La cruz filar

La presión abandonista

Juan CaballeroEs curioso que los ‘reyes del abandono’ critiquen el borrador del anteproyecto de la nueva Ley de Caza de Castilla-La Mancha, por presumir que produce un grave impacto en el desarrollo de las tareas agrícolas, ganaderas o de turismo rural. Se tornan en abanderados de actividades tradicionales, precisamente cuando son personas que sueñan con dejar el campo libre de cualquier actividad productiva. Error con mayúsculas, no encontrarán en agricultores y ganaderos aliados para el despoblamiento del medio rural; además, éstos no tienen nada de tontos, cuentan con sus propias asociaciones que saben defender cualquiera de sus problemas. Nunca picarán en un anzuelo verde chillón. Lo que pretende la modificación de la actual legislación cinegética, con independencia de que pueda gustarnos en mayor o menor medida, es ayudar al desarrollo del mundo rural, además de poner al día distintas cuestiones. No he podido encontrar en todo el texto del borrador del anteproyecto indicio alguno de un nuevo perjuicio a agricultores, ganaderos y turismo rural. Menos aún en el artículo 27, al que se refieren los responsables de Ecologistas en Acción en la nota de prensa que emitieron hace unas semanas. Completaban su escrito de desinformación, en su línea habitual, asegurando que se iban a ‘cerrar’ caminos y ‘prohibir’ actividades de ocio. Afirmaciones que vuelven a dejarme fuera de juego, pues tampoco he leído nada que pueda apuntar en este sentido en el texto de la nueva ley. La Consejería de Agricultura ha actuado de una forma totalmente transparente y participativa en la redacción del texto, dando opción a colaborar a cualquier interesado, de lo que he sido testigo, y les puedo asegurar que, hasta la lectura de la nota ecoabandonista, no he oído queja, comentario o alegación alguna sobre las cuestiones relativas a ‘graves impactos’ sobre agricultores y ganaderos o sobre el cierre de caminos y prohibiciones de actividades de ocio. La referencia que el escrito abandonista hace al artículo 27 m, además del intento de tergiversar su contenido, no tiene en cuenta una parte del texto. Con el citado artículo, la Administración tendrá una buena herramienta donde apoyarse para evitar que se espante caza de ciertos terrenos o que se alteren querencias naturales. Lo que cualquiera entiende, con la lectura del artículo, es que tiene su fundamento en hacer menos viable que alguien pueda beneficiarse con dichas prácticas o/y perjudicar al titular de un aprovechamiento. En nuestra tierra y en otras, la picaresca llega incluso a sacar caza de lo ajeno con pretextos como ir a coger setas o frutos forestales. El artículo 27 m prohíbe principalmente acciones que espanten la caza «incluida la recogida de espárragos, setas, hongos, u otros frutos silvestres en los días de caza o previos a estos, cuando esté señalizada la cacería y si actúa sin el consentimiento del titular del aprovechamiento. No se entenderá como práctica de espantar, aquellos procedimientos y medios permitidos para proteger los cultivos y otros bienes». ¿Qué tiene esto que ver con agricultores, ganaderos, turismo rural, cierre de caminos o prohibiciones de actividades de ocio? ¡Realmente inaudito! Con independencia de la citada nota de prensa, el eco del abandonismo llega más largo, por ejemplo a la revista Quercus, donde han publicado un artículo, en el número de junio, que es imposible que pueda alejarse más de la realidad. El encabezamiento ya de por sí refleja una auténtica síntesis de lo que pretenden hacer creer con el contenido, afirman: «Se preparan cambios a gran escala para favorecer el lobby de la caza». La caza, de lobby, no tiene nada, con independencia, claro está, de alguno que otro que tenemos que soportar y que generalmente sólo traen problemas a la cinegética. Titulan esta nueva desinformación Castilla-La Mancha: ataque sin precedentes a la naturaleza. Barbaridad de las grandes, mentira de juzgado de guardia. Pero claro, les interesa exagerar y falsear con el fin de conseguir un mayor abandono. Presión sin límites que espero no dé resultados. Justifican el ‘ataque sin precedentes’ con tres cambios legislativos que se están llevando a cabo. Es el caso de la obligatoria modificación de los planes de recuperación de las especies en peligro de extinción, como el del lince. Es curioso, el nuevo plan lleva incluido aumentar en más de cincuenta mil hectáreas su área crítica, ¿les parecerá poco? Como imaginan, la consecuencia no puede ser más perjudicial para el mundo rural, ¡si al menos hubiera una justificación! ¿Acaso han repoblado ya los linces la actual área crítica? ¡No!, con mayúsculas. Continúan la desinformación refiriéndose a la Ley 9/99, en concreto dicen: «para acabar con la responsabilidad de los titulares de coto en lo que se refiere a la aparición de cebos envenenados». Pretende la Administración regional que el titular sea responsable si en justicia ha de serlo, cuestión de sentido común que únicamente los extremistas del ecoabandonismo pueden cuestionar. Faltan nuevamente a la verdad cuando indican que los cambios legislativos permitirán nuevos cerramientos o cotos intensivos en áreas críticas. Para terminar asegurando otra falsedad: que las sanciones han sido reducidas a la mitad. Con independencia del seguimiento que Quercus hace de las mal intencionadas informaciones de Ecologistas en Acción, los responsables de la revista se ganan a pulso una crítica negativa, pues está claro que no se han informado. Si realmente les preocupara el medio ambiente y no sólo el puro y llano abandonismo sin más, hubieran leído el borrador de la nueva ley de caza y, por supuesto, los correspondientes a los planes de recuperación. Conozco a la Consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha y dudo mucho que éstas y otras desinformaciones le hagan mella. El problema, quizá, sean las posibles presiones, las de otros que no estén a la altura.

 

Por Juan Caballero de la Calle.

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