La Corte Suprema de EEUU ha decidido no aceptar la petición de Safari CIub Internacional (SCI) en la que solicitaba que el Servicio de Vida Salvaje y Pesca de este país revocara la catalogación del oso polar como especie amenazada bajo la Ley estadounidense de Especies en Peligro de Extinción.
Esta catalogación había llevado a que los cazadores de Estados Unidos no pudieran introducir en el país trofeos de oso polar. Anteriormente, aquéllos podían importar los trofeos abatidos en seis grupos poblacionales de Canadá, lo que generaba casi 1.000.000 dólares en honorarios que se utilizaron para la investigación y la conservación del oso polar en EEUU y Rusia. La inclusión del oso polar como especie amenazada eliminó estas fuentes de ingresos destinadas a la conservación, en detrimento de la especie.
El SCI alegó ante la Corte Suprema de EEUU que la inclusión era contraria a la Ley de Especies en Peligro de Extinción por varios motivos. En primer lugar, porque el Servicio de Vida Salvaje y Pesca de EEUU no demostró que el oso polar cumpliera con la definición de «especie amenazada», pues las propias estimaciones de este Servicio indican que la población desde la fecha hasta dentro de 45 años rondará los 6.000 a 8.000 ejemplares. Y, además, no se tomó en cuenta el exitoso programa de conservación que está llevando a cabo Canadá, en el que se incluye la caza, antes de realizar esta catalogación a la especie.
