Panorama montero

La guinda del pastel montero en ‘Dehesa de Escuderas’

CRÓNICA

Terminaba Antonio Pavón su fin de semana montero citando a sus cazadores en la finca Dehesa de Escuderas, muy próxima a Santiago de Alcántara.

Este nueve de diciembre ponía fin a un puente en el que los cazadores habían podido realizar una maratoniana expedición montera, faltando la guinda del pastel que la iba a ofrecer Monteros de Sopetrán.

Pasadas las ocho de la mañana comenzaban a llegar los asistentes al punto de encuentro dentro de la propia finca, desde donde Antonio Pavón iba a organizar todos los avatares propios de una montería de esta índole.

Con unas buenas migas y el café entre las manos los monteros comentaban inquietos el estado de la mancha, en el que se esperaba una magnífica jornada de caza y en la que el tiempo parecía que iba a acompañar.

Un sol cariñoso coronaba el cielo mientras Antonio daba las últimas indicaciones a sus postores y organización, y comenzaba a sortear por armadas.

Los primeros cierres en salir los del Río y de La Agapita, por ser los más lejanos y difíciles de montar. Tras estos fueron saliendo la Reforestación el de Baldío y las distintas traviesas.

Desde su colocación, los primeros en partir ya tuvieron oportunidad de jugar lance con las reses, que inquietas comenzaban a buscar cobijo en la parte más espesa de la finca.

A las once de la mañana se notificaba la colocación del último de los monteros y tan solo un cuarto de hora más tarde se soltaban las rehalas. Todo estaba listo.

Desde la suelta, todo fue un no parar de ciervas, venados y cochinos, movidos de un lado a otro por las insistentes rehalas que se soltaron en tres puntos distintos y en varias direcciones, por lo que la montería fue todo un atropello en sus comienzos.

Tiros, tiros y más tiros, con ladras que resonaban por todos sitios. Los monteros permanecían atentos en sus puestos y veían como continuamente estaban transitándolo, jabalíes, ciervas, varetos y venados, por lo que no había tiempo para relajarse ante la proximidad de las ladras.

Así, cuando se quisieron dar cuenta el reloj marcaba las tres menos cuarto de la tarde y la organización comenzaba a levantar las armadas.

Una buena comida esperaba a los asistentes que satisfechos con una entretenidísima montería comentaban los lances mientras esperaban la llegada de las reses.

Hubo monteros que hicieron el cupo con dos venados y veían como les cumplían a la postre otros venados, y hubo quien después de más de treinta disparos no conseguía hacerse con ninguna res. Suertes dispares, montería en estado puro.

Al final al plantel llegaron un total de 33 jabalíes entre los que se encontraban ocho buenos navajeros, siendo señalado uno de ellos que tenía la cara blanca y negra, proveniente seguramente de una casta de jabalí albino que existe en la zona. También llegaron al plantel 44 venados, destacando una primera fila de buenos ejemplares de importante calidad, completando el plantel un ramillete de ciervas de gestión.

Así, ponía la guinda Monteros de Sopetrán a un fin de semana montero en Extremadura.

Crónica e imágenes: Carlos Casilda Sánchez

DATOS DE LA MONTERÍA

Organización: Monteros de Sopetrán

Fecha: 9 de diciembre de 2018

Finca abierta: Dehesa de Escuderas. Hectáreas monteadas: 800

Término: Santiago de Alcántara (Cáceres)

Puestos: 60 / Cupo: 2 venados jabalí libre. Rehalas: 20

Jabalíes: 33 (8 navajeros)

Venados: 44

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