La expectación no podía ser mayor durante el suculento desayuno que fue servido en el pabellón de caza de la acogedora familia Nieto -auténticos protagonistas de esta montería- entre los afortunados monteros que habían logrado hacerse con un puesto en una de las monterías más esperadas de la temporada, y a quienes Felipe y Marco, Sierra España, tranquilos, aseguraban una y otra vez que la calidad que habían venido observando en la finca durante la pretemporada era, incluso, superior a la de la temporada anterior, en la que obtuvo la Caracola de oro en finca cerrada, en la que fuera su brillante primera aparición en el panorama cinegético nacional.
El tiempo además acompañaba, con un día azul, radiante, con poco viento y temperaturas invernales suaves. Mejor imposible.
Y como no es lo mismo que te lo cuenten a vivirlo para contárselo a ustedes de primera mano, allí desplazamos a un equipo de Caza y Safaris&Cazawonke.com con el reto de entrar con los perros y vivir la montería desde dentro, mano a mano con el monte y con la enorme densidad y variedad de caza que esta finca alberga.
Mejor acompañados imposible, con las rehalas de Gonzalo –y su inseparable Javi–, Óscar, Daniel y Armando. ¡Joder, qué bien cazan! Da gusto ir a su lado, cazando despacito, sintiendo el monte, levantando cochinos una y otra vez…
Al frente, capitaneando las rehalas, va la propiedad, boina en lo alto. Viene reciente de un extraordinario reto por las altas montañas asiáticas y se le ve fuerte, bravo, andando delante, el primero de la mano, dirigiendo a perreros y rehaleros de forma constante.
A la derecha, el propio Felipe, conocedor de querencias y de la colocación exacta de cada postura, anima y jalea como el que más. Trabajando todos a una para intentar cosechar el mejor resultado que tanto monteros, como orgánica, como la finca merecen por derecho propio. Es resultado no es fruto de un día. Lo comprobamos en lo más espeso del monte –que no es mucho, dada la fuerte presión alimenticia de la gran densidad que acoge– y encontramos numerosos rascaderos, parideras y encames.
Las apenas diez posturas, repartidas en una mancha de unas 700 hectáreas, disfrutaron de amplios tiraderos a dobles testeros y ya, desde la misma suelta, sobre las 11:30 de la mañana, y a medida que los perros iban haciendo su trabajo, todas las armadas pudieron vivir multitud de lances y completar su amplio cupo sin mayores problemas.
El mayor reto a lo largo de la mañana fue lograr romper y mover, con el trabajo de las rehalas, una y otra vez, las grandes pelotas de venados, muflones o gamos que se fueron formando a lo largo de la jornada, como instintivo medio de protección de estas especies. Incluso alguna collerita de corzos se llevaba por un rato a alguna rehala detrás, animando con su aparición en escena, aún más si cabe, el gozo y deleite cinegético de los presentes.
Los grandes trofeos, conscientes de la situación, intentaban mantenerse lo más protegidos posible en el centro de la manada, no dudando en embestir a ejemplares de menor rango para mantener sus estratégicas posiciones dentro de las pelotas y mantener sus flancos cubiertos. Los trofeos llegan a grandes debido a su astucia e inteligencia particular, generalmente asociadas a mayores edades y experiencia.
Tras el toque de caracola de retirada, sobre las 15:00 h., los monteros pudieron disfrutar de una excelente comida, de nuevo en el marco del pabellón cinegético, donde se dio buena cuenta de las emociones vividas por cada uno de los puestos, como fue el que disfrutaron David A. y Antonio R., quienes, además de completar su cupo con bellísimos trofeos, pudieron disfrutar de divertidos momentos de camaradería montera; o el puesto de Abel, que lograba abatir entre los suyos un bellísimo venado de 24 puntas, absolutamente simétrico; o el de Eusebio, con varios buenos guarros y venados, además de un buen gamo, entre los suyos.
Sorprendió, si cabe, la excepcional calidad de los muflones. Hoy en día escasean los grandes trofeos de esta especie y en el plantel final se presentaban nada más y nada menos que ocho oros, según primeras medición en verde, con uno de ellos que arroja una puntuación extraordinariamente alta y que, una vez homologado por la JNHTC, a buen seguro se situará muy alto en el ranking nacional.
El plantel final, presentado a la luz de los faros de los camiones de la cárnica allí presente, así como de los potentes faros del John Deere Gator XUV 855d que siempre ayuda en las monterías en las que está presente, fue espectacular, con una calidad extraordinaria general que coloca a esta montería como una firme candidata a Caracola a la mejor montería 2014/2015 en finca cerrada, mostrando un total de 63 cochinos, con 19 buenos navajeros entre ellos, 43 venados (arrojando, en una primera medición de la Taxidermia Martín Ibáñez, 31 oros, 2 platas y 1 bronce), 8 muflones (8 oros) y 2 gamos (1 plata y 1 bronce).
Una crónica de LdelaT / Caza y Safaris – Cazawonke.com
FICHA
Organiza: Sierra España
Finca: El Encinar de San Martín
Fecha: 06/02/15
Puestos: 9
Tipo de finca: cerrada
Resultado: 63 jabalíes (17 buenos navajeros), 43 venados, 8 muflones y 2 gamos
Rehalas: 4