Con los archiperres y la ilusión intacta nos desplazamos al Alentejo portugués para disfrutar del último cartucho montero de Antonio Márquez.La jornada propuesta se compuso de dos monterías: la primera, con 1200 hectáreas para 30 puestos y 8 rehalas, y que serviría como preámbulo para la segunda en 200 hectáreas con 22 puestos y 12 rehalas.
Nada más llegar a la finca pudimos comprobar la calidad de unas instalaciones de ensueño que, junto a los manjares gastronómicos ofrecidos, la buena gente y la atención de los Márquez hizo a más de uno pensar en la próxima temporada.
Al tratarse de una finca «suave” los puestos del primer día estaban muy separados y con una panorámica espectacular compuesta, principalmente de eucalipto, jara y monte bajo, si a esto añadimos las pocas rehalas que se echaron no se esperaba nada sobresaliente de una montería de gestión, salvo un día soleado y algo se suerte. Error mío; nada más acomodarnos en el puesto y sin soltar rehalas, a media distancia dos buenos guarros venían “zorreando” derechos a nosotros y acortando distancia les dejé cumplir. Nada más encararme el rifle y a 15 metros del más grande pude comprobar que olvidé quitar el “seguro de gatillo” obligatorio en Portugal y sin poder tirar le vi alejarse. Con la sonrisa de mi mujer durante toda la mañana y unas 30 detonaciones cerramos el día con un resultado de 7 cochinos (1 oro) y los comentarios y consejos de todos para mi olvido.
La segunda mañana amaneció fresca debido a la tormenta nocturna del día anterior, pero con todos los ingredientes necesario para un monterión. Esta vez, al ser una superficie menor, cada puesto estaba estratégicamente ubicado y advirtiendo encarecidamente el orgánico la imposibilidad de ‘mejorarse’ en la mancha, nos fuimos colocando rápidamente en los puestos. Bajando del coche , sin soltar rehalas y cargando el rifle (esta vez sin seguro de gatillo) pudimos contar 38 tiros, cosa imposible en adelante, puesto que el tiroteo fue constante. Calculé las 250 detonaciones. Una vez sonaron las caracolas y de recogida al cortijo encontré algún montero con 6 cochinos, bastantes con 4 y 5, y la satisfacción del orgánico latente por el resultado (85 cochinos con 23 bocas , 3 oros y cinco bronces)ahí queda eso.
Especial reflexión sobre la familia Márquez que, pese a no estar todos ellos por la ley de la vida, es la ley de la vida la que nos regaló que sus nuevas generaciones cogieran las riendas del sorteo, de traductores de idioma de rehalas y, al fondo de la mesa, en segundo plano, don Antonio.
Una crónica de Juan Carlos Vidales
FICHA
Organiza: Círculo de Monteros
Finca: Monte do Gavio
Lugar: Portugal
Fecha: 20 y 21 de enero de 2016
Puestos: 30/22
Rehalas: 8/12
Jabalíes: 7 (1 Or.) / 85 (3 Or. y 5 Br.)
