Ha caído en mis manos un programa de monterías de una orgánica andaluza. En el referido folleto, aparte de las fechas, de las fincas y de las condiciones, se dan una serie de pautas de índole administrativo para los dueños de rehalas. Dentro de esas normas, lo que más me llama la atención es que señala que no se contratará a ninguna rehala que no esté dada de alta en la Agencia Tributaria y en la Tesorería de la Seguridad Social. No se equivoquen, no voy a hablar de rehalas, porque los que me conocen saben que mis ideas sobre ellas son arcaicas y porque bastante tienen ya los rehaleros con ser el comienzo de la madeja. Y digo esto porque la sociedad, el progreso y demás, es decir, Hacienda, ha empezado con ellos para desenredar este tremendo lío económico que es la caza.
Entre tórdigas
Juan Pedro Juarez