Panorama montero

A brazo partido con los cochinos, en ‘Navamartina’, con La Trocha. Y… ¡Hasta siempre Patxi!

brazo partido

En la cuerda de la Sierra de Valdoro, cerca del cielo, hay que pelear a brazo partido con los cochinos y, lo más fácil, en su terreno, es que pierdas el envite. Aunque unos cuantos bajaron desde las cumbres al plantel de Navamartina.

CRÓNICA

En el 5 del Sopié, arrullado por las lentas aguas cristalinas del Montoro, camino de su embalse por Mestanza, latió un podenco a parao. ¡Era grande, seguro! Reclamaba, el valiente, la ayuda de sus hermanos, que aún andaban por la cuerda, para entrar a por lo que, de tarde en tarde, bufaba como un verraco…

brazo partido

El tiempo se detuvo, aunque pasó casi una hora. De pronto saltó, negro como la noche, y el perro se fue a por él, pasó como una exhalación cerca del 3, el nuestro y, sin tiempo para encararlo, se revolvió por sus pasos hasta que, otra vez en el cinco vendió cara su osadía. Dos valientes frente a frente…

Pero, sorpresa, ¡era una guarra, negra, tremenda, que vendió cara su vida! Dos valientes frente frente… también a brazo partido.

Mañanita de niebla…

Cruzando el Valle de Alcudia la niebla era espesa, de las de cortar con el de remate. Los remolinos, al paso lento del coche (daban ganas de sacar la mano por la ventana para ver por donde trazaba la carretera), creaban imágenes de fantasmas, como de mal agüero…

Pero al subir Valderrepiso la luz, ya clara, de la mañana, ahuyentaba los temores y cambiaba los agüeros por los mejores augurios, el día iba a ser digno de una buena montería. A pesar de la tremenda pelona que brillaba como la plata, por el largo Camino de Ventillas, que te mete en las entrañas de la hermosísima Sierra Madrona, a las doce de este diciembre medio loco, se monteaba en manga corta, las zamarras y chalecos colgaban de las retamas como perchas del armario, ¡qué hermosura de día!

En las migas y el sorteo encuentro con viejos amigos –Luismi, Oscar, Marcos, Antonio– al calor de la chimenea en la casa de Cerrocasillas, lindera con Navamartina.

Y la lágrima del recuerdo, tan doloroso y reciente, entre rezos de Pablo, a esa enorme persona y mejor amigo que se nos ha ido… nuestro querido Patxi que, seguro, llevaba los zahones puestos tras los perros… ¡Adiós, querido amigo!

¡Voluntarios p’a la cuerda!

Eso pedía Pablo a gritos. Entre tantos remolones salieron unos cuantos valientes que, los primeros, formaron la armada y arrearon cerca del cielo, que es la linde por arriba de las crestas de Valdoro.

brazo partido

Después cierres –Colmenar, Riscos, Pascualón, y El Río– y traviesas –Casilla, Postes, y la última, la nuestra, Sopié–, 35 posturas dispuestas a dar buena cuenta de unos cochinos que, visto lo visto, sabían más latín que en la antigua Roma.

brazo partido

Antes de la suelta, con el sol en el cenit al meridión, el silencio del monte era espectacular. Verde, como la esperanza en este nuevo año en puertas, mostraba todo su esplendor tintado por el color dorado de las coscojas, una hermosa sensación de calma, y tensa espera, con aromas a fresco tomillo y romero, capaz de templar los nervios del más pintao.

Y se armó el guirigay

Fue aparecer la primera rehala por la cuerda y empezar el jaleo. Ladras, carreras pólvora y balas en busca de su destino (más de 120 disparos), algunos agarres y esa música que llena el monte cantada por los perreros que animan a sus valientes a darlo todo por los riscos… porque hay que ser muy valiente para batir las citadas lindes del cielo.

Poco a poco se fueron chorreando los disparos, y fue volviendo la calma. En el 4, del sopié, claro, con la cámara de fotos junto a Miguel Ángel, un precioso lance con un erizado colorao que cruzó el testero a toda leche y que, tras tres zurriagazos nos sacó el dedo corazón desde el viso.

¡Qué cabrón, cómo corría!, claro, sabía que le iba la vida en ello y supo defenderla como lo que era, un valiente… a brazo partido, o por patas que es lo mismo. Por él brindamos con una agradecida cerveza y un cachejo pan y queso.

brazo partido

Igual lo hicieron otros muchos cruzando los cortaderos perseguidos por los perros, entrando a lo espeso y no saliendo al otro lado… por lo que pudiera pasar. ¡A más dos y más de tres se lo vimos hacer!

brazo partido

Lo importante no es cazar…

A las tres cantaban las perdices, antes que las caracolas… Recogimos archiperres y ¡a comernos los garbanzos, que nos los habíamos ganado!, sobre todo soportando un sol de justicia que nos tostó cara y calvas con en la playa a los guiris en pleno agosto.

Circularon las cervezas, fresquitas, entre los comentarios de lances logrados y fallidos, con ese regusto que deja haber disfrutado del monte y de un día espléndido sobre todo amistad porque… lo importante no es cazar, lo importante es estar cazando.

Poco a poco fueron llegando las piezas hasta completar un bonito plantel en el que destacaban 4 macarenos con una buenas defensas dignas de echarles el metro. También, entre algunos venados, uno de buen porte para alegría de su montero.

brazo partido

Y si algo hay que destacar no es otra cosa que el tremendo trabajo de Pablo para que todo estuviese en su sitio y en su momento, cómo no, a brazo partido… como los cochinos.

¡Gracias, Pablo –y también a Miguel Ángel–, por un maravilloso día disfrutando del monte!, y en el corazón de Sierra Madrona, una sierra casi manchega.

Una crónica de Redacción

DATOS DE LA MONTERÍA

Organización: Cinegética La Trocha

Fecha: 28 de diciembre de 2019

Finca: Navamartina / Finca abierta / Hectáreas monteadas: 350

Término: Cabezarrubias del Puerto, Ciudad Real

Puestos: 35 / Sin Cupo / Rehalas: 7

Venados: 7

Jabalíes: 15 (4 medallables)

Ciervas: 12

CRÓNICA GRAFICA

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.