A duras penas amanecía en Aliseda mientras los cazadores llegaban a La Montería, donde iba a tener lugar el sorteo de las posturas con las que Enrique Garrido cerraría como es habitual la mancha de El Cobertizo de la finca Valdelacasa, próxima a la localidad Cacereña.
El excesivo calor preocupaba en exceso y por ello poco más de las ocho y cuarto comenzaba a sortear tras las últimas indicaciones en este Día de la Hispanidad.
Valdelacasa es un punto de encuentro, un muero de deseo por volver
Valdelacasa no es una montería cualquiera, es un punto de encuentro, un muero de deseo por volver, porque año tras año, abre la temporada en este día tan señalado, es por ello que los asistentes siempre vengan acompañados y busquen el ‘reencuentro’ con los amigos y con los lances.
Cinegética Garrido daba el pistoletazo con las dos primeras armadas, los cierres de Aceituna y Aceitunilla, seguidos por la armada de la Cuerda, que salían prestos hacia el cazadero con el sol tirando de biceps para encaramarse a lo alto de un gran día.
Cambio en las manos, se presagiaba algo bueno…
Pocos disparos, a lo sumo cuatro o seis, se habían producido antes de la llegada de los furgones a los puntos de suelta.
Este año se había modificado las manos para intentar soltar lo más cerca posible de los encames de los cochinos, y así facilitar la labor a los canes en estos primeros compases infernales de temporada, en el que el calor, los agota rápidamente.
Y así fue, tras abrir portones se fueron conformando las manos y empezaron a escucharse las primeras ladras.
Ladras cortas que acababan en discretos disparos, aquello presagiaba algo bueno.
Valdelacasa estaba ‘a reventar’
Cincuenta y cuatro lances distintos llegué a contar desde el 6 de la Cuerda.
A buen seguro alguno pasó desapercibido, un vareto, una cierva cumplieron en mi postura sin ejercer el derecho al cupo de una cierva y un muflón que teníamos establecido por la organización.
Dos cochinos se salían por el puesto contiguo al mío sin ejecutar lance, al igual que otro que dejaba pasar mi vecino del 5 por tener poco porte. ¡Ole ahí por el chaval!, ojalá aprendieran muchos de estas acciones. Ahí estará para el año que viene.
La montería fue lenta, las ladras se sucedían continuamente unas a otras, y es que había un ‘atestón’ de cochinos. Valdelacasa estaba ‘a reventar’.
La suelta de perros del Geodésico no dejó de sacar cochinos en toda la jornada, al igual que los de la Cañada del cierre de Aceituna que estaba sopado de reses.
Así, la traviesa de los Canchos se quemó las manos tirando cochinos y venados, flojearon este año las armadas del Valle y el Manantío, pero también se divirtieron.
En general todas las armadas tuvieron mucha caza y quien no jugó lance vio caza.
Curioso lance de Andrés con un gran cochino
Lance curioso el del amigo Andrés, que veía como le cumplía un gran cochino cojeando, ejerció un disparo de ‘remate’ sin complicaciones y tras finalizar la montería, se acercó y comprobó, que el tiro que tenía estaba en una mano del animal y cicatrizado ya hacía tiempo. Por supuesto el jabalí solo tenía un disparo por lo que le otorgaba la propiedad del trofeo, que a la postre sería el más grande de los que se cobraron y que a buen seguro se va a meter en metal tras su medición.
Los muflones se la jugaron al amigo ‘Pelillo’ que todavía está viendo como le levantan la patita.
Satisfacción en el ambiente
A las dos y media de la tarde se levantaban las posturas, que habían estado disfrutando de un gran espectáculo cinegético desde las once menos cuarto, momento en que abrieron los portones las rehalas.
Se palpaba satisfacción en el ambiente, todo eran risas y jolgorio en la comida, donde todos exageraban sus lances, acertados y fallidos.
El magnífico equipo de recuperación de AEPES
Y los que habían tenido la desgracia de fallar una res pero la suerte de alcanzarla, fueron a pistear con el equipo de recuperación de caza de AEPES que había llevado la organización a tal efecto.
Abdón Cabeza de Vaca y Sergio Rolo, fueron los encargados de rastrear dos jabalíes y un venado con resultado satisfactorio en los tres rastros.
Considero que a fecha de hoy y cada vez más, estos conductores con perros acreditados se están convirtiendo en indispensables en nuestras jornadas monteras.
Un plantel de gala
El tapete de Valdelacasa lució un plantel de gala, digno para esta fecha tan señalada de 26 jabalíes, destacando seis navajeros y el gran cochino cobrado por Andrés (menuda forma de comenzar la temporada), y 23 venados, con dos de ellos que destacaban sobre el resto, a lo que habría que sumar cinco ciervas de gestión.
Sin duda un día para el recuerdo. Volveremos…
Crónica y fotografías: Carlos Casilda Sánchez
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Cinegética Garrido
Fecha: 12 de octubre de 2022
Finca: Valdelacasa / Finca abierta / Mancha: El Cobertizo
Hectáreas monteadas: 750
Localidad: La Aliseda, Cáceres
Puestos: 48 / Sin cupo / Rehalas: 26
Venados: 23
Jabalíes: 26 (6 navajeros con 1 medalla)
Ciervas: 5
