Por José García Escorial
En la actualidad, la principal virtud de un cazador profesional de elefantes es que sepa juzgar, sin fallos, la calidad, medidas y peso de cada colmillo de marfil que lleva en vivo un elefante. Esto, dicho así, puede parecer una gran herejía y todos los que emulan al bíblico Nemrod, que son abundantes entre los discípulos de San Huberto, me querrán llevar a la hoguera por anatema. Pero , aún quemándome vivo, seguiré afirmando que esta es la cualidad que considero de mayor mérito en la caza actual deportiva del elefante.