerado la mayor densidad mundial.

Pasado el río, vimos a nuestra izquierda seis posadas relativamente cerca (200m) y una volando. Pero al medio kilómetro vimos una concentración de 42 avutardas en una mambla a la derecha, entre el camino y el río y otras 12 en las parcelas de la izquierda. Pero la agrupación más grande del día se produjo en el km 1’8; un grupo de 30 avutardas posadas en una mambla a la izquierda y a su derecha por encima del regato más de 40 en unas terrazas en pendiente ascendente desde el arroyo. Vuelan las de la bola hacia la derecha del camino por el que avanzamos y caen entre la cuarentena posadas en las suaves terrazas. Contamos entre las que había y las recién llegadas en total 75 avutardas, todas en una arena que es la zona donde se producen los apareamientos, dominada presencialmente por barbones, que estaban allí custodiando el harén de hembras. A la llegada del grupo nuevo, los otros machos dominantes y propietarios de la arena empiezan a exhibir sus poderes inflando el saco gular y mostrando las once o doce plumas —casi hilos— de bigotes (barbón se llama al macho adulto), con la cabeza hacia atrás y la cola vuelta como un vellón blanco de 1 m de diámetro, pavoneándose con las alas algo abiertas para mostrar el blanco interior, exhibiendo la grupa con todos sus tonos blancos y haciendo la rueda. Parecen el doble grandes de lo que son, que son muy grandes. Es un espectáculo natural único.

En la reunión de los dos bandos en esa arena empezaron a exhibirse lo menos quince machos (barbones) del grupo recién llegado, que hacen la rueda sobre la suave inclinación del terreno que se va elevando desde el regato de la zona baja, mientras las hembras más menudas observan el espectáculo de cerca. A esa provocación de los forasteros responden los dominantes de la plaza haciendo la rueda, a cual más espectacular. De todos los exhibicionistas el 95% no llega a aparearse, pues solamente el 5% padrea alguna vez en su vida y el resto de machos se mantiene unido y expectante a la distancia esperando, pienso yo, a ver si le da un infarto a alguno de los que pisan pluma a todas aquellas hembras sumisas y encantadas de unos galanes de ese porte.

La tabla siguiente muestra los avistamientos en cada punto kilométrico y el tipo de cultivo. Fecha 24 marzo 2016 – Inicio 10 horas – Consideramos km 0, el puente sobre el Valderaduey, carretera VP- 5505 de Bolaños a Valdunquillo (Valladolid).

A mi querido amigo Miguel Ángel Romero, gran cazador, experto y defensor de la avutarda y de cualquier especie natural, aunque prioriza siempre el interés por las personas de nuestra tierra, cada vez más ausentes en cualquier espacio rural. Le duele nuestra querida Castilla que se vacía, porque el campo ya no ampara a casi nadie. Se rebela contra estos nuevos mesías sectarios y «Amantísimos de los animales ‘no humanos’» y denuncia su desconocimiento de lo que son y hacen los brutos irracionales en el campo, donde están dejando al medio cada vez más hostil para las personas. Esas gentes del cemento tienen mejor mensaje para bestias que para pastores; son un lobo para el hombre ganadero. Admiro a Miguel Ángel porque es uno de los nuestros, de los cazadores con raíces que nunca tiene la pólvora mojada, posee la virtud del dardo en la palabra y denuncia con gallardía el declive de la vida rural, por la continua ausencia de la esencia de nuestros campos: el lugareño. En Valdunquillo hace unos años nos regaló su saber en una charla avutardera; allí las avutardas se multiplican discretamente y los vecinos se acercan ya a la décima parte que hace medio siglo.

Por José Luis Garrido
Publicado en FEDERCAZA. Abril 2016

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