Desde el pulpitillo

Deciamos ayer…

Titulo, parafraseando a Fray Luis de León, porque la semana pasada, con motivo de mi artículo: “Acosados por el hambre los furtivos vuelven al monte”. Uno de mis lectores me invitaba a no expresar opiniones políticas en mis artículos. (Por regla general no lo hago, pero porque no viene al caso). En esta ocasión, el fondo del artículo venía motivado por la situación a la que se han visto abocados algunos cazadores como consecuencia de una crisis, que sin duda, el gobierno anterior no supo gestionar.

Ahora nos vemos pagando las consecuencias de que todo un presidente de España, dijera que la crisis era una falacia, o que nuestro país estaba por encima de Francia o de Alemania, y que nosotros jugábamos en la Champions League de la economía mundial . Sandeces de este calibre y el mirar para otro lado, nos han costado jugar en cuarta regional.

Decía nuestro lector que aquí se viene a hablar de caza, no de política, y que se me veía el plumero. Y así me gustaría a mí que fuera, que la capacidad de gestión de nuestros políticos, nos permitiera olvidarnos de su actuación para hablar sólo de caza, pero desgraciadamente no es así.

Yo, también escribo para los que este año no han tenido medios para pagar el coto. Me preocupan los que no han podido asistir a tres o cuatro monterías, como venían haciendo, porque en su casa no entra más ingreso que el subsidio por desempleo. Escribo también para los organizadores que han tenido que suspender una cacería porque la Junta de Andalucía ha decidido irrumpir en una montería para pedir los boletines de cotización a la Seguridad Social, de los perreros.

Mientras, siguen escurriendo el bulto y obstaculizando la acción de la justicia para sacar a la luz la verdad y devolver el dinero robado de los ERES de Andalucía. Eso sí, el chofer del entonces director general de empleo, ambos de el partido socialista, declara que se gastaron el dinero en putas y cocaína. Conducta ejemplar que debe mantener callados a los que no pueden ir a cazar por no estar cobrando. Más que nada, para no mezclar la caza con la política.

Y estas cosas, ocurren por actuaciones de políticos del Partido Socialista, que “gobierna” en comandita con IU la Junta de Andalucía. Y ¿que hago me callo y miro para otro lado?. ¡ Pues no!, hablo de política, porque por culpa de una política negligente, son muchos los cazadores que han perdido el poder adquisitivo que les permitía comprar un par de revistas de caza cada mes.

Ahora, es conveniente hablar de política, aunque siga hablando de caza, y me explico : Los cazadores, somos un colectivo que forma parte de un país, España. Donde vivimos bajo un régimen político que se llama Monarquía Parlamentaria. Nos regimos por lo escrito en nuestra Carta Magna; lo que nos lleva entre otras cosas a tener libertad de expresión y de opinión, aunque no necesariamente la tengamos que compartir.

Los cazadores tenemos infinidad de problemas administrativos de los que nos quejamos amargamente en bares, tertulias, revistas y mentideros. Pero difícilmente ponemos nombre al responsable de esos problemas, por querer alejar nuestro deporte de la política. Es la postura del avestruz, enterrar la cabeza para no ver lo que no nos interesa.

Nuestro deporte, salvo por accidentes, rara vez se ve reflejado en la prensa generalista, también un error que venimos arrastrando desde hace bastante tiempo.

Queremos ser tan políticamente correctos, que hasta la prensa generalista nos ignora. Deportes como la vela en pantano, la bicicleta de montaña, el tiro con arco, o el ping- pong, tienen un espacio en cualquier periódico. La caza, que es el deporte con más practicantes federados de España, no.

La caza, se ordena desde la administración. Se regula con leyes que hacen los políticos, y nosotros como ciudadanos y como colectivo, no podemos permanecer al margen de su actuación.

No podemos actuar como si nuestro deporte se regulara por intervención divina y estuviera directamente influenciado por el destino, sin más intercesión.

Y no es por escarbar en la herida, pero ya que se me ha acusado de que “se me ve el plumero”, voy a hacer un poco de memoria para ilustrar este artículo con algunos acontecimientos que a lo largo de nuestra reciente historia, nos han venido fastidiando a los cazadores. Más que nada, para no tener necesidad de recordarlo en lo sucesivo y poder complacer a nuestro público escribiendo más de caza.

Tenemos la facilidad de olvidar lo que no nos interesa recordar. Parece que fue ayer, cuando empezamos con el dichoso problema de las diecisiete licencias de caza para poder cazar en España. Y hacemos referencia al hecho, pero con poca frecuencia al responsable.

La transferencia de competencias en materia de Medio Ambiente a las diferentes Comunidades Autónomas, se hace mediante la Ley 9/1992. Aprobada por el gobierno socialista de Felipe González. Desde entonces, en España, a la izquierda de un arroyo rige una ley de caza y a la derecha otra. Porque ese arroyo es el límite de provincia. Y puede darse la circunstancia de que si ese arroyo está en mi coto, y yo estoy en la orilla derecha cazando el conejo en época estival y un perro se me cambia de orilla, la Guardia Civil podría denunciarme porque mi perro está cazando en un sitio donde no está abierta la veda. ¿Se puede asistir a mayor disparate?. Pues ese disparate es fruto de la gestión de un gobierno socialista.

En 2007, durante la tramitación de la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, la Sra. Narbona, ministra del gobierno de Zapatero, se declara en sede parlamentaria, públicamente en contra de la caza de Perdiz con Reclamo. Provocando que Bruselas, apoyándose en su argumentación, quiera prohibir esta modalidad, alegando que El Reino de España incumple la directiva de aves europea.

Pues mira por donde , yo también escribo para el colectivo de cazadores de reclamo, que solo en Andalucía reúne a 40.000 devotos practicantes, y que por culpa de la ignorancia y de la negligencia de una ministra socialista del gobierno de España, está gastándose un dineral para dejar acreditado que este tipo de caza no se practica en época de reproducción y cría.

La Ley 5/2007 , curiosamente aprobada por el gobierno socialista del Presidente Zapatero, prohíbe la pesca deportiva, y la caza deportiva y comercial en todos los Parques Nacionales españoles. ¿Por qué?. Pues porque a la Sra. Narbona se le antojó así. Esa Ley acabó con los ingresos extra de miles de residentes en esos pueblecitos serranos que veían aliviada su economía con la llegada de la temporada de caza. Y destrozó las expectativas cinegéticas de muchos cazadores , que en el coto social de su pueblo asistían a un par de “matacuelgas”, al año. ¡Y tuvo que ser una ministra socialista!.

Durante la época socialista, se nos ha hecho normal que los ministros se pasarán por el arco del triunfo muchas leyes, apoyados en el inmenso poder político que tuvieron. Pero graciosamente tuvo que ser un ministro de Justicia, y remarco: De Justicia, el que se pasara La Ley de Caza por donde mejor le cupo y venirse a pegar unos tirillos a Andalucía invitado por un juez también famoso por transgredir la Ley, sin tener licencia de caza de nuestra comunidad.

Llegado a este punto y por razones de espacio, debo parar y manifestar, que no es que yo quiere hablar de política en mis páginas de opinión sobre caza. ¡Es que me tiran de la lengua!.

Y por ir terminando, a mi, me gustan los libros de Antonio Gala, aunque no soporto sus artículos. Por eso compro los libros de Gala, pero leo los artículos de Alfonso Ussía. Me declaro fiel lector de Don Miguel Delibes, rendido admirador de Quevedo y durmiente lector de Carlos Marx ( nunca he podido con más de cinco páginas sin que Morfeo se apoderara de mí). A pesar de todo me impuse como penitencia, para poder opinar, leer “El Capital” y lo terminé. He leído ocho veces El Quijote y nunca me ha preocupado de que partido político era Cervantes, simplemente lo leo porque me gusta como escribe. Hasta la semana que viene…que hablaremos de caza.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.