La cruz filar

La Cruz Filiar: ‘El rodillo Red Natura 2000’

 

Juan-CaballeroHe dedicado en buen número de artículos de opinión a la Red Natura 2000, aquella creada por la Directiva 92/43/CEE, como instrumento de conservación integrado por las LIC (lugares de importancia comunitaria) y las ZEPA (zonas de especial protección para las aves). Centrándome en los últimos meses en la designación actual de las primeras como ZEC (zonas de especial conservación) que requieren un plan de gestión que dicte las medidas apropiadas para conservar estos espacios protegidos. Medidas, por otro lado, ya más que contempladas y repetidas en los planes de ordenación de los distintos espacios protegidos, con los que en buena parte se superponen, o/y por una legislación más que restrictiva en lo se refiere al medio ambiente.

Comentaba que los planes de ordenación de las ZEC, en Castilla-La Mancha, se están tramitando en la actualidad por su Gobierno, que es la administración competente. Hacía referencia al ‘regalo’, más o menos grande, según la zonificación en la que cae el terreno afectado dentro del espacio protegido correspondiente, en forma de prohibiciones o/y limitaciones. Terrenos que, en distintos porcentajes, quedarán discapacitados para el desarrollo rural y, en general, para muchas cuestiones que servirían para fomentar nuestra economía, aumentando los miles de problemas, que ya existen, para poner en práctica cualquier proyecto. Limitaciones en nuestros campos, ya no sólo en zonas protegidas, incluida la Red Natura 2000, que evitan el desarrollo de muchas poblaciones rurales sitas en zonas deprimidas y de las que podría darles decenas de ejemplos. Proyectos que evitarían paro y la cruel necesidad de apretar en sumo grado a las economías familiares, a través de los impuestos y de sueldos reducidos, para sacar adelante las necesidades sociales, que deben ser prioridad. Que ayudarían, sin duda, a compensar el derroche de políticos en busca del voto y desgraciadamente, en llamativos casos, de su propio beneficio. Estamos cerca de elecciones y todos notamos como lo que digo se hace más palpable.

Precisamente en estos días previos a municipales y autonómicas, nos encontramos en Castilla-La Mancha, con el cuarto lote de información pública para aprobaciones de planes de gestión para ZEC. En este caso, la Resolución de 23/03/2015, de la Dirección General de Montes y Espacios Naturales, por la que se someten al trámite de información pública otros siete espacios de la Red Natura 2000 en Castilla-La Mancha. Otra porción de la superficie total regional afectada por la Red.

Las limitaciones, en estos cientos de miles de hectáreas, relacionadas con la caza son importantes. Alcanzan de forma primordial al mantenimiento y más aún a la realización de nuevas infraestructuras, así como a la ordenación y gestión cinegética en cuanto a las densidades de población, especies, repoblaciones y otros. De hecho, aquellos terrenos que queden incluidos en zona Red Natura no tendrán el valor que otro homólogo libre de esta carga. Todo aquel que sea propietario de finca o que tenga cierto conocimiento sobre la problemática que influye en las compraventas, sabe que una de las cuestiones a tener en cuenta cuando se negocia la transacción son las posibles servidumbres existentes. Hasta la fecha los caminos públicos solían deshacer más de una operación y en otros casos devaluar el precio de venta. Hoy en día va tomando forma una nueva situación no deseada, por las limitaciones que conlleva: la afección de los terrenos por una ZEC o/y una ZEPA. Siempre habrá quien no se entere y compre con la ‘deuda’, incluso es posible que a alguno le dé exactamente igual. Habrá quien diga que su finca sigue valiendo un potosí y que él hace lo que le da gana. En todo caso, no entraré en discutir estas cuestiones y, simplemente, invertiré los términos: es ya una realidad la revalorización, sobre el escaso precio de la hectárea que marcó la crisis, de aquellas fincas de caza mayor no afectadas por la Red, pues son escasas y permiten una gestión cinegética con muchísimas más posibilidades.

Cualquiera podría preguntarse si el afán que llevó a nuestros representantes a incluir tantos millones de hectáreas de España en la Red, lo hacía al menos en proporción al resto de países de Europa. Les aseguro que no. Francia primero tuvo más que cuidado con su necesario desarrollo rural, con independencia de críticas y roces varios, dejando para la Red un 12,56% de su territorio, similar al de Bélgica, frente al 27,27% español. Alemania admitió un 15,47%, Austria el 14,96% y menos aún Dinamarca, Suecia y Finlandia, todos ellos con un medio natural más que sobresaliente. Y el ejemplo de Gran Bretaña con un 8,55% . Entiendo que nuestras administraciones aún están a tiempo de recapacitar, ajustando superficies y contenidos de los planes de ordenación. Es cuestión de sentido común, con independencia de la cantinela típica de que la «culpa la tiene Europa y ya no se puede hacer nada». Grecia negocia y renegocia su deuda, sus compromisos, como lo haría cualquiera de cara al bien de sus países y gentes.

 

por Juan Caballero de la Calle

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