Panorama montero

‘Covatillas’ de ‘Selladores-Contadero’: caza pura

caza pura
Según entramos en Contadero-Selladores.

El pasado 31 de octubre, Hunters Hispania monteó la mancha ‘Covatillas’, de la emblemática finca ‘Selladores-Contadero’.

«Señores, esto es caza pura», dijo Javier Moro Valverde, director del Centro del Monte de Selladores-Contadero, tras las palabras de Luis Miguel Menguiano, máximo responsable junto a su hermano Antonio de Hunters Hispania, antes de comenzar el sorteo.

Caza pura, pura caza

Contadero-Selladores, que con este orden siempre lo he conocido yo, es una finca cercada perimetralmente pero de 10.455 hectáreas (ha).

Covatillas: 1.400 hectáreas.

La extensísima mancha de Covatillas, de unas 1.400 ha, es abierta-abierta se mire por donde se mire, la malla más cercana está muy pero que muy lejos, por lo que toda la estrategia es exactamente la misma que en abierto, y como tal se ha de considerar, creo que es de justicia.

Lo ven: caza pura.

«Luis Miguel tenía un lógico punto de intranquilidad por la mañana».

Por eso, Luis Miguel tenía un punto de intranquilidad por la mañana, lógico por la importante apuesta que han hecho de cara a esta temporada y la próxima, quedándose con monterías muy importantes.

Y en Covatillas no podían asegurar que reses y cochinos estuvieran ahí, por muy bonita y montera que sea esa incertidumbre, no lo es tanto para el organizador, que se jugaba mucho ese día.

Desde el principio

Había quedado en La Perdiz de La Carolina, el conocido, comodísimo, montero y agradable hotel, con el equipo de Sol Montero Producción Audiovisual.

Por la disponibilidad, dormiríamos en sendas habitaciones dobles, los hermanos José Pablo y Roberto Fabián por un lado, y Rubén del Sol y este cronista por otro.

Advertí a Rubén que había ganado varios campeonatos importantes de ronquidos. «No te preocupes, que seguro que ronco yo más que tú», me contestó. «Mira que yo me despierto a mí mismo con un bufido, quien avisa…», le dije, y se echó a reír. «Tú ‘rite’, ‘rite’…».

Cuando me desperté por la mañana, allí estaba en un rincón, acobardadito, con esos ojos de buena gente –lo que es– desorbitados, como un mochuelo aterido de frío, valga la redundancia. Como diciendo: «¿Dios mío, qué ha pasado?».

Esta juventud… no sabe con quien se juega los cuartos.

El viaje de La Carolina a la casa de Contadero-Selladores es una gozada, por el imponente paisaje resaltado por las reses que se ven. Muy montero el trayecto, en todo caso.

Mañana soleada, y una temperatura a esa hora, 8:30, quizá demasiado agradable, casi primaveral.

«¡Qué migas!».

¡Qué migas! El catering a la altura de la organización y de la finca.

Incertidumbre

Los perros no se atan con longaniza, y las reses y cochinos tampoco.

Quiero decir que estábamos a todos los efectos ante una montería en abierto, creando esa incertidumbre de la que antes hablábamos, que puede ser incluso agradable para el montero, pero que quizá no lo es tanto para una organización y unos representantes de la propiedad que lo que quieren es que todo salga bien.

Y llegamos al punto de partida.

Antes de sortear.

Habló Luis Miguel Menguiano, antes de sortear, por supuesto de las normas de seguridad, «los puestos están muy separados y no hay ningún problema», del cupo, «tres machos de ciervo, gamo o muflón a combinar como se quiera, los cochinos sin cupo», y añadió «no esperen a los medallas de oro, no hay para todos, el primer venado o trofeo bonito que entre, es para tirar».

Es normal, por las características de la mancha, y lo malo que ha venido el año, Luis tenía el temor que los monteros dejaran pasar machos y no completaran el cupo.

Había 29 puestos marcados, pero al final se colocaron 27. 1.400/27 = 51,8 ha por puesto.

Planos de la mancha por todos los sitios.

Y después de Luis, tomó la palabra Javier Moro y entre otras cosas dijo aquello tan acertado de «esto es caza pura».

El sorteo fue estricto.

En un pispás salieron armadas y traviesas.

Solitario

Despedía octubre este cronista con un denominador común, aunque con alguna excepción, claro, había estado en fincas emblemáticas, monteándose con calor, pocos puestos y muchas hectáreas de mancha.

Y Covatillas se ajustó como anillo al dedo a esa descripción.

Lo que pasa que Contadero-Selladores tiene un plus especial, quizá sea porque estos son montes con solera, regios, alabados por los poetas…

O quizá sea por las andanzas de Solitario, ese jabalí instruido al que encumbró Jaime de Foxá a la categoría de obra maestra, inspirada en aquel epílogo del también maravilloso Las monterías en Sierra Morena a mediados del siglo XIX de Pedro de Morales Prieto, La historia de un jabalí contada por él mismo.

El caso es que gran parte de las vivencias de Solitario, su abuelo El Anteojos, Lentisquilla, Diez Puntas o Puñales, fueron aquí, en Contadero-Selladores.

Y no pocas en Covatillas. De hecho, se sorteó una armada –traviesa– de dos puestos, la de Don Jaime.

Encanto montero por los cuatro costados. Caza pura.

No pocas fueron las andanzas de Solitario en Contadero-Selladores.

Centro del Monte Selladores-Contadero

Me sonrió la suerte. Acompañé ni más ni menos al propio Javier Moro, a Francisco Luis Chinchilla, director adjunto del Centro del Monte Selladores-Contadero, Rafael Mejías, técnico de Tragsa, y a Ramón Martínez, encargado de obra de Tragsa, a un mirador desde el que dominamos una buena parte de la montería.

Uno revivió su formación forestal, Javier y Francisco son ingenieros de montes y Tragsa es un grupo de empresas públicas con un importantísimo componente forestal.

El Centro del Monte Selladores-Contadero está adscrito al Organismo Autónomo de Parques Nacionales, que es su propietario y lo gestiona. Es un monte declarado de Utilidad Pública.

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Rafael Mejías, Francisco Luis Chinchilla, Javier Moro y Ramón Martínez: el Centro del Monte Selladores-Contadero está en buenas manos.

Les puedo asegurar que el Centro del Monte Selladores-Contadero está en muy buenas manos. Minuciosos hasta el extremo, llevaban la parte que les correspondía de la montería con detalle, sin inmiscuirse para nada en la parte correspondiente a la organización.

Por cierto, me hablaron maravillas de Hunters Hispania, sin que yo les preguntara nada al respecto. Buena señal.

Capté esta hembra de lince precisamente grabando con Rubén del Sol en julio de 2018, prácticamente en las puertas de Selladores-Contadero.

Además de las especies cinegéticas que eran objeto de caza, en Selladores-Contadero hay corzos, muy escasos, cabras monteses, perdices, vi algunas, liebres y conejos, pero sin lugar a dudas, sus dos especies más emblemáticas son protegidas, el águila imperial ibérica y el lince ibérico, cuya población, gracias a Dios, se ha recuperado en esta zona.

Covatillas presenta prácticamente todas las formaciones vegetales de la finca: monte mediterráneo, pinar, dehesa, lentiscar-acebuchar, matorral e incluso herbazal, aunque ahora se encontraba todo muy seco.

Y el embalse del Jándula, linde oeste de la mancha por la armada del Río, muy bajo.

Todo Selladores-Contadero está dentro del Parque Natural de la Sierra de Andújar.

Se encuentra en los términos municipales de Andújar, Baños de la Encina y Villanueva de la Reina, aunque la mancha que se cazaba está prácticamente entera de Andújar.

Nada más llegar a la mancha.

A montear

Ya es hora de montear.

Fue un acierto por parte de los hermanos Menguiano citar a los monteros a las 8:30.

Tras un desayuno y sorteo rápidos, pero sin agobios, poco después de las 10 de la mañana  ya estaban los 27 monteros en sus posturas.

Miguita a miguita la montería se iba cuajando.

Tiro a tiro, lance a lance, y eso que dada la extensión de la mancha no podíamos oír todos los disparos.

Poco a poco, y a pesar de calor, las 32 rehalas (¡más de una por puesto!), dispuestas en ocho sueltas diferentes, empujaban a venados, cochinos, gamos y muflones a los distintos pasos…

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«Aquello era un runrún continuo, sin prisa pero sin pausa».

Como siempre, había rachas de disparos más intensas e instantes de más tranquilidad, pero aquello era un runrún continuo, sin prisa pero sin pausa.

En lontananza vimos mucha caza, sobre todo venados, alguna cierva y algún cochino.

Cuando abandonamos el discreto mirador natural, encima de la armada Boquetes del Cura, el contador de lances pasaba de los 200. La montería no había terminado aún. Otra buena señal.

Javier, Francisco, Rafael y Ramón tenían que preparar su parte de la recogida de reses con mucha antelación.

¡Cómo me trataron! ¡Cómo disfruté! Tanto que me reproché a mí mismo el relativamente temprano abandono de mi vocación forestal.

«El lugar donde siempre soñé cazar»

Me gustó mucho aquello de llegar antes, ver los preparativos de la comida, como los Menguiano recibían a los monteros.

Un denominador común, casi todos llegaban contentos, satisfechos.

Un cupo excelente.

Y lógicamente, había monteros que habían tenido puestos más flojos y no habían podido hacer el cupo o habían tirado poco –de hecho hubo tres que no cobraron venados, gamos o muflones, y que fueron compensados como es costumbre en Hunters Hispania–, pero estos también estaban complacidos.

Un montero que precisamente estuvo en los Boquetes del Cura literalmente dijo al despedirse: «He descubierto el lugar donde siempre soñé cazar».

Creo que esa frase resume perfectamente lo que hace distinto a Contadero-Selladores.

Otro cupo destacable.

La cosa llegó hasta tal punto, que había monteros que dejaban reservado ya su puesto para la emblemática –dentro de lo emblemático– mancha de Los Llanos, que se monteará la próxima temporada.

Los Sol Montero, que estrenaban equipación, estaban eufóricos, se hincharon a grabar lances. Todo lo bueno que les pase se lo merecen.

El primer gamo, con la pala izquierda un tanto rara.

Curioso, como tenía tiempo, mientras los demás despachaban la exquisita comida, me di un garbeo por los alrededores y pude fotografiar a tres gamos que venían de Covatillas, dos medalla sin duda y el tercero, con la pala izquierda y unas inserciones de las puntas en esta rarísimas, tampoco era malo.

El último gamo de los tres. Los fotografié a apenas 100 metros de donde se estaba comiendo.

Lo digo porque además, de las cuatro especies cazables, el gamo fue el más flojo en los resultados.

A una hora más que prudente se recogieron todas las reses cobradas ese día: 51 venados, nueve cochinos, seis gamos y 10 muflones.

Al día siguiente se cobraron un venado y un muflón más.

«Extraordinaria la calidad de los muflones, con un porcentaje altísimo de candidatos a medalla».

Extraordinaria la calidad de los muflones, con un porcentaje altísimo de candidatos a medalla, con un oro sin discusión.

Tres gamos muy buenos y muchos venados de los considerados como ‘buenos de montería’, de 14 o más puntas, con tres o cuatro que quizá pudieran alcanzar el bronce.

Un año bueno los venados homologables bien se pudieran multiplicar tres o cuatro.

Está muy bien para lo malo que ha venido el año y para una montería que a todos los efectos hay que considerar como de abierto.

«Ahora Luis Miguel era todo satisfacción, radiante atendía a las cámaras».

Ahora Luis Miguel era todo satisfacción, radiante atendía a las cámaras, mientras el personal del Centro desinfectaba a conciencia la bien preparada junta de carnes.

Los acontecimientos esfumaron la intranquilidad matutina.

Hagamos caza

Creo que el colofón perfecto lo podemos extraer de la crónica de los hermanos Menguiano:

«Sólo es posible hacer lo que uno se propone hacer, y sólo uno debe de proponerse hacer lo que se ve capaz de hacer. Así de «imposible» pasaremos a «hagámoslo» y de ahí a «lo hemos hecho». Hagamos caza».

Lo ven de nuevo, caza pura, pura caza.

No sé si personalmente lo podré conseguir, pero aquellos que nos consideramos monteros debemos intentar al menos una vez cazar en Contadero-Selladores, en estos reales montes nos podemos encontrar incluso con el mismísimo Solitario. Quién sabe. Maravillosa incertidumbre.

Las próximas citas en Contadero-Selladores serán el 18 y 19 de diciembre, las machas Vallejones y Cerro de San Cristóbal, ¡que a priori son superiores a Covatillas! Les mantendremos informados.

Una crónica de Adolfo Sanz Rueda

Fotografías: Sol Montero Producción Audio Visual y Adolfo Sanz

DATOS DE LA MONTERÍA

Organización: Hunters Hispania

Fecha: 31 de octubre de 2019

Finca: Selladores–Contadero Finca cercada perimetralmente de 10.455 ha

Mancha: Covatillas / Hectáreas monteadas: 1.400

Término: Andújar, Baños de la Encina y Villanueva de la Reina (Jaén)

Puestos: 27 / Rehalas: 32

Cupo: 3 machos a escoger entre venados, gamos y muflones. Jabalíes sin cupo

Venados: 52 (3 o 4 homologables)

Jabalíes: 9

Gamos: 6

Muflones: 11 (varios homologables, al menos un oro)

GALERÍA FOTOGRÁFICA

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