Opiniones

«In memorian. Homenaje a Juan Sagran», por Alfonso Aguado, presidente de la AER

El pasado 23 de junio nos dejó Juan Sangrán Medina, marqués de los Ríos, montero, dueño de coto y rehalero, pero, sobre todo, buena persona y gran maestro.

No recuerdo el día que le conocí, porque estaba ahí cuando tuve noción de los primeros recuerdos monteros, inseparable de su hermano Manolo, otro grandísimo aficionado que nos dejó hace ya algunos años. Sin discusión, dos referentes de la escuela montera sevillana, que han dejado su sello personal basado en la sobriedad, la simpatía, el valor de la verdadera amistad y, sobre todo, un profundo conocimiento del campo.

Gracias a Dios, Juan tuvo a bien dejarnos la mayoría de sus recuerdos cinegéticos recogidos por escrito, en libros como aquel Cazando entre amigos y otras vivencias. Estamos seguros de que su obra literaria será de obligada lectura para aquellos que no lo conocieron y quieran conocer la verdadera esencia de la afición cinegética. Ha sido un gran cazador y, además, se esforzó en dejar su legado para el disfrute de las generaciones venideras.

Juan lo tenía claro desde hacía muchos años y por eso debemos reconocerlo y recordarlo como un maestro en el arte de la montería. En especial, queremos aprovechar estas líneas para destacar su condición de rehalero, su afición por el perro, su sabiduría a la hora de leer el campo y valorar todos los aspectos de esta actividad. Sin hacer grandes alardes, captaba los más mínimos detalles, que exponía, si lo consideraba oportuno, con comentarios certeros bañados en su peculiar humor.

Echaremos de menos esa sabiduría, pero permanecerá siempre en nuestro recuerdo, que no deja de ser el mejor homenaje a los que se van.

Gracias, Maestro.

Por Alfonso Aguado Puig, presidente de la Asociación Española de Rehalas

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.