Regreso a estas, las páginas que siempre tan bien me han acogido, después de un paréntesis obligado por las circunstancias: mi dedicación a la Asociación de […]
Los últimos de Filipinas
Francisco Chan
Dimisiones en la Federación Gallega de Caza
Creo que para trabajar por la caza y los cazadores nadie sobra. Es una mala noticia que Manuel Martínez haya dimitido de sus cargos en la Federación Gallega de Caza y se marche de una forma tan áspera y dolorida. Espero que ello no signifique una amputación definitiva.
Sesenta balas, 200 euros.. O crónica del esperpento
Algunos estamos terriblemente alarmados. Somos gentes que, como el que subscribe, aman, luchan, defienden e, incluso, llegamos a idealizar al noble arte montero como el […]
Sobre las alegaciones de la Ley de Caza…
Después de revuelto el estómago por la indecencia en forma de negación de las alegaciones que me he tragado, resulta imposible afirmar que estemos ante un texto consensuado cuando se deniega el 98% de la alegaciones.
¡Detente pluma!
Me encontraba, en estos pasados días de asueto pascual, releyendo la obra del insigne y gran cazador que fue el Conde de Yebes. Digo insigne, por su dedicación literaria y artística a la escultura que, al igual que su prosa, trató siempre de transmitir la belleza del lance y el amor a la caza natural. No lo trato de insigne por cuestiones aristocráticas o de título nobiliario que, como dice mi esposa, no deja de ser el mote de pueblo de las familias de alcurnia.
El defensor del pueblo admite a tramite la queja de UNITEGA
Esta actuación es quizás la más constructiva de la dignidad del colectivo cinegético que probablemente hayamos visto hasta el momento, sin menospreciar los desvelos que la FGC está demostrando, ni la actitud positiva de Aproca al respecto. En el contexto actual la gestión de un Director General que ha caído en la más absoluta de las dejaciones, que no controla los servicios provinciales y que permiten que campen a sus anchas en ellos las opiniones personales, lejos de las legales, de sus jefes de servicio, hace tiempo que ya tendría que haber dimitido. Habrá que tener bajo vigilancia…Y se hará, aquellas concesiones de subvenciones que puedan ir a parar a asociaciones periodísticas fantasma cuyo sumo hacedor se ha dedicado a hacer loas y alabanzas dignas del NODO a este engominado personaje que pretende dirigir las cuestiones medioambientales de Galicia. Finalmente, D. Ricardo ha traicionado al colectivo de la caza, que no puede permitir una ley absurda e inútil, desconocedora de la realidad, que nos retrotrae jurídicamente al siglo XIX y que nos hace añorar la Ley de Caza del 70. Franquista ella, sin duda pero, jurídica y técnicamente cien veces superior a este panfleto inútil.
Mientras miran si galgos o podencos
Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo aquí tengo por mío
cuánto abarca el mar bravío,
a quién nadie impuso leyes…
Cuando el cazador se hace mamporrero
El mamporrero, según define el Diccionario, es aquella persona que resulta indispensable para guiar con su mano el pene del caballo durante la monta de la yegua para que todo llegue a buen fin. Se busca con ello la prontitud de la cópula para mayor seguridad de la jaca, de forma que se intenta evitar que el ímpetu de macho termine mancándola. Es un trabajo necesario, ya en decadencia ante la mayor difusión de las inseminaciones artificiales. Seamos sinceros, nuestra sociedad ha tratado desgraciadamente este oficio con chanza y burla por considerarlo una dedicación innoble.
La casa de la Troya
Cada día tengo más claro que existen dos tipos de cazadores, los que sólo se preocupan de su afición cada fin de semana de temporada, y otros que, al contrario que los primeros, se desviven en todo momento y luchan por el derecho a que todos los que deseen cazar puedan ejercer su pasión.
Acomodados a la incompetencia
Francisco Chan Méndez
Suelo pensar, y me equivoco con seguridad, que en nuestro mundo cinegético las cosas debieran funcionar mejor que en el día a día de nuestra sociedad. No es así, quienes dirigen y definen, desde los despachos, cuales son las pautas que delimitan la buena gestión de la naturaleza no son ni mejores ni peores que los que nos han metido en esta crisis que, más que económica, es social. Son los mismos sacos de privilegios acomodados a la incompetencia que sueñan poder paralizar la rotación de la tierra el día que ellos lo piden libre por ‘asuntos propios’.