Panorama montero

Monteros de Encinasola cierra temporada con dos días en Portugal

CRÓNICA 2 DE ENERO

Comenzaba el último fin de semana del calendario para Monteros de Encinasola, cazando por tierras portuguesas una bonita finca cercana a la localidad de Serpa. El cortijo de Cascalheira acogía a los asistentes a este evento organizado por este Club Deportivo con un magnífico catering en el que se disfrutó de un buen desayuno mientras Paco Berjano e Ismael García ultimaban los preparativos del sorteo.

Al ser pocos puestos, este se realizó a sobre puesto y sin demora se organizó la salida de las armadas al cazadero.

Ya antes de soltar, se escucharon algunos disparos en la parte más alta de la finca que da a las llanas del cortijo, por donde una piara abandonaba el cazadero alertados por el ajetreo de vehículos, de entre todos ellos el amigo Ismael se quedó con el primer jabalí del día.

Tras la suelta, poco tardaron los perros en dar con los jabalíes que no querían correr en dirección al Guadiana, sino todo lo contrario, se la jugaban a los perros volviéndose hacia los cierres más altos, que fueron los que más disfrutaron del día.

Un fuerte viento azotaba la mancha propiciando un frío que no se podía combatir mas que buscando algún rallo de sol. ¡Pobres a los que les tocó en la umbría! Como a un servidor.

Tampoco dejaba escuchar con claridad las ladras, por lo que hubo numerosos fallos. Aún así, hubo monteros que abatieron tres jabalíes, otros que vieron numerosos de ellos sin poder jugar lance dado lo espectaculares de las posturas, con gran visión al cazadero.

Sobre las dos estaban todos los cazadores rumbo a la casa cortijo para disfrutar de la comida, mientras se sacaban los diecisiete jabalíes y una cierva que finalmente se cobraron.

La jornada se extendió hasta tarde con las ilusiones puestas en el pequeño gancho que esperaba al día siguiente en la otra mancha con la que cuenta la finca.

CRÓNICA 3 DE ENERO

El segundo día de cierre de temporada de Monteros de Encinasola se celebró cazando en familia en la misma finca, Cascalheira.

Diecisiete, eran las posturas que iban a disfrutar de un magnífico día entre amigos con un ambiente inmejorable. Diez, eran las rehalas que iban a estar encargadas de mover los jabalíes y venados que el pinar de la finca albergaba, y todos ellos quedaron sobre las nueve y media, sin prisas, para desayunar como es debido en el cortijo de la finca, sortear y rematar la temporada.

Con las ilusiones puestas en algún buen trofeo, los monteros fueron cogiendo papeletas de encima de la mesa, a medida que sus nombres iban siendo nombrados por el amigo Enrique. Así, poco a poco todos fueron cogiendo su postura y cuando me quisieron nombrar, solo quedaba una encima de la mesa, la suerte estaba echada.

En suertes la traviesa de Cascallar, postor José Adame y el número siete. De vecino el amigo Paco Asenjo y por el otro lado el postor. Mayor tranquilidad, imposible.

Esperamos que salieran los cierres y cuando estuvieron colocados entramos nosotros al cazadero. Algún raposo se movió antes de la suelta y Alberto Covarsí dio buena cuenta de el.

Tras soltar, eso fue lo primero que apareció en mi postura, una raposa a la que intenté un fugaz disparo sin éxito, es de las pocas que se me han ido este año.

Poco tardaron las matilhas portuguesas en dar con los cochinos, dirigidas por Manuel Piano, las posturas permanecían atentas a la aparición de los jabalíes, que se escurrían como pedro por su casa, debido a la gran distancia entre los puestos.

Esta mancha que se caza habitualmente con cincuenta se estaba monteando con casi una veintena de escopetas, y eso dificultaba que los perros los metiesen en su sitio.

Una collera de venados era levantada por los canes de los Campi y cumplían en el puesto del amigo Julián, que de buen disparo derribaba al primero, y con otras dos salves completaba el doblete. Para su sorpresa, cuando se encontraba cargando el arma, el primero de los venados que se levanta y desaparece en el pinar. Nunca mas se supo de él.

La montería transcurría con normalidad cuando llegan los perreros a mi postura, un chavalillo portugués me indica que preste atención cuando corone el cerrito que hay detrás y hacia el que se dirige, que siempre hay “porcos” encamados allí, así que me preparo.

Para mi sorpresa, una rehala se tuvo que dar la vuelta para no despeñarse y venía a entrar en mi postura justo por donde había entrado el chavalillo, cuando se produce la ladra, los perros corren estrepitosamente en mi dirección, y los de la nueva rehala al encuentro con el jabalí. Todo, se juntó en mi puesto en décimas de segundo, así, que cuando cumplió el cochino todo eran cazadores y perros en su derredor, por lo que lo tuve que dejar distanciarse para intentar un par de disparos infructuosos.

Finalmente, lo abatió el amigo Paco Asenjo al que le llegó más ligero, pero más despejado de canes.

Al descumbrar las rehalas dieron con otro encame, pero este ya no cumplió a nuestra armada y se dirigieron hacia el cierre, donde un tremendo jabalí era abatido por la última de las posturas en la orilla del río. El cazador se dirigió a verlo todavía con los estertores y llegaron afanados los perros que acabaron con el marrano en el río. Cochino y perros fueron arrastrados por la corriente para coraje del montero que no fue capaz de evitar que se precipitasen al agua.

Algo parecido le pasó al amigo Antonio que veía como una gran cochina se tiraba al agua a rastras, siendo arrastrada por la corriente.

Y es que en esta ocasión, los jabalíes si querían cruzar la ribera para abandonar el cazadero.

La montería finalizó pasadas las dos de la tarde, y los monteros disfrutaron de una buena comida mientras se sacaba la caza.

El guarda junto con el amigo Julián, se afanaron en buscar el venado que se había levantado, siguiendo su rastro claramente hasta un barranco donde se perdía la pista finalmente. No fue posible encontrarlo ese día.

Al plantel llegaron 8 jabalíes y 1 venado, siendo encontrado el otro del doblete del amigo Julián en la tarde del pasado martes, teniendo constancia finalmente de que fueron 10 jabalíes y 2 venados los que se abatieron. Una auténtica pena que el mejor de los cochinos se perdiese aguas abajo.

Con un buen ambiente y un ganchito entretenido entre los habituales ponía punto y final a esta temporada Monteros de Encinasola.

Crónica e imágenes: Carlos Casilda

DATOS DE LAS MONTERÍAS

Organización: Monteros de Encinasola

Fecha: 2 de febrero de 2019

Finca abierta: Cascalheira Hectáreas monteadas: 800

Término: Serpa (Portugal)

Puestos: 23 / Cupo libre / Rehalas: 12

Jabalíes: 17

Ciervas: 1

Fecha: 3 de febrero de 2019

Finca abierta: Cascalheira Mancha: Cascallar. 

Hectáreas monteadas: 750

Puestos: 17 / Cupo libre / Rehalas: 10

Jabalíes: 10

Venados: 2

 

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